—¡Sí, te mentí e inventé todo! —aceptó Seungkwan con rabia— ¡todo fue por tu culpa, Bin! ¡¿Crees que no sé de todas tus aventuras con este?! —señaló al rubio— ¡Sé que la primera noche que te acostaste conmigo fue para borrar el rastro de tu amante, porque antes de estar conmigo ya habías tenido sexo con él! ¡¿Me equivoco?!
El castaño no podía parar de llorar al recordar cada mentira que le había dicho el pelinegro en su momento. Él sabía muchas cosas, entre ellas, que Bin jamás llegaría a amarlo, fue por eso que recurrió al embarazo pero para su desgracia salió mal.
—No dices nada porque sabes que es cierto —soltó una risa amarga— ¿Sabes? aquel día del accidente de Dongmin, yo lo vi todo y no te imaginas la gran satisfacción que me dio cuando lo atropellaron y a causa de eso perdió a su hijo, creí que quedaría con secuelas irreversibles, pero me equivoqué, quizás en vez de una camioneta, debí contratar un tráiler para que lo arrolle.
El causante del accidente de Dongmin había sido Seungkwan, y eso enfureció a Bin, quien se quiso abalanzar sobre él pero fue detenido por el rubio, que aunque estaba afectado, aún quería seguir escuchando lo que tenía para decir Seungkwan.
—Lamento arruinar tu vida perfecta Moon, pero tú me obligaste a actuar de la forma en que lo hice, yo solo quería que me amaras, pero ¿Cómo podía pedir eso? si ni siquiera mi propia madre me amó y se marchó. Solo espero que tu noviecito te ponga el cuerno de la misma manera en que lo hizo con su esposo, y con respecto a ti —dijo refiriéndose a Dongmin— ojalá que después de tu aborto tu vientre haya quedado seco y nunca más puedas tener hijos.
Dicho todo eso Seungkwan se dio media vuelta y desapareció, dejando a la pareja perpleja sin saber cómo reaccionar.
Luego de unos minutos después de procesar todo, Dongmin rompió en llanto y enseguida fue abrazado por su novio.
—¿Cómo puede existir alguien tan cruel? —dijo llorando— jamás le hice nada.
—Ya sé, cariño —Bin besó su frente— pero todo lo último que dijo es basura al igual que él, no le hagas caso, verás que seremos felices y tendremos muchos mini Minnies corriendo por la casa.
—Yo quiero mini Binnies—dijo el rubio sonriendo entre lágrimas, muy tierno ante los ojos del pelinegro.
Bin sonrió y besó su frente.
—Entonces serán mini Minnies y mini Binnies—respondió— amo ver tu sonrisa, es demasiado hermosa.
—Bueno, si quieres verme sonriendo por más tiempo, deberíamos comenzar con la fabricación de los bebés.
—¿Ahora? —preguntó sorprendido por el cambio repentino de Dongmin.
—Ahora.
Bin cerró la puerta y con su novio en brazos llegó hasta la habitación, y tal como sugirió Dongmin, comenzaron a hacer a su futuro hijo o hijos.
ººº
Lee Sooyoung volvía a su empresa después de varios días, pues no se sentía capaz de mirar a la cara a su esposo, inclusive se había ido a otra de sus propiedades para vivir ya que en su mansión vivía Hamin y no quería incomodarlo.
Los empleados de "Good Food" veían a la mujer caminar por los pasillos y se sorprendían, pues no quedaba nada de la imponente mujer que había sido su jefa, ahora en su rostro se podían apreciar grandes ojeras y en general lucía muy demacrada.
Al llegar a la oficina donde Hamin estaba tomó aire como para reunir fuerzas y por fin ingresó.
El señor Lee estaba revisando algunos documentos junto a Park Jinwoo, cuando la puerta fue abierta, elevó su vista y se encontró con los ojos tristes de su aún esposa, ella lucía muy delgada como si no hubiera probado bocado desde la última vez que se vieron.
Jinwoo hizo una reverencia y salió de la oficina para darle espacio al matrimonio, una vez que estuvieron completamente solos no sabían qué decir, parecían dos extraños.
—Hola... —Sooyoung fue quien habló primero— te he extrañado mucho.
Hamin quiso correr y rodearla con sus brazos, él también la había echado de menos, pero se contuvo, la mujer frente a él había lastimado el corazón de su hijo y eso era imperdonable para él, por esa razón abrió el segundo cajón de su escritorio y sacó un sobre que contenía unos papeles muy importantes.
Miró el sobre durante unos segundos y con el dolor se su corazón se lo entregó.
La mujer lo tomó confundida y mientras lo abría, su esposo continuó hablando tratando que la voz no se le quiebre.
—In-yeop y Dongmin ya se divorciaron —suspiró— ahora nos toca a nosotros, Sooyoung.
La mujer soltó los papeles de inmediato esparciéndolos por el piso y elevó su mirada buscando una explicación.
—Yo te amo, Hamin —dijo al borde de las lágrimas— se que me equivoqué, pero por favor no me castigues de esta manera.
—Será mejor que recojas los documentos y los firmes —dijo— no prolonguemos más esto, la mitad de las acciones de la empresa son tuyas, al igual que la mitad de nuestras propiedades, puedes hacer lo que quieras con ellas.
—Hamin...
El nombrado salió de su oficina, se dirigió a los servicios higiénicos y dejó que las lágrimas salieran calmando la opresión de su pecho.
Por otro lado, Sooyoung también lloró enojada con ella misma, porque por sus malas acciones perdió a su hijo y al hombre que amó desde que era una adolescente.
Con las pocas fuerzas que le quedaban reunió todos los papeles y los firmó, para después dejar todo sobre el escritorio de su esposo... ex esposo y salir del edificio.
Otro caso de una historia de amor que llegó a su final.

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Mine | Binwoo
FanfictionDongmin lleva un año de casado y tras una discusión con su esposo sale de casa en busca de algo de distracción llegando a un club donde conoce a Bin, un pelinegro que desde que vio a Dongmin entrar a aquel lugar, quedó hipnotizado con su belleza. O...