Mine | Binwoo

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—¿Estás bromeando? —preguntó el castaño ofendido— claramente no voy a aceptar eso, Bin.

Se puso de pie y tomando su abrigo salió de la cafetería donde el pelinegro lo había citado para que se vieran.

Seungkwan había ido muy emocionado a la "cita" sin esperarse que Bin le propondría hacerse una prueba de ADN para confirmar su paternidad, obviamente aquello lo incomodó mucho y no entendía por qué razón era que su novio dudaba tanto si se supone que todo lo estaba haciendo muy cuidadosamente.

El pelinegro pagó la cuenta del lugar y salió también, sacó su carro del aparcamiento y condujo hasta su departamento esperando estar con Dongmin pero cuando llegó se dió la sorpresa con que su rubio no estaba.

ººº

—No estoy muy de acuerdo con la decisión que estás tomando —dijo Myungjun— ni siquiera te has divorciado y ya estás con Moon que por cierto aún tiene novio y va a tener un hijo, perdóname que te lo diga pero estás haciendo todo mal.

La dureza en las palabras del pelirrosa molestaron a Dongmin, él solo había ido a la casa de su amigo para contarle lo que pasaba en su vida, no para ser regañado, total ya era una persona mayor y era capaz de tomar sus propias decisiones.

—In-yeop está muy mal, no ha dejado de beber y Jinwoo a veces tiene que ir al bar para sacarlo, ¿y todo por qué? por tus malas acciones Dongmin, es hora de que vayas asentando cabeza y creo que deberías pensar en si realmente vale la pena echar a la basura tu matrimonio con In yeop solo por un tipo que te cogió bien.

—¡¿Estás hablando en serio?! —dijo el rubio alternándose— ¡eres mi mejor amigo pero eso no te da el derecho de hablarme así ni tampoco de cuestionar mis decisiones y con respecto a In-yeop, fue él quien me pidió que me fuera y lo sabes así que no entiendo tu comentario!

—¡No esperes que me quede callado ante toda la mierda que estás haciendo, y si no te parece creo que lo mejor es que te vayas de mi casa!

El rubio cogió sus muletas, su chaqueta y su bufanda antes de ponerse de pie del sofá donde estaba sentado.

—Perfecto Myungjun, adiós.

Cerró de un portazo y salió de la casa de su mejor amigo con varios sentimientos encontrados, algunos de tristeza ya que nunca habían discutido así y otros de enojo.

Pidió un taxi ya que debido a su pierna no podía manejar y le indicó al chofer que lo llevara a "Good Food" pues había quedado en ir a conversar con sus padres sobre la propuesta de hacerse cargo de la empresa.

Entró al edificio recibiendo varias reverencias a modo de saludo, subió al elevador y marcó el último piso que era el veinte, una vez llegó salió y se acercó a la secretaria que estaba en su módulo revisando unos papeles.

—Buenas tardes Jieun —saludó— ¿mis padres están disponibles ahora?

La secretaria lo analizó notando su pierna mala, quiso decir algo al respecto pero pensó que tal vez no sería apropiado así que prefirió callar aunque sus ojos saltones ya la habían delatado.

—Que sorpresa verlo por aquí, señor Hwang—hizo una reverencia— sus padres están disponibles y me dieron la indicación de que si llegaba lo hiciera pasar —caminó hasta la puerta de la oficina y la abrió para que el rubio ingresara— Buenas tardes, su hijo ya está aquí —dijo— ¿Desean que les traiga algo de beber?

—Que sean tres cafés por favor —pidió Lee Sooyoung.

Jieun salió con otra reverencia y dejó a la familia dentro de la oficina.

—Bienvenido hijo —su madre lo rodeó con sus brazos acercándose a él— sentimos mucho la pérdida del bebé y no haber estado cuando pasó el accidente ya sabes como son los viajes de negocios.

Dongmin asintió como si no le hubiera dolido que su madre hablara de su bebé, aún recordaba como una noche le llamó muy feliz por qué por fin iba a ser padre y claro que omitió el detalle de que el bebé no era de San pero fue por que su esposo le pidió que fuera así, a fin de cuentas él a parte de Dongmin iba a ser el único padre que su hijo conociera.

Lee Hamin se levantó de su silla giratoria y salió de su escritorio para, al igual que su esposa, abrazar a su único hijo y dejar un cálido beso sobre la cabellera rubia.

—Ha pasado tanto tiempo sin vernos —comentó Hamin— te he extrañado mucho hijo.

Dongmin sonrió sintiendo la calidez en las palabras de su progenitor, él también lo había extrañado mucho.

Cuando aún no estaba casado y vivía junto a sus padres cada fin de semana Hamin y él iban al campo a contemplar la naturaleza y si en el lugar había algún río, también pescaban y por la noche su madre se encargaba de cocinar el pescado de mil formas distintas.

Extrañaba esos tiempos.

—También te eché de menos papá —dijo volviendo a hundirse en el pecho de su padre.

Los cafés llegaron y antes de hablar sobre el trabajo prefirieron conversar de temas más... personales entre ellos sobre la relación del rubio y In.yeop, enterándose que la pareja se iba a divorciar, en ningún momento Dongmin quiso ocultarles las cosas ni echarle la culpa a San de nada, por ello les contó sobre su aventura con Bin y sobre la especie de relación que llevaban ahora.

Su madre lloraba tapándose la boca, es que no podía creer lo que Dongmin decía, eso no era posible, ella había criado a un muchacho con valores no a un sinvergüenza.

Por otro lado Hamin tomaba las cosas con más calma entendiendo a su hijo pues él sabía que Dongmin  no estaba enamorado de In-yeop, el señor Lee se sentía culpable ya que si no hubiera impulsado a que Dongmin se casara con su todavía esposo estas cosas no estarían pasando.

—Siento mucho defraudarlos —dijo el rubio cabizbajo.

—No puedo creerlo Dongmin, ¿ahora que vamos a hacer cuando la prensa se entere de todo esto? —dijo Sooyoung— y encima te metiste con otra figura pública que también tiene novio y para empeorar todo esperan un bebé, me has decepcionado.

—Basta mujer —habló Hamin— no somos quienes para juzgar a nuestro hijo —se dirigió a Dongmin— siempre has contado conmigo y esta vez no será diferente aunque eso no quita que actuaste mal, solo te pido que por favor pienses bien si vas a continuar con lo que tengas con el tal Bin, y si al final llegas a la conclusión de que quieres estar con él lo aceptaré y lo recibiré como un hijo más.

El rubio se levantó de su asiento y corrió a abrazar a su padre, este le acarició la espalda diciendo que todo iría bien, pero su madre era otra historia, ella no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer y mucho menos a aceptar su separación con In-yeop.