The Sea Creature [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

24

El sonido de la respiración agitada de Jimin llenaba la habitación, pero no había consuelo en ella, solo el eco de su total sumisión. La criatura comenzó a moverse con una cadencia más pronunciada, guiando a Jimin con una firmeza que le impedía pensar en nada más que en el siguiente movimiento. Jimin sentía su propio cuerpo ceder, como si cada centímetro de su ser estuviera siendo moldeado según la voluntad de esa entidad oscura.

El calor entre ellos aumentaba, y Jimin se sentía más expuesto con cada segundo que pasaba. La criatura lo tocaba con ternura, con la determinación de alguien que sabe lo que quiere, que tiene un propósito claro. Jimin no podía pensar con claridad, sus pensamientos eran sólo fragmentos rotos de lo que una vez había sido, ahora ahogados por la voracidad de lo que lo poseía.

—Yoongi. —susurro Jimin. —Te amo.

—También te amo. —le dijo. —eres mío Jimin, solo mío.

Cuando ambos llegaron a sus orgasmos ambos sonrieron y se dieron un corto beso, Jimin no sabía por qué, pero se sentía cansado por lo que cerro los ojos y cayó profundamente dormido, la criatura luego de salir del interior de Jimin, miro su vientre y se mordió el labio el cual salió líquido negro.

Se inclinó sobre Jimin, su mirada fija en su vientre desnudo. Sus dedos trazaron un símbolo antiguo, complejo, mientras el líquido negro se absorbía lentamente en su piel. El diseño brilló un instante antes de desvanecerse, dejando la piel de Jimin aparentemente intacta, aunque ahora llevaba un secreto profundo.

—Será compatible. —murmuró Yoongi, sus palabras cargadas de certeza y algo parecido a un orgullo oscuro.

Su dedo se detuvo en el lugar donde dibujó el símbolo, presionando suavemente antes de apartarse. Se quedó sentado junto a él por unos instantes más, sus ojos oscuros observando cómo el pecho de Jimin subía y bajaba al ritmo de su respiración tranquila. Había cumplido con su parte, pero algo en su interior se retorcía, una mezcla de satisfacción y un rastro de duda que no podía ignorar.

—Eres más fuerte de lo que crees, Jimin. —susurró, inclinándose para dejar un último beso en su frente. —y sé que nuestro hijo lo será de igual forma.