Capítulo 4: «Esperare»

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El beso comenzó como un susurro, una delicada caricia de labios que contenía la promesa de algo más. Los ojos de ambos se cerraron lentamente, sumergiéndose en el momento, sintiendo la conexión que se formaba entre ellos. Sus respiraciones se entrelazaron, creando un ritmo pausado, como si el tiempo se hubiera detenido solo para ellos.

Los labios de Namjoon eran cálidos y suaves, presionando con ternura los de la chica, explorando cada rincón con una mezcla de curiosidad y deseo. Sungmin, al principio un poco tímida, pues era su primer beso, a medida que el beso se profundizó, la timidez se desvaneció, dando paso a una pasión contenida que se liberaba lentamente.

Sus manos se movieron instintivamente, buscando anclarse el uno al otro. Los dedos del chico se deslizaron suavemente por el cuello de la chica, mientras que los de ella se entrelazaron en su cabello, acercándose más, como si temiera que el momento pudiera desvanecerse si lo soltaban.

El mundo exterior desapareció, y en ese instante, solo existían ellos dos, unidos en un beso que hablaba más de lo que las palabras podrían expresar. Cuando finalmente se separaron, sus frentes quedaron apoyadas una contra la otra, y con sus ojos entreabiertos, ambos sabían que algo había cambiado para siempre. El beso, ese simple, pero poderoso gesto, había dejado una marca indeleble en sus corazones.

—Nam. —soltó un suspiro.

—Perdón. —dijo alejándose de la chica y se puso a buscar una camisa.

—Yo… yo iré a bañarme. —hablo para evitar seguir en ese momento incómodo.

—Sungmin. —la llamó luego de ponerse una camisa.

—Sí. —expresó algo nerviosa. —¿Qué sucede?

—Saldré un momento. —hablo. —por favor no le abras la puerta a nadie.

—Entiendo. —asintió.

—También tienes ropa en una de las maletas. —la señaló. —Jin la escogió toda, espero que sea de tu agrado.

—Comprendo. —abrió la puerta del baño. —gracias por decirme lo de la ropa.

Ella entró al baño y se quedó ahí sin moverse; solo pudo escuchar como la puerta se abría y cerraba, ella llevó su mano a sus labios el recuerdo del primer beso estaba grabado en su mente con una claridad sorprendente, como si cada detalle estuviera envuelto en un resplandor dorado. Era como una tarde de otoño, cuando el sol se deslizaba perezosamente hacia el horizonte, bañando todo con una luz cálida y suave. Cuando sus labios se encontraron, fue como si el tiempo se detuviera. El beso fue suave, dulce, y cargado de promesas no dichas. Su corazón se aceleró aún más, y sintió que el suelo bajo sus pies se desvanecía, dejándola flotando en una sensación de pura felicidad.

Fue el instante en que supo, sin lugar a dudas, que lo que sentía por él era real, algo que iba más allá de una simple atracción. Era un recuerdo que llevaría consigo siempre, un momento perfecto encapsulado en su corazón, lleno de emoción y significado. Cuando salió de su realidad se dio cuenta de que ya se había metido a la ducha, ella de baño con una sonrisa y al salir se puso la bata y se dirigió a la habitación miró la maleta abierta y busco la ropa que Namjoon le había dicho, al estar ya lista miro la otra maleta con curiosidad.

Se acercó con cuidado y la abrió, al ver lo que había cayó al suelo asustada, en esta había armas de todo tipo además de mucho dinero de una cantidad enorme; ella la cerró y se cubrió el rostro mientras trataba de pensar: ¿En qué estaba metida su madre? ¿Su madre pertenecía a algún tipo de mafia? Trago saliva y se puso a pensar un poco y a calmarse, no quería sacar conclusiones apresuradas, ella se acercó y tomó su celular mientras marcaba un número de teléfono.

Blood Heirs [K.NJ][Book #1] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora