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Yoongi cerró los ojos, dejando que el agua cayera sobre su rostro, tratando de aclarar sus pensamientos. Pero cuanto más lo intentaba, más presente estaba la imagen de Jimin en su mente. Su sonrisa, su risa, la forma en que sus ojos se iluminaban cuando hablaba de algo que le apasionaba. Y sobre todo, la manera en que lo hacía sentir como si fuera alguien especial, alguien que merecía ser amado.

Con un suspiro, Yoongi apoyó las manos en las baldosas frías de la pared, dejando que la revelación se asentara en su mente. Tal vez no estaba listo para ponerle un nombre a lo que sentía, pero no podía negar que Jimin había despertado algo en él, algo que no sabía cómo manejar. Y aunque la incertidumbre era aterradora, la idea de alejarse de Jimin lo era aún más.

Finalmente, Yoongi terminó su ducha, sintiéndose un poco más tranquilo, aunque no menos confundido. Se secó y se vistió con la ropa que Jimin le había dejado. Al salir del baño, encontró a Jimin esperándolo en la sala, su mirada llena de una preocupación genuina.

Yoongi se acercó lentamente, tomando asiento a su lado. No dijo nada, pero en su interior sabía que algo había cambiado. Y aunque todavía no sabía qué haría con esos sentimientos, una cosa era segura: no quería alejarse de Jimin. No ahora, ni nunca y menos cuando este llevara a su hijo.

Después de que Yoongi salió del baño, se sentó junto a Jimin en el sofá, con una toalla aun colgando alrededor de su cuello. La tensión en la habitación era palpable, un peso silencioso que ambos sentían, pero ninguno sabía cómo abordar. Jimin miraba fijamente sus manos, que descansaban sobre sus rodillas, mientras su mente daba vueltas a todo lo que había sucedido entre ellos, tanto en el pasado como en esa noche.

—Yoongi… —Finalmente, Jimin rompió el silencio, su voz apenas un susurro.
—Hay algo que he estado queriendo decirte desde hace un tiempo, pero no sabía cómo hacerlo.

Yoongi giró la cabeza para mirarlo, sus ojos oscuros observándolo con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—¿Qué es, Jimin? —pregunto.

—Lo nuestro… —Jimin respiró hondo, reuniendo el valor necesario para decir lo que su corazón había estado gritando desde hacía mucho tiempo. —Lo que teníamos antes, lo que pasó entre nosotros… no puede volver a suceder.

Las palabras cayeron como una losa en el pecho de Yoongi. Se quedó en silencio por un momento, procesando lo que Jimin había dicho.

—¿Por qué? —preguntó finalmente, su voz llena de una vulnerabilidad que raramente dejaba ver.

The Sea Creature [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora