The Sea Creature [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

29

Yoongi llegó a la casa y estaba listo para poner los términos de la boda con la chica, lo menos que quería era irse con ella lejos, pues el traspaso del embrión debía de ser cuidadoso, ya que la chica solo sería un recipiente. Cuando entró a la casa caminó con firmeza hacia el centro de la sala, su presencia imponente y su mirada fija.

Su decisión estaba tomada, y aunque su rostro permanecía neutral, una tensión palpable se sentía en el aire. No estaba dispuesto a permitir que las expectativas de la chica y sus padres alterarán lo que tenía planeado.

—No habrá luna de miel. —repitió, su voz fría y decidida, con una clara autoridad.

La chica lo miró, sorprendida, con un atisbo de desconcierto. Su expresión era una mezcla de frustración y decepción, como si no entendiera la gravedad de la situación.

—Pero Yoongi… —empezó a decir, tratando de encontrar una razón que lo hiciera cambiar de opinión.

Él la interrumpió con un gesto de la mano, no dispuesto a ceder.

—Ya te lo he dicho. —Su mirada se endureció, como si cada palabra que dijera estuviera marcando un límite irreversible. —No soy un hombre que se deje arrastrar por lo que se espera de mí, la luna de miel no tiene cabida en esto.

Los padres de la chica se intercambiaron miradas preocupadas. La madre abrió la boca para intervenir, pero Yoongi levantó una mano, pidiendo silencio.

—No hay espacio para distracciones. —Dijo esto con una frialdad calculada, dejando claro que su prioridad era el propósito de la boda, no las emociones involucradas.

La chica, visiblemente afectada, se levantó del sofá, tratando de sostener su compostura.

—No entiendo, Yoongi… ¿De verdad crees que esto es lo que quiero? Esto no es lo que soñé. —Su voz temblaba, aunque ella trataba de ocultar su vulnerabilidad.

Yoongi la miró fijamente, sin suavizar su expresión.

—Yo tampoco quiero esto, pero tenemos que ser claros. —La frialdad de sus palabras hizo que el ambiente se volviera aún más tenso.

La chica lo miró, y por un momento, parecía que las lágrimas asomaban a sus ojos, pero las contuvo rápidamente, girándose hacia sus padres, como si esperara que ellos pudieran intervenir. Los padres, sin embargo, no dijeron nada.

Yoongi se quedó en silencio un momento, evaluando la situación. Finalmente, habló nuevamente, su tono un poco más suave pero aún firme.

—Si sigues queriendo seguir adelante con esto, será bajo mis términos. —Miró a la chica con intensidad, como si esperara que ella aceptara sin más.

Hubo un silencio denso en la sala. La chica asintió lentamente, aunque el pesar era evidente en su rostro.

—Lo haré. —Dijo, su voz apenas un susurro. —Pero quiero que entiendas que esto no es lo que yo esperaba.

Yoongi no respondió. Simplemente, dio media vuelta, dispuesto a empezar a organizar lo que quedaba por hacer. Había llegado a un acuerdo, aunque no era el que todos querían. Lo importante era que ahora las reglas estaban claras, y no había vuelta atrás.