Capítulo 20: Las Marcas de la Pasión

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El aire matutino en la escuela secundaria estaba lleno de expectación y murmullo mientras los estudiantes comenzaban a llenar los pasillos, dirigiéndose a sus respectivas aulas. Era un día como cualquier otro, pero para Rei y T/N, la mañana había comenzado de manera muy diferente a la habitual.

Rei caminó por el pasillo principal, su figura llamativa atrayendo miradas de curiosidad y susurros de sus compañeros. Su cabello azul celeste estaba ligeramente desordenado, y su uniforme de escuela mostraba signos evidentes de un apresurado intento de corrección. Lo que realmente capturaba la atención eran las marcas en su piel: chupetones oscuros y mordidas dispersas por su cuello y los muslos que apenas se asomaban bajo el borde de su falda.

Su expresión normalmente tranquila y reservada había sido reemplazada por una mezcla de irritación y una vaga sombra de satisfacción. Aunque intentaba mantener la compostura, no podía evitar que un leve rubor se apoderara de sus mejillas cada vez que sentía las miradas inquisitivas sobre ella. Rei, por supuesto, sabía muy bien por qué estaba recibiendo tanta atención hoy.

Al llegar a la puerta del salón, la abrió con un suave empujón y entró, atrayendo instantáneamente las miradas de sus compañeros. El aula, que estaba llena del ruido habitual de conversaciones matutinas, cayó en un silencio expectante. Los estudiantes se volvieron hacia ella, sus ojos fijos en las marcas visibles que decoraban su cuello.

Mientras Rei tomaba asiento, tratando de ignorar las miradas y los susurros, T/N hizo su entrada habitual. Caminaba con su paso relajado y soñoliento, como si estuviera en su propio mundo. A diferencia de Rei, T/N parecía completamente despreocupado, incluso feliz. Sin embargo, él también llevaba marcas: chupetones y mordidas visibles en su cuello y en la base de su mandíbula, evidencias irrefutables de su noche apasionada juntos.

La reacción en el aula fue inmediata y silenciosa. Los ojos de los estudiantes se movieron de T/N a Rei y de vuelta a T/N, conectando rápidamente los puntos. Algunos levantaron las cejas, otros intercambiaron miradas cómplices, y unos pocos simplemente se quedaron boquiabiertos, tratando de procesar la escena que se desarrollaba ante ellos.

Asuka, con su eterna perspicacia y falta de filtro, fue la primera en romper el silencio:

—¡Vaya, vaya! Parece que alguien tuvo una noche muy entretenida. —dijo con una mezcla de burla y curiosidad, sus ojos azules centelleando mientras miraba directamente a Rei.

Rei levantó la vista, sus ojos se estrecharon ligeramente mientras trataba de mantener la calma.

—No es asunto tuyo, Asuka. —respondió, su tono frío como el hielo.

Asuka levantó las manos en un gesto de rendición fingida, pero la sonrisa en sus labios mostró que no tenía ninguna intención de dejar pasar el tema.

—Solo digo, Rei. —continuó Asuka, su voz teñida de diversión—. Es difícil no notar... todas esas marcas.

Shinji, que estaba sentado cerca, miró nerviosamente a su amiga adoptiva, claramente incómodo con la conversación. Pero antes de que pudiera intervenir, Kaworu, que estaba observando todo con una expresión de serenidad habitual, intervino.

—Lo importante es que ambos están bien, ¿no? —dijo Kaworu con su tono suave y comprensivo, siempre el pacificador del grupo.

T/N, que finalmente parecía darse cuenta de las miradas y los comentarios a su alrededor, se rascó la cabeza con una sonrisa tonta.

—Ah, supongo que estamos recibiendo mucha atención, ¿eh? —dijo, tratando de suavizar el ambiente con su actitud despreocupada.

Hikari, la representante de la clase, que siempre se preocupaba por el bienestar de sus compañeros, intentó desviar la conversación hacia algo más neutral.

—Bueno, mientras nadie haya salido lastimado, creo que deberíamos concentrarnos en la lección de hoy. —sugirió, su voz llena de autoridad.

Pero antes de que alguien pudiera responder, Toji y Kensuke se acercaron a T/N, ambos con expresiones que oscilaban entre la admiración y la incredulidad.

—Oye, T/N, —dijo Toji, sus ojos abiertos de par en par—. ¿Qué pasa con todas esas marcas, amigo? ¿Tuvieron una pelea o algo así?

Kensuke, siempre el bromista, añadió:

—Sí, parecen las huellas de una batalla épica.

T/N rió suavemente, encogiéndose de hombros con una mirada traviesa en sus ojos.

—Algo así. —respondió, sus palabras lo suficientemente vagas como para mantener la curiosidad pero sin revelar demasiado.

Rei, que había estado observando la interacción con una mezcla de irritación y diversión, finalmente decidió intervenir. Se levantó de su asiento y se acercó a T/N, colocando una mano firme pero afectuosa sobre su brazo.

—T/N no tiene que explicar nada a nadie. —dijo, su voz firme y protectora—. Lo que pasó es entre nosotros, y no es asunto de los demás.

La clase cayó en un silencio incómodo por un momento, sorprendida por la defensa feroz de Rei. La chica normalmente reservada y tranquila estaba mostrando un lado protector y posesivo que pocos habían visto antes.

Misato, la profesora de educación física que a veces ayudaba en las clases de salud, entró en ese momento, trayendo consigo su energía usualmente vibrante.

—Bueno, parece que hay muchas distracciones hoy. —comentó con una sonrisa, su mirada vagando de Rei a T/N—. Pero, chicos, hay que concentrarse en la lección. Los asuntos personales pueden esperar hasta después de la clase.

Con esa declaración, el aula volvió lentamente a su estado normal de ruido y conversación, aunque las miradas furtivas y los susurros continuaron.

Asuka, no queriendo dejar el tema tan pronto, se inclinó hacia Shinji y susurró en voz baja.

—¿Te das cuenta de lo rápido que defendió a T/N? —dijo, con una ceja levantada—. Esos dos están más cerca de lo que pensaba.

Shinji asintió, aunque una expresión de incomodidad persistía en su rostro.

—Sí, lo noté. —respondió, su voz apenas audible—. Pero no creo que debamos meternos en sus asuntos.

Kaworu, que estaba sentado cerca de ellos, sonrió suavemente.

—El amor tiene muchas formas. —dijo en su tono habitual de misterio—. Es bueno ver que se cuidan mutuamente.

La clase continuó, pero el incidente de la mañana dejó una huella visible en el ánimo de todos. Los estudiantes seguían lanzando miradas a Rei y T/N, intentando adivinar más detalles sobre la noche anterior sin decir una palabra.

T/N, que finalmente se sentó junto a Rei, le dio un apretón de mano bajo el escritorio, un pequeño gesto de apoyo que pasó desapercibido para la mayoría, pero no para Rei. Ella respondió apretando su mano de vuelta, una pequeña sonrisa curvando sus labios.

—Gracias por defenderme. —susurró T/N, su voz llena de gratitud.

Rei lo miró con ojos suaves, su irritación anterior desvaneciéndose en la calidez de su mirada.

—Siempre estaré a tu lado, T/N. —respondió en un susurro—. Somos más que simples compañeros de clase. Somos más que eso... mucho más.

Y con esa promesa silenciosa, el día continuó, lleno de clases y tareas, pero también de la creciente conexión entre Rei y T/N. Para ellos, las marcas visibles en sus cuerpos no eran motivo de vergüenza, sino un recordatorio de la intensidad de su relación y el amor que estaban empezando a explorar juntos.

Eres un ángel?...[T/N x Rei Ayanami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora