Eres un ángel?...[T/N x Rei Ayanami]

Capitulo 3: Mi niña

El sol de mediodía bañaba la azotea de la escuela con su luz cálida y dorada. En un rincón tranquilo, alejados del bullicio de los demás estudiantes que disfrutaban de su descanso, Rei Ayanami y T/N estaban recostados sobre una manta, el uno junto al otro. Rei estaba acurrucada sobre el pecho de T/N, su rostro descansando en su pecho, mientras las nubes pasaban lentamente por el cielo azul.

El reencuentro con T/N había sido abrumador para Rei. Después de tantas lágrimas de felicidad, se había quedado dormida en sus brazos, encontrando una paz que no había sentido en mucho tiempo. T/N, con su mano acariciando suavemente el cabello de Rei, observaba el cielo, sus pensamientos vagando entre recuerdos del pasado y esperanzas para el futuro.

El sonido lejano de las risas y conversaciones de los otros estudiantes llegaba hasta ellos, pero en su rincón de la azotea, todo parecía en calma, como si el tiempo se hubiera detenido solo para ellos. T/N no podía evitar sentir una mezcla de alivio y tristeza al tener a Rei nuevamente en su vida. Alivio porque finalmente estaban juntos, y tristeza por los años perdidos.

Rei se movió ligeramente en su sueño, buscando una posición más cómoda. Sus lágrimas de felicidad aún dejaban rastros en su rostro, pero ahora estaba tranquila, su respiración acompasada con la de T/N. Había sido un día lleno de emociones intensas, y el agotamiento emocional la había vencido.

T/N continuó acariciando su cabello, observándola con una mezcla de ternura y determinación. Recordaba con claridad los días de su infancia, aquellos momentos llenos de risas y aventuras. Habían sido inseparables, compartiendo sueños y secretos, hasta que la vida los había separado abruptamente.

La mudanza había sido difícil para T/N. Había dejado atrás todo lo que conocía, incluida Rei, la persona que más significaba para él. Durante años, había sentido su ausencia como una herida abierta, un vacío que nada podía llenar. Ahora, tenerla aquí, durmiendo sobre su pecho, era un milagro que nunca había esperado.

Las primeras señales del fin del descanso empezaban a manifestarse mientras los estudiantes regresaban lentamente a sus clases. Rei comenzó a despertar, abriendo los ojos con suavidad y parpadeando ante la luz del sol. Por un momento, pareció desorientada, pero al levantar la vista y encontrarse con los ojos de T/N, una sonrisa suave se dibujó en su rostro.

—Buenos días —dijo T/N, su voz baja y calmada, aunque el día aún estaba en su apogeo.

—Buenos días —respondió Rei, su voz aún llena de sueño y suavidad.

Se quedaron así, mirándose en silencio, dejando que el momento se prolongara. Había una nueva energía en el aire, una sensación de renovación y esperanza que los envolvía. Rei se incorporó ligeramente, apoyándose en su codo para mirarlo mejor.

—Pensé que eras un sueño —confesó Rei, su voz apenas un susurro.

T/N sonrió, levantando una mano para acariciar su mejilla.

—No lo soy. Estoy aquí, y no pienso irme.

Rei cerró los ojos por un momento, dejando que las palabras de T/N se hundieran en su corazón. Sentía una mezcla de alivio y felicidad que nunca había experimentado antes. Sabía que, aunque la vida podría ser complicada y llena de desafíos, tener a T/N a su lado lo hacía todo más soportable.

El sonido de la campana anunciando el final del descanso rompió el hechizo del momento. Rei se levantó lentamente, ayudada por T/N. Aunque ambos sabían que habría preguntas y curiosidad por parte de sus compañeros, estaban listos para enfrentarlo juntos. La presencia de T/N le daba a Rei una nueva fortaleza, una convicción de que podían superar cualquier cosa.

—Vamos, tenemos que volver a clase —dijo T/N, levantándose y ayudando a Rei a ponerse de pie.

—Sí —respondió Rei, tomando su mano y sonriendo con una calidez que reflejaba su renovada esperanza.

Mientras caminaban juntos hacia la puerta que los llevaría de regreso a sus clases, Rei miró a T/N, sintiendo una conexión profunda que trascendía el tiempo y la distancia. Habían encontrado el camino de regreso el uno al otro, y eso era lo que importaba.

Al entrar al aula, los murmurios y las miradas curiosas de sus compañeros los siguieron, pero Rei y T/N se sentaron juntos, listos para enfrentar lo que viniera. Shinji, sentado en su lugar, observó a su hermana con una sonrisa de satisfacción, feliz de ver que había encontrado algo que la llenara de alegría.

En el transcurso de la clase, Rei y T/N intercambiaron miradas y sonrisas, comunicando sin palabras todo lo que sentían. Sabían que el camino por delante no sería fácil, pero también sabían que, juntos, podían superar cualquier obstáculo.

Cuando la campana final sonó, anunciando el final de la jornada escolar, Rei y T/N se levantaron de sus asientos, listos para enfrentar el mundo exterior. Mientras salían del aula, Rei sintió una chispa de esperanza y amor que brillaba con fuerza renovada. Juntos, estaban listos para enfrentarse al futuro y construir nuevos recuerdos, sanando las heridas del pasado y creando un lazo aún más fuerte.

Y así, con la certeza de que se tenían el uno al otro, Rei y T/N emprendieron una nueva etapa de sus vidas, unidos por su historia compartida y su deseo de construir un futuro lleno de posibilidades.