Mine | Binwoo

33

La luz amarilla de la lámpara iluminaba la habitación y por el reproductor de música sonaba "Into it" de Chase Atlantic.

Dongmin se encontraba desnudo recostado sobre la amplia cama, mientras que Bin desnudo también estaba sobre él repartiendo besos sobre toda la extensión de su torso, los besos fueron bajando hasta llegar al vientre bajo del rubio donde reposaba su erección, a la cual lamió sacando un gemido agudo de los labios de Dongmin, de pronto su cara se hundió en los muslos internos del menor succionándolos, esta vez el pelinegro se estaba tomando el tiempo de explorar cada detalle del cuerpo de Dongmin descubriendo algunos lunares y algunas zonas erógenas que no conocía en él.

—Abre más tus piernas, cariño —dijo Bin— déjame probarte.

El rubio tragó saliva e hizo lo que el pelinegro le pidió moviendo su pierna derecha, inmediatamente Bin bajó su rostro a la entrada del menor y dio toques con su lengua moviéndola de arriba a abajo e introduciéndola dentro de Dongmin.

—Binnie, entra ya me estás volviendo loco —pidió mientras se deshacía en la cama— fóllame de una vez.

—¿Me quieres dentro de ti? —susurró el pelinegro en el oído contrario.

—Sí —respondió con las mejillas rojas.

Bin se separó un poco del cuerpo de Dongmin y se estiró para alcanzar abrir el cajón de su mesa de noche y sacó un condón, lo estaba abriendo cuando una de las manos de Dongmin lo detuvo.

—No —dijo el rubio— quiero sentirte piel con piel.

—¿Estás seguro?

—Sí, hace poco empecé a usar anticonceptivos.

Bin asintió y alineó su miembro a la entrada de Dongmin que estaba tan húmedo que se deslizó con facilidad, esperó un poco hasta que el menor se acostumbrara y comenzó a moverse a la par que devoraba la boca del menor, mientras este tocaba los pectorales de Bin disfrutando el momento hasta que el pelinegro se comenzó a clavar con más fuerza tocando su punto dulce.

—Ah... sigue —gemía el rubio llevando sus manos a la ancha espalda de Bin arañándola, pues ya no aguantaba todo el placer que se le estaba otorgando.

El pelinegro comenzó a penetrarlo más rápido tratando de no mover la pierna izquierda del contrario, no quería accidentes.

Cada vez se sentía más apretado y ya no faltaba mucho para la liberación de ambos, solo necesitaron dos estocadas más para que terminaran juntos, Bin dentro del rubio y este sobre su pecho y vientre del pelinegro.

—Me fascinas —dijo Bin abrazando al rubio— en todos los sentidos, creo que nunca voy a tener suficiente de ti.

—Me pasa igual, Binnie—respondió Dongmin— te amo.

Unieron sus bocas una vez más y se besaron lentamente transmitiendo todo lo que sentían el uno por el otro.

—Iré a bañarme —avisó el mayor— la pizza no debe tardar en llegar.

Dongmin asintió observando al pelinegro perderse por la puerta del baño mientras él se envolvía con las blancas sábanas dispuesto a quedarse en la cama, pues ya estaba calentito y de ahí nadie lo sacaría.

ººº

—Así nunca lo recuperarás —decía una mujer de cabellos azabache— lo primero que debes hacer es dejar de tomar.

In-yeop quien la escuchaba viró los ojos y como ignorando lo último dicho por la mujer cogió la botella de vino que estaba sobre la mesa de centro en su sala y se sirvió una copa, realmente no entendía qué hacía la madre de Dongmin en su casa, bueno Sooyoung ya le había explicado que su hijo estaba con un "modelito de cuarta" y que ningún futuro bueno le esperaba junto a él, por eso quería que In-yeop reconquistara a Dongmin.

Pero ¿no se supone que toda madre debe apoyar a su hijo en cualquier situación? eso era lo que no comprendía In-yeop, que ella no quisiera la felicidad de su hijo solo por el dinero por qué así lo entendía él y estaba en lo correcto, Sooyoung no quería que Dongmin esté junto a Bin por qué este último solo era un modelo en ascenso y aunque se estuviera haciendo muy famoso a nivel mundial el dinero de él jamás podría igualar a la fortuna de In-yeop.

—No quiero recuperarlo —dijo— y no por qué no lo ame aún, sino porque sé que su felicidad no está conmigo y yo quiero que él sea feliz a pesar de todo.

—No seas patético —bufó la azabache— ¿Cómo podría ser feliz al lado de alguien que no ha logrado mucho en la vida? ¿Quién nos asegura de que el tal Bin no está con Dongmin solo porque es heredero de mi empresa? Eso de ningún modo estaría bien.

—No quiero ser descortés, Sooyoung, pero creo que esto no nos incumbe ni a ti ni a mi, solo Dongmin puede determinar lo que está bien y si él cree que estar con el modelo es lo correcto pues así será.

La mujer al ver que In-yeop no la ayudaría con lo que traía en mente se puso de pie y salió enojada de aquella casa sin decir nada más, su plan había fallado pero ella no se daría por vencida tan fácilmente, estaba muy segura de que encontraría a alguien que la ayudara a separar a su hijo de Bin, porque de ninguna manera aprobaría esa relación.