Capítulo 29: «La familia»

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Después del arduo entrenamiento, los chicos y Sungmin descansaban juntos bajo el cielo nocturno. Las estrellas brillaban con intensidad, y el ambiente era tranquilo, lleno de risas y comentarios despreocupados. Sungmin, aunque cansada, no podía evitar sonreír mientras observaba las ocurrencias de los chicos.

Jimin y Taehyung jugaban entre ellos, bromeando como siempre, mientras Yoongi, con una expresión de exasperación, fingía ignorarlos. Jungkook intentaba contar alguna anécdota, pero su historia se interrumpía continuamente por las bromas de Hoseok, quien no dejaba de hacer reír a todos. Jin y Namjoon estaban sentados más apartados, pero incluso ellos participaban en la conversación de vez en cuando, compartiendo sonrisas discretas.

Sungmin se apoyó en sus rodillas, observando el grupo con una calidez en su pecho. No podía creer que, en tan poco tiempo, aquellos siete chicos, que al principio parecían tan misteriosos y distantes, se hubieran convertido en su familia. Ellos la habían protegido, guiado y ahora estaban entrenándola para convertirse en alguien más fuerte, alguien capaz de enfrentarse a los peligros que venían.

—¿En qué piensas? —preguntó Namjoon en voz baja, notando la expresión tranquila de Sungmin.

—En ustedes. —respondió ella, con una sonrisa. —En cómo se han vuelto mi familia.

Namjoon la miró con ternura y asintió, comprendiendo el sentimiento.

—También lo somos para nosotros, Sungmin. —le acarició el cabello. —Desde el momento en que llegaste, supimos que algo en nuestras vidas cambiaría para siempre.

Sungmin asintió, sintiendo la conexión profunda que había formado con cada uno de ellos. Mientras los observaba reír y bromear, sabía que, pase lo que pase, siempre estarían juntos, enfrentando lo que viniera como una verdadera familia.

Sungmin se recostó suavemente en el pecho de Namjoon, sintiendo el latido de su corazón y la calidez que emanaba de él. Era un momento de paz en medio del caos que a menudo los rodeaba. Sonrió, y Namjoon, al sentir su cercanía, devolvió la sonrisa con suavidad.

—¿Te sientes bien? —preguntó él, con un tono tierno mientras acariciaba su cabello.

—Sí, solo disfrutando de este momento.  —respondió Sungmin, cerrando los ojos y dejando que la tranquilidad la envolviera.

A su alrededor, los chicos continuaban riendo y bromeando, creando un ambiente lleno de camaradería y cariño. Era reconfortante, y en su interior, Sungmin sabía que había encontrado un lugar al que pertenecía. Esa sensación de aceptación y amor era nueva para ella, y no quería que se desvaneciera.

Namjoon miró al grupo con una expresión de satisfacción, sintiendo que todo lo que habían hecho hasta ahora había valido la pena. Luego volvió su mirada hacia Sungmin, disfrutando de su presencia y del vínculo que estaban formando.

—No importa lo que pase, siempre estaré aquí para ti. —le aseguró, su voz suave y firme.

Sungmin sintió que su corazón se llenaba de gratitud. Había encontrado más que solo aliados en su lucha; había encontrado una familia que la apoyaría incondicionalmente, sin importar lo que sucediera. En ese momento, con la calidez de Namjoon y el bullicio de los chicos de fondo, supo que estaba lista para enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara.

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Mientras Sungmin y los chicos disfrutaban de su tiempo juntos, en un lugar alejado, ocho chicos se reunían en una habitación oscura, discutiendo acaloradamente sobre el poder de Sungmin.

—Ella tiene habilidades que no hemos visto en mucho tiempo. —dijo uno de ellos, con una voz grave. —Su conexión con la sangre de la bruja antigua es innegable.

—Pero no podemos subestimar su lado humano. —intervino otro, con una mirada preocupada. —Si no controla esos poderes, podría ser un riesgo, tanto para ella como para nosotros.

—¿Y si se vuelve en nuestra contra? —preguntó un tercero, frunciendo el ceño. —Su sed de poder podría superarla, y eso la haría impredecible.

El grupo se miró entre sí, conscientes de la gravedad de la situación. Cada uno de ellos tenía experiencia en el manejo de poderes y sus consecuencias, y sabían que Sungmin estaba en un camino peligroso.

—Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde. —sugirió uno, su tono decidido. —Si logramos controlar su poder, podremos usarla a nuestro favor.

—No podemos hacer eso. —respondió otro, levantando la mano en señal de desacuerdo. —No se trata solo de aprovecharse de ella, si la forzamos, solo la empujaremos hacia el lado oscuro.

La discusión continuó, con diferentes opiniones sobre cómo manejar la situación. Algunos querían tomar medidas drásticas, mientras que otros abogaban por un enfoque más cuidadoso y respetuoso. Al final, la tensión en el aire era palpable.

—Lo que está en juego es demasiado grande. —dijo el líder del grupo, su voz resonando con autoridad. —Necesitamos un plan, pero debemos tener cuidado, Sungmin tiene el potencial para ser una gran aliada, pero también un enemigo formidable si se le da la espalda.

A medida que la discusión avanzaba, cada uno de ellos sabía que sus decisiones tendrían un impacto significativo en el futuro de Sungmin y en el de todos los que la rodeaban. La lucha por el control de su poder ya había comenzado, aunque ella aún no lo sabía.

Mientras la discusión continuaba, uno de los chicos finalmente habló con un tono grave, recordando un evento reciente.

—No olvidemos lo que pasó cuando vimos su poder por primera vez. —dijo uno. —Somos los lobos que atacaron en aquel pueblo, y su energía era abrumadora, la forma en que se defendió… eso nos asustó y nos fascinó a la vez.

Los demás asintieron, recordando la escena. Habían llegado a un pueblo cercano donde Sungmin había desatado sus habilidades por primera vez, y su poder había sido suficiente para desatar el caos. Fue entonces cuando decidieron actuar, pero lo hicieron desde las sombras, sin saber que ella era la clave que muchos buscaban.

—Esa noche fue un punto de inflexión. —continuó el chico. —No solo nos mostró su potencial, sino que también atrajo la atención de otros aquelarres, sabemos que no somos los únicos que la están vigilando y que quieren poseerla.

—Exacto. —dijo otro. —Si no actuamos rápido, ella podría caer en manos de cualquiera con poder.

—Debemos acercarnos a ella. —El líder del grupo se recargó en la pared, pensativo. —matar a sus guardianes si es posible.

Blood Heirs [K.NJ][Book #1] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora