Eres un ángel?...[T/N x Rei Ayanami]

Capitulo 7: ¿Nuevos sentimientos?

El amanecer llegó lentamente, llenando la habitación de T/N con una suave luz dorada. El aire fresco de la mañana se filtraba por la ventana abierta, trayendo consigo el canto de los pájaros y la promesa de un nuevo día. Mientras T/N se estiraba en su cama, sus pensamientos volvían a la noche anterior, recordando cada momento vivido en la pijamada con sus amigos, especialmente aquellos compartidos con Rei.

La relación entre T/N y Rei había cambiado drásticamente desde su reencuentro. Rei, siempre tan reservada y distante con los demás, se había vuelto increíblemente afectuosa con él. Era como si toda la distancia que habían acumulado durante los años se hubiera disipado en el instante en que volvieron a encontrarse. Ahora, cada momento que pasaban juntos estaba cargado de una calidez y una cercanía que T/N nunca había experimentado antes.

Durante la pijamada, Rei no se había separado de él ni un momento. Desde el instante en que llegó hasta el final de la noche, Rei había buscado su compañía, encontrando excusas para estar cerca de él. Se había acomodado en su regazo mientras veían películas, y había tomado su mano en más de una ocasión, sus dedos entrelazados como si temiera perderlo de nuevo.

Los amigos en la pijamada lo habían notado. Las miradas curiosas y los susurros eran difíciles de ignorar, especialmente cuando Rei había apoyado su cabeza en el hombro de T/N, pidiendo mimos de una manera tan natural como respirar. T/N no podía evitar sentirse un poco abrumado por la atención, pero al mismo tiempo, había algo profundamente gratificante en saber que alguien tan especial como Rei necesitaba de él.

Esa mañana, T/N decidió salir a caminar para despejar su mente. El parque cercano era su lugar favorito para reflexionar, y mientras caminaba, los recuerdos de la noche anterior seguían surgiendo en su mente. Recordó cómo, en un momento dado, Rei había insistido en sentarse cerca de él durante los juegos, sus risas llenando el aire cada vez que él hacía una broma. Había algo en su risa que hacía que todo valiera la pena, una melodía que resonaba en su corazón.

Mientras T/N se perdía en sus pensamientos, no pudo evitar notar cómo los demás chicos del grupo parecían un poco distantes. Había visto las miradas de envidia en sus ojos, especialmente en aquellos que también tenían interés en Rei. No era difícil entender por qué estaban celosos. Rei era hermosa, inteligente y, sobre todo, tenía una calidez que atraía a todos a su alrededor.

Sin embargo, lo que más desconcertaba a T/N era el hecho de que, a pesar de todas las miradas y comentarios, Rei parecía no notar nada de eso. Ella solo tenía ojos para él. Recordaba cómo durante la cena había estado tan pendiente de sus necesidades, asegurándose de que él tuviera todo lo que necesitaba antes de preocuparse por sí misma. Incluso en los momentos más pequeños, como cuando le pasaba un vaso de agua o le ofrecía una manta, había una ternura en sus acciones que hacía que el corazón de T/N latiera más rápido.

De regreso en su habitación, T/N se dejó caer en su cama, mirando el techo mientras su mente seguía repasando cada detalle. La forma en que Rei había buscado su atención era casi abrumadora, pero no de una manera negativa. Se sentía increíblemente especial saber que alguien como ella quería estar tan cerca de él, que lo necesitaba de una manera tan profunda y genuina.

Rei no había sido la única que mostró afecto. En más de una ocasión, T/N había sentido el impulso de abrazarla, de responder a sus gestos de cariño con la misma intensidad. Recordaba cómo, mientras todos los demás estaban distraídos viendo la película, él había pasado un brazo alrededor de los hombros de Rei, atrayéndola más cerca. Ella había suspirado de felicidad, acurrucándose contra él con una sonrisa que iluminaba la habitación.

Era como si, después de todos esos años de separación, el universo los hubiera reunido de nuevo, esta vez para estar juntos de una manera que antes no habían podido. T/N se dio cuenta de que ya no podía ignorar lo que sentía. La conexión entre ellos era innegable, y cada día que pasaban juntos solo la fortalecía más.

Mientras se quedaba dormido, recordó cómo, al final de la noche, había llevado a Rei a su casa. Ella se había aferrado a su brazo mientras caminaban bajo las estrellas, su voz suave mientras le hablaba de sus sueños y esperanzas. Había algo en su tono que hacía que T/N sintiera que todo era posible, que mientras estuvieran juntos, no habría obstáculo que no pudieran superar.

Al día siguiente, en la escuela, T/N notó que las cosas no habían cambiado mucho. Los amigos de Rei seguían observándolos con una mezcla de curiosidad y celos, especialmente cuando ella lo buscaba durante los descansos o le pedía que la acompañara a clase. Sin embargo, T/N también notó algo más: una nueva fuerza en él mismo.

El saber que Rei lo necesitaba, que era alguien importante para ella, le daba una confianza que antes no tenía. Se sentía más seguro, más capaz de enfrentar cualquier cosa que la vida le arrojara. Y lo más importante, sabía que tenía a Rei a su lado.

Al final del día, mientras caminaban juntos hacia la salida, Rei se volvió hacia él con una sonrisa.

—Gracias por estar siempre conmigo, T/N. No sabes lo mucho que significas para mí.

T/N sintió un nudo en la garganta al escuchar esas palabras. Se detuvo y tomó la mano de Rei, mirándola a los ojos.

—No hay lugar en el mundo en el que prefiera estar —respondió, su voz llena de emoción.

Rei sonrió, sus ojos brillando con una felicidad que parecía iluminar el mundo entero.

—Entonces, quédate conmigo. Siempre.

T/N asintió, sabiendo en ese momento que, pase lo que pase, siempre estaría allí para ella. Porque Rei no era solo una amiga de la infancia, no era solo una compañera de clase. Ella era su musa, su inspiración, y la razón por la que su vida se sentía completa.

Y mientras caminaban juntos hacia el atardecer, T/N supo que habían encontrado algo verdaderamente especial, algo que valía la pena proteger y nutrir. Porque en el corazón de esa conexión, había un amor que crecía con cada día, un amor que les prometía un futuro lleno de felicidad y esperanza.