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—¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Aún no he concebido y Bin mañana mandará a su abogado para fijar una fecha para hacerme el ADN! —se quejó Seungkwan ante la mirada con desdén que le daba Sooyoung.

—Cuando te dirijas a mí, no grites —dijo la mujer levantándole la barbilla— no soy una empleada tuya así que respétame, y cálmate, todo tiene solución en esta vida —sonrió— solo prolongaremos la fecha de la prueba y si no se puede tendremos que falsificar todo desde ahora.

El castaño miraba como la calculadora mujer hablaba como si el mundo fuera de ella y en parte lo asustaba pero también la necesitaba así que hasta lograr su objetivo mantendría comunicación con Sooyoung, después de eso no quería volver a verla.

Estaban en la clínica donde se realizaría la inseminación, todo el proceso se hizo durante la noche y con personal de confianza, ya solo faltaba que unos días después se hiciera los exámenes para ver si el cuerpo de Seungkwan había recepcionado bien alguno de los espermatozoides que le inseminaron, y si todo salía positivo solo significaba que el castaño logró embarazarse


ººº


—Buenos días —saludó Dongmin.

—Hola —Jungkook devolvió el saludo sin muchos ánimos.

El rubio notó la actitud del pelinegro, estaba así desde ayer y ya se estaba preocupando, ¿se habría arrepentido de vivir con él?

Dongmin se levantó de la cama y salió de la habitación encontrándose con el mismo desastre del día anterior, prácticamente toda la sala estaba destruida.

El rubio no sabía qué era lo que había pasado ya que no quiso preguntar, pero era momento de enterarse.

Volvió a la habitación y se paró frente a Bin, quien aún seguía pensando con la vista pegada al techo.

—Ayer no quise decir nada para no alterarte más de lo que estabas, pero ya es hora que me expliques que le ocurrió a la sala y que te está ocurriendo a ti.

Bin suspiró y se obligó a mirarlo, nunca pensó que estar con Dongmin se volvería tan difícil y no por no amarlo porque él lo hacía con todo su corazón, sino por el entorno, era como si el universo no los quisiera juntos y por eso les ponía mil trabas.

—Le exigí a Seungkwan que nos hiciéramos el ADN, enloqueció y rompió todo, así que tomaré las cosas por la vía legal. Con respecto a mí, estoy cansado —suspiró— harto de no poder tener un segundo en paz, entre mi trabajo, el embarazo de Seungkwan y tú, siento que ya no puedo respirar y no sé cuánto tiempo más voy a poder soportar esto.

El rubio asintió comprendiendo todo, todo lo que Bin estaba pasando era por su causa y lo que menos quería era convertirse en un peso para él.

—Lo siento, no pensé que estar conmigo te abrumara.

—No es eso —Bin se puso de pie— me abruma amarte a escondidas, es como si el único lugar donde podemos ser libres es este departamento y yo muero por salir a pasear contigo, viajar a otros lugares, tomarte de la mano en público, solo quiero poder amarte de verdad porque así, no se siente bien.

—¿Te has puesto a pensar en que de repente nunca se va a poder? —dijo con un nudo en su garganta— si los medios se enteran de todo este enredo amoroso siempre seremos tachados y nunca vamos a ser libres, Binnie, tal vez sea hora de...

—No lo digas, Dongmin—cortó lo que el rubio estaba por decir— encontraremos la forma, siempre lo hemos hecho.

—Binnie... creo que debemos dejarnos ir —una lágrima cayó— ya no quiero que te sientas mal por la situación, de hecho yo también me siento así, hace mucho tiempo que perdí la paz, eso no es sano para ninguno de los dos.

Bin negó con la ceba y lo abrazó, no quería perderlo, no podía dejar ir a la persona que más amaba, pero ambos necesitaban un tiempo para ordenar sus ideas así que lamentablemente esa mañana, Dongmin tomó todas sus cosas y se marchó del departamento de Bin.

Suerte que aún tenían un ángel guardián que no permitiría que los dos enamorados se alejaran por mucho tiempo y esta vez la permanencia, sería para siempre.

Mine | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora