Mine | Binwoo

15

—¿Cómo dijiste que se llama? —preguntó Minhyuk.

—Seungkwan—respondió Bin— Boo Seungkwan

Después de la cena con sus padres, el pelinegro volvió a su departamento y se encontró con su mejor amigo, ambos tenían las llaves del departamento del otro así que no era para nada extraño que Minhyuk estuviera ahí en su vivienda vaciando casi todo su refrigerador y despensa.

—Tiene un bonito nombre.

—No solo el nombre, él también es muy bonito —explicó el pelinegro con una sonrisa— además es muy agradable así que le pedí su número y quedamos en vernos mañana.

Minhyuk oía atentamente mientras comía una bolsa de papas fritas, al parecer el castaño había pegado fuerte en su amigo al igual que Dongmin hace un mes.

—¿Entonces te gusta? —preguntó inquisitivo.

—Sí, siento que es la persona de la cual puedo enamorarme y no va a lastimar a mi corazón.

—Claro, ¿no cómo Dongmin verdad? Que si te lastima —Minhyuk dejó las papas a un lado y se puso más serio— porque aunque lo quieras ocultar se nota que ese chico te atrae más de lo que quisieras aceptar y te duele no poder tenerlo porque a pesar de todo sigue casado, es por eso que te comportas frío con él, pero siguen teniendo sexo como si eso no empeorara tu situación.

Bin se quedó callado pensando en todo aquello que el peligris había dicho descubriendo que cada palabra era cierta, le dolía que su relación con el rubio, si es que había una relación, solo fuera en la cama y listo, él también quería tener citas como una pareja normal pero sabía que Dongmin no le podía dar eso así que como una forma de proteger su corazón prefería evitar decirle palabras bonitas o tener acciones cariñosas, prefería que todo se quedara en la cama ocultando así los sentimientos que había desarrollado por su amante, no lo amaba aún pero si seguía viéndolo no tardaría en hacerlo.

—Si en serio quieres intentar algo con Seungkwan, deja a Dongmin—continuó Minhyuk— o cuando todo se ponga peor, te va a pesar.

—¡No puedo! —el pelinegro llevó sus manos hacia su cabeza y se jaló su cabello suavemente— aunque quiera no puedo, Dongmin se ha metido muy dentro de mí y no puedo mantenerme alejado de él, es como una droga que tengo que consumir para poder estar tranquilo aun con las migajas que obtengo.

ººº

Eran las diez de la noche y la fiesta recién comenzaba, Dongmin y In-yop estaban junto a los padres del último tomando una copa de champán y conversando.

—Te ves tan precioso como siempre, querido —halagó la señora Hwang al rubio.

—Muchas gracias Yujin—sonrió— tú también te ves muy bien.

—Mi esposo es el más lindo del mundo —agregó In-yeop.

—Y mi esposa la más linda del mundo —habló el señor Hwang— sin duda nos ganamos la lotería con nuestras parejas, ¿verdad hijo?

—Totalmente de acuerdo.

Siguieron conversando y saludando a los conocidos que iban llegando a la celebración, los primeros cuarenta minutos el rubio la pasaba bien pero después se comenzó a aburrir ya que sus suegros y esposo se alejaron para hablar de trabajo con algunos invitados que se dedicaban al negocio de la tecnología también.

—¿Qué hace mi lindo hijo tan solo?

Dongmin reconoció la voz de su madre y enseguida se giró para abrazarla, hace mucho que no la veía ya que ella y su padre se la pasaban viajando haciendo contratos con empresas extranjeras, ellos tenían una empresa de alimentos llamada "Good Food" la cual lideraba el mercado de su rubro.

—Mamá —sonrió— han pasado meses desde que no nos vemos.

—Lo sé, el trabajo me tiene muy agotada —suspiró cansada— ¿Cómo has estado?

—Bien, ya sabes In-yeop y yo aún seguimos intentando tener un bebé —explicó con tristeza.

—Oh lindo, lo lograrán —acarició el rostro de Dongmin— solo es cuestión de tiempo y en el momento menos pensado llegará.

—Eso espero, ¿y papá?

—No pudo venir, él está más agotado que yo. Pero me encargó que te dijera que te ama mucho y...

—Yo también lo amo, pero ¿Qué más te dijo?

La señora suspiró y tomó las manos del rubio, lo que le iba a decir sabía que no iba a ser del agrado de su hijo.

—Que ya era hora de que te hicieras cargo de la empresa.

Dongmin se soltó del agarre de su madre y adoptó una actitud incómoda, desde pequeño nunca le interesó trabajar en la empresa sencillamente esa no era su vocación.

—No mamá, sabes que yo no quiero eso para mi vida.

—Lo sé amor, pero eres nuestro heredero y quieras o no debes hacerlo.

—No es justo.

—No te pido que te encargues al cien por ciento, quizás puedes encontrar a alguien de tu confianza para que se haga cargo pero debes ir a revisar cómo marcha todo de vez en cuando , promete que lo pensarás ¿sí?

—Está bien —bufó— pero no te aseguro nada.

Su madre asintió conformé, eso era suficiente por ahora.

Por otro lado los nervios de Dongmin hacían acto de presencia, ¿por qué de pronto todas las cosas parecían complicarse en su vida?