23

103 17 0
                                    

—¿Qué voy a hacer? —el rubio lloraba caminando por toda su habitación— In-yeop no me lo va a perdonar jamás.

A este punto Myungjun ya no entendía nada ¿no se suponía que ambos morían por un hijo? entonces no tenía sentido lo que Dongmin decía, In-yeop no tenía que perdonarle nada, al contrario debería agradecerle por ser quien lleve a su hijo.

—Eres tan estúpido Dongmin—se decía a sí mismo— pero después de la última vez si me tomé la pastilla, ¿entonces cuando fue?

Aquella confesión alarmó al pelirrosa, él no sabía que Dongmin tomaba pastillas, ya tenía muchas dudas así que era hora de obtener respuestas.

—En este mismo instante me vas a explicar todo.

—Ay Myungjun—dijo y se abrazó de su amigo— soy de lo peor, no quería contarte porque sabía que te enojarías pero supongo que ya no lo puedo ocultar más.

El rubio contó cada detalle de su "relación" con Bin y Myungjun no podía creer lo que oía, jamás se imaginó que el amigo con los principios más arraigados terminara siéndole infiel a su esposo, no lo entendía ¿acaso su relación con In-yeop estaba mal? si era así pues no lo parecía ambos se demostraban cariño y su esposo nunca le dio motivos para buscar afecto en otro hombre ¿entonces qué es lo que pasó? apenas llevaban un poco más de un año casados, prácticamente deberían seguir en su luna de miel y no estar en esta situación.

—No sé qué decirte —habló con la mirada clavada en el piso.

—Dime que crees que soy un tonto y un descarado por serle infiel a la persona que me da todo el amor del mundo —dijo el rubio hipando.

—No lo voy a hacer porque no eres un tonto Dpngmin, fallaste sí y ahora debes asumir la responsabilidad de tus actos y mientras lo hagas yo voy a estar apoyándote en todo, solo hay una cosa que no me cuadra, si dices que en todo momento usaron protección no entiendo como es que ahora esperas un hijo suyo.

—Tal vez fue la noche en que nos conocimos, ambos estábamos tan borrachos que dudo que hayamos usado condón.

—Mierda... ¿tú quieres tener al bebé?

Dongmin se quedó pensando en la pregunta, él sí quería tener al bebé aunque con eso todo el mundo le cayera encima, aunque no tuviera el apoyo de sus padres ni de él hombre con el que lo engendró, total su sueño era ser padre y por fin se estaba cumpliendo, no como le hubiera gustado pero por lo menos lo cumplía.

—Lo voy a tener y... tendré que hablar con In-yeop, sé que se querrá divorciar de mi y está en todo su derecho.

—¿Ya no lo amas?

—Nunca lo amé, solo lo quise y lo quiero.

Todo era un jodido problema, todo estaba de cabeza.

Myungjun convenció a Dongmin de ir al médico para que le dijeran el tiempo exacto que tenía para comprobar si las fechas coincidían con la primera noche que pasó con Bin, por eso ahora se encontraban en camino del hospital.


ººº


—Mira amor, ¿te gusta? —preguntó Seungkwan enseñándole el abrigo que se quería comprar.

Bin asintió y dejó que el castaño siguiera con sus compras, habían decidido salir para distraerse ya que los últimos días el pelinegro estaba muy estresado, él le decía a su novio que era por el trabajo pero eso no era cierto, lo que él tenía era tristeza por ya no ver ni tener al rubio, habían sido muchas noches que había retenido el impulso de llamarlo y pedirle que se vieran, inclusive había ido un par de veces a la casa de Dongmin con la intención de verlo aunque sea de lejos, también había ido al parque donde una vez lo vió haciendo ejercicios pero todas aquellas cosas no tuvieron éxito.

Justo ahora tenía el móvil en sus manos y estaba leyendo todos los mensajes que en su día se mandaban con el rubio y descubriendo que nunca se atrevieron a hablar más de su vida personal quizás por miedo o quizás por no querer mezclar las cosas, al fin y al cabo ellos debían ser solo amantes.

Suspiró guardando su móvil en el bolsillo delantero de sus jeans y se dedicó a contemplar a Seungkwan, aquel muchacho que un día encontró y que a partir de aquel momento se encargaba de querer iluminar su vida. No podía negar que era muy lindo y que sus ojos lo hipnotizaban, pero... no eran los ojos color miel de Dongmin, no eran las facciones de su rubio.

Bin estaba jodido, ¿Cómo era posible enamorarse de alguien en tan poco tiempo? y lo peor de todo era que ni siquiera sabía con exactitud qué es lo que Dongmin sentía por él.

—Listo Bin—dijo el castaño— ya tengo el outfit que llevaré para la cena con tus padres.

—Apuesto que te verás hermoso —se agachó dejando un beso en los labios del contrario.

Necesitaba enamorarse de Seungkwan, haría lo que fuera necesario hasta conseguirlo y por fin darle lo que se merecía.

Mine | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora