27

275 57 1
                                    

Jimin sostuvo la mirada de Yoongi por un momento más, tratando de descifrar las emociones que se ocultaban en esos ojos oscuros. No era fácil; Yoongi siempre había sido un enigma para él, y ahora, después de lo que había sucedido, parecía aún más difícil entenderlo.

—No quiero que te alejes, pero... necesito respuestas, Yoongi. —Finalmente, Jimin desvió la vista, sus dedos tamborileando contra la mesa.

—Pregúntame lo que quieras. —Yoongi se recostó en la silla, su semblante sereno pero atento.

Jimin respiró hondo, tratando de ordenar sus pensamientos. Había tantas preguntas, tantas cosas que no encajaban en su mente, pero empezó con la más urgente.

—¿Que pasara con Suran? —pregunto.

—La dejaré. —Respondió sereno. —si me lo pides.

La respuesta de Yoongi dejó a Jimin sin aliento por un instante. No era lo que esperaba escuchar, y mucho menos con esa calma que parecía desafiar el peso de sus propias palabras. ¿Dejaría a Suran solo porque él se lo pidiera? La idea era abrumadora y, de algún modo, profundamente inquietante.

—¿Por qué lo harías? —preguntó Jimin en voz baja, con un atisbo de incredulidad.

Sus ojos buscaron los de Yoongi de nuevo, tratando de encontrar algún rastro de duda, pero lo único que encontró fue determinación.

Yoongi ladeó la cabeza ligeramente, como si la pregunta lo desconcertara.

—Porque tú importas más. —Su respuesta fue simple, pero la intensidad con la que lo dijo le provocó un escalofrío a Jimin.

El silencio entre ellos se alargó, pesado pero cargado de significado. Jimin quería sentirse aliviado, tal vez hasta halagado, pero en su lugar solo sentía un torbellino de emociones que no podía nombrar del todo.

—No es tan sencillo... —murmuró, bajando la mirada de nuevo a sus manos.

—Nunca dije que lo fuera. —Yoongi se inclinó hacia adelante, apoyando los codos sobre la mesa. —Pero si estar conmigo te pone en esta posición, entonces lo haré sencillo, tú decides.

La sinceridad en las palabras de Yoongi era abrumadora, y Jimin sintió que la presión en su pecho aumentaba. No quería ser el responsable de destruir algo que podría haber significado mucho para Yoongi, pero tampoco podía ignorar lo que sentía.

El dilema estaba ahora completamente en sus manos.

—Yoongi... no me pongas en esta posición. —Cerró los ojos con fuerza, deseando poder retroceder el tiempo.

—No soy yo quien lo está haciendo, Jimin. —La voz de Yoongi fue baja, casi un susurro, pero sus palabras eran como un golpe directo al corazón.

The Sea Creature [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora