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—Jimin. —se escuchó una voz.

—Min. —dijo mientras seguía fumando.

—Hace frío y podrías enfermarte. —le dijo y el otro río.

—¿Y eso en qué te afecta? —lo miro. —No estorbes así que ve a ser el heterosexual hijo de tus padres.

—Me alejé por mi bien. —dijo y el otro soltó una fuerte carcajada.

—Claro, porque ser gay es una enfermedad.  —suspiro.

—Te drogabas y me metiste a eso. —hablo y él otro se rio.

—Veo que tienes la realidad muy distorsionada. —se levantó. —el que era drogadicto y la vendía eras tú.

—No es cierto. —negó. —Mis padres.

—Tus padres son unos hijos de puta que luego de que te fuiste me acostaron por un largo tiempo. —tiró el cigarrillo al suelo. —incluso llamaron a la policía por drogas, pero no había nada.

—Ellos no me mentirían de esa forma. —negó.

—¿Por qué te haces el que no lo recuerda? —pregunto. —Qué acaso el extranjero te hizo olvidar las mierdas que hiciste y yo como idiota te encubrí.

El pálido se acercó al chico y lo tomó del cuello y Jimin no se movió, más bien lo miraba de manera retante. Este llevó su boca a la del contrario para besarlo y así obtener más información dicha, pues si descubría una mentira eliminaría al chico ahí mismo. Jimin empujó al pálido y se limpió la boca mientras se reía y se acomodaba la ropa.

—No me vuelvas a besar y hazme el favor de irte como lo hiciste hace cinco años. —le dijo. —déjame como un idiota esperándote en el puerto en aquella noche para irnos lejos de tu familia.

—Jimin no sabes con quién hablas. —lo amenazó.

—¿Ahora te crees la gran cosa Yoongi? —le dijo. —tus amenazas no me dan miedo, para mí estás muerto.

—No juegues con mi paciencia. —se acercó más al chico.

—Ya no somos nada. —le dijo. —solo admite que jugaste conmigo y ya. —suspiro. —yo me iré lejos así que ya no me verás.

—¿A dónde te irás? —le preguntó.

—No debe de importarte. —contestó. —Te vas a casar con una chica tal y como tus padres que para mí son un dolor de culo quieren.

Jimin solo dijo eso y se fue de ahí, el pálido se quedó ahí y volvió a la casa donde estaban los dos adultos esperándolo.

—¿Dónde estuviste? —preguntó la mujer. —¿Por qué no nos avisaste que saldrías?

—No tengo que darles explicaciones. —los vio. —Recuerden que solo hábito el cuerpo de su hijo muerto.

The Sea Creature [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora