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Un par de esposos esperaban ansiosos los resultados de la prueba de embarazo que se acababa de hacer el menor de la relación, Dongmin, un joven rubio de veintitrés  años.

Desde hace un año, que fue el tiempo que llevaban casados, estaban buscando tener un hijo sin éxito alguno, ya habían intentado con suplementos, pastillas e inclusive con posiciones distintas a la hora de tener sexo pero nada, el rubio no podía quedar embarazado y aquello los frustraba mucho, tanto que ya estaba dañando su relación.

—¿Qué salió? —preguntó In-yeop con muchas expectativas.

—Negativo —respondió cabizbajo.

—No lo entiendo, se supone que estamos tomando en cuenta tus días fértiles para que puedas embarazarte, pero claramente algo estamos haciendo mal —soltó un tanto enojado— a no ser que tú...

—¿Yo qué?

—A no ser que tú seas estéril.

El rubio abrió tan grande sus ojos que casi se le salen, no podía creer lo que acababa de escuchar de su esposo, entendía que In-yeop esté dolido, pero decir tal cosa ya era demasiado pues Dongmin también estaba muy triste.

—¿Es una broma?

—Claro que no —dijo In-yeop— algo debe estar mal en ti y es por eso que no podemos tener un hijo, nos hemos pasado un maldito año tratando y hasta ahora no hay más que negativas y sinceramente ya me harté.

Fue lo último que dijo para después salir de la casa dando un portazo que resonó en todo el lugar estremeciendo al rubio, que ahora en la soledad de su habitación lloraba, jamás se imaginó llegar a una situación así.

Miró una vez más la prueba de embarazo con la esperanza de encontrar las dos rayitas de esta pintadas mas no sucedió y una vez más su corazón se estrujo, sería una injusticia que la vida lo castigue con la desdicha de la infertilidad ya que desde que era un adolescente le gustaban los niños y su sueño era formar una familia con muchos hijos propios.

Cuando se casó con In-yeop ese sueño comenzó a realizarse ya que él también quería una gran familia, pero a medida que los meses transcurrían y el seguía sin embarazarse su sueño comenzó a declinar y la relación con su esposo se fue quebrando hasta hoy, que terminó por colapsar.

—Todo irá bien —se consoló a sí mismo y con el dorso de su mano se limpió las lágrimas— si In-yeop se fue, yo también.

Se dirigió a su closet y de este saco un abrigo largo de color gris el cual combinó con unos jeans negros y una camiseta blanca de cuello tortuga. Cuando terminó de vestirse se peinó y maquilló sutilmente y salió de su casa tomando un taxi en dirección a un club que había visto hace días mientras paseaba.

Al llegar al lugar pudo observar los llamativos colores del letrero y percibir la fuerte música que se escuchaba hasta la calle, tomó aire y se adentró al club, las personas bailaban y tomaban que por un momento Dongmin quiso arrepentirse y volver por donde vino, pero había algo que no lo dejaba así que tomando valor se acercó a la barra y se sentó en una de las sillas.

—Me da un coñac por favor —pidió al barman.

—Claro, en un momento.

«Quizás hubiera sido buena idea llamar a Myungjun y decirle que venga conmigo» pensó, pero ya era tarde y su mejor amigo no podía salir a esas horas ya que tenía una bebé de apenas cinco meses y debía cuidarla, claro que su esposo Jinwoo le ayudaba pero él era algo... torpe así que Myungjun prefería encargarse él mismo de su hija.

—Aquí tiene su coñac —el barman extendió la bebida hacia Dongmin.

—Gracias.

Tomó el vaso y de un solo sorbo se tomó todo el líquido, todo eso bajo la atenta mirada de un pelinegro que desde que Dongmin llegó no le podía quitar la vista, el rubio era muy hermoso a su parecer.

—Ya vuelvo —dijo el pelinegro a Minhyuk quien era uno de sus amigos con los que estaba.

—Nuestro Bin está de caza —comentó y el resto del grupo solo rieron y siguieron bailando.

Bin iba muy decidido a hablarle y quizás a proponerle algo más a aquel rubiecito hasta que estuvo lo suficientemente cerca y lo vio derramar unas cuantas lágrimas, algo en él se prendió y aceleró sus pasos en dirección a Dongmin, pues sea lo que sea que le esté pasando al rubio no merecía sus lágrimas.

Sin duda esa noche sería inolvidable para ambos y marcaría un nuevo destino para sus vidas.



Primer capitulo de esta adaptación :)

Mine | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora