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Dongmin subió corriendo las escaleras del edificio donde vivía Bin, pues no quería pasar más tiempo lejos de su amor y eso que solo había estado separado del pelinegro unas cuantas horas.

Dio un par de golpes a la puerta y esperó con impaciencia a que esta se abriera, cuando por fin ocurrió los ojos del par de enamorados brillaron, sus cuerpos se unieron en un abrazo y sus lenguas danzaron en sincronía.

El corazón de ambos latía a mil, tan fuerte que si sus jadeos no fueran más sonoros, se oirían a la perfección.

—Cariño... —dijo Bin confundido. Él estaba feliz por el regreso de su rubio, pero no entendía por qué lo había hecho si hace unas horas se había marchado pidiéndole un tiempo.

—Alejarnos fue un error, mi amor, pero fue necesario para descubrir algunos hechos que aunque han destrozado una parte de mí, sirvieron para que de ahora en adelante nos mantengamos unidos.

Bin una vez más, no entendía a lo que se refería Dongmin, pero todas sus dudas se disiparon cuando la persona frente a él le explicó cada detalle, su corazón dolió porque vio a Dongmin llorar aún procesando lo que su madre hizo y también porque no pensó que Seungkwan fuera ese tipo de persona, ya que aunque no lo amaba, a pesar de todo si le tenía un gran estima.

—Lo que hicieron fue muy feo, pero así como lo dijiste, gracias a eso podemos estar juntos.

—Para siempre.

Se sumergieron una vez más en uno de los tantos besos a los que ya estaban acostumbrados a darse y poco a poco fueron subiendo de tono hasta que sin darse cuenta, sus cuerpos se encontraron desnudos, bajó las blancas sábanas de la cama.

Bin estaba sobre Dongmin, hundiéndose dentro de él y disfrutando la sensación como nunca antes, porque ahora eran libres de amarse. Ya nunca más ninguno de los dos sería "el otro"

Con un fuerte y sonoro suspiro la pareja llegó a su liberación y está vez, a diferencia de otras, no tuvieron sexo para saciar el hambre de sus cuerpos, si no para llenar a sus corazones tan necesitados.

Fue la primera vez que hicieron el amor.


ººº


El tiempo ya había pasado y Boo Seungkwan estaba cumpliendo dos meses de embarazo.

Hasta ahora no había buscado a Bin y por ende hoy lo iba a hacer. Le exigiría que se haga responsable de él y de su hijo.

Desde que logró concebir había perdido toda comunicación con Sooyoung, y aunque intentó llamarla nunca más le contestó, así que supuso que todas las cosas marchaban bien, de lo contrario la mujer se lo habría notificado, ¿no?

Seungkwan se bajó del taxi y subió al piso dónde vivía el pelinegro. Se apresuró a tocar la puerta e inmediatamente puso su mejor sonrisa.

El pedazo de madera se abrió dejando ver a un rubio recién despertado, que frotaba sus ojitos para poder acostumbrarse a la claridad de la mañana.

El rostro de Seungkwan se desfiguró por completo, ¡¿qué demonios hacía Park Jimin en la casa de Bin?!

Cuando Jimin cayó en cuenta de la persona que estaba frente a él, sus ojos se volvieron sombríos, pues le resultaba muy descarado por parte del castaño que llegara así sin más, mostrando su hipócrita sonrisa.

Bin al ver que su novio no volvía, se levantó de la cama para ir a ver qué ocurría. Se imaginó varios escenarios como por ejemplo que Dongmin se hubiera entretenido con el televisor, pero jamás que su ex novio hubiera aparecido en su casa.

Las miradas que se daban Seungkwan y Dongmin eran fulminantes, y si el pelinegro no intervenía probablemente se desataría una desagradable pelea.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Bin abrazando por la cintura a Dongmin, haciéndole saber de esa forma que todo estaría bien.

Seungkwan al ver la escena suavizó su mirada y volvió a poner su sonrisa inicial, abrió los botones del abrigo que llevaba puesto y dejó ver la pequeña curvatura en su vientre.

—Bin, nuestro hijo está creciendo y necesita sentir que su padre está feliz por su existencia.

—Tú eres su padre —contestó tratando de controlar la ira que comenzaba a crecer.

—¡Tú también! —el castaño elevó la voz en reproche— las pruebas de ADN dieron con el 99% de compatibilidad contigo...

Bin ya hacía bastante tolerando su presencia y aunque intentó no explotar, todo su esfuerzo se fue al tacho cuando el castaño mencionó lo de la prueba.

—¡Las pruebas son una completa mierda! —gritó asustando a Seungkwan— ¡sé que tú y Sooyoung armaron todo el teatrito para que me quedara contigo!

—Pero- —gruesas gotas comenzaron a salir de sus ojos reflejando el miedo que sentía por haber sido descubierto.

—¡Cállate, no te quiero oír más! ¡¿Acaso tu cómplice no te informó sobre su fracaso?! que te quede claro que tú y ese niño que llevas no estarán en mi vida, ¡jamás!, siempre amé a Dongmin y ahora que está conmigo no lo voy a dejar ir, así que lo mejor que puedes hacer es ahorrarte todas las mentiras más que vas a decir y marcharte donde ya no te pueda ver, porque no respondo por mis acciones si te veo un solo minuto más frente a mí.

Dongmin estaba sorprendido por todo lo que Bin había dicho, pero no era el único, el castaño también estaba consternado y claro que se iría, pero no sin antes decirle unas cuántas cosas al pelinegro y a Dongmin, no era justo que ahora ellos vivieran todo color de rosa y a él le tocara la peor parte.

Mine | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora