CAPITULO 2

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  Una semana después de su encuentro en el bar con su padre, Hope (Dancer) y Frederick entraron en el consultorio del Doctor Jason Mayer, un Psicólogo, amigo de Frederick que había decidido de ayudarlo con su hija.

Más que un consultorio parecía la sala de una casa. A Hope no le gustaba; era todo marrón y masculino, los asientos de piel marrón oscuro, los estantes del mismo color, llenos de libros, algunas mesitas en los rincones tenían revista sobre de ellas, las paredes estaban pintadas de un crema oscuro, en fondo de la sala, una mujer morena con más maquillajes que una prostituta barata, estaba sentada atrás de un escritorio hablando por teléfono.

Hope decidió de seguir las ordenes de Frederick y seguirle el juego por dos años, pero luego volvería a su vida de siempre.

Hope caminó atrás de Frederick que se fue para dónde estaba la mujer. Ya delante del escritorio, ella cerró la llamada, miró a Frederick y le regaló una sonrisa, supuestamente sexy, movió sus larga pestañas postizas más de los debido y Frederick le dio una sonrisa de lobo.

-Hola Frenk ¿Como estás? - La secretaria le habló con voz cargada de lujuria.

-Bien, Dory ¿Y tú? - Respondió él con el mismo tono.

"Dios, que asco, creo que estoy por vomitar" Pensó Hope, luego desconecto sus oídos, tratando de pensar en cualquier cosa, no quería seguir escuchando a su padre coqueteando con la secretaria, concentró su mirada en un punto no preciso, se imaginó que estaba sola en la sala.

- ¿Hope? - La llamó Frederick, pero Hope no estaba en este mundo. - ¿Hope? - La volvió a llamar Frederick y esa vez la sacó de su transición. Le dio una mirada a Frederick e ignoró a la mujer.

No pidió excusa por no haber prestado atención -Jason nos está esperando, podemos entrar-

Entraron en el estudio del Doctor Mayer, que parecía una pequeña sala inglesa en donde los caballeros bebían aguardiente y fumaban cigarros. Un hombre más ò menos de la edad de Frederick se acercó a ellos con una sonrisa gentil en los labios, era más pequeño de estatura de los dos, tenía un rostro amable, el pelo gris a causa de los años y a los lados de los ojos tenía arrugas, se notaba que reía mucho, sus ojos marrones estaban luminosos y lleno de paz.

- ¡Cooper! Amigo mío, me da mucho gusto que haya venido- El Doctor Mayer y Frederick se estrecharon las manos.

- ¡Si! Yo también estoy contento de haber podido venir- Frederick le sonrió al amigo.

Si! Como si nos sabían que se iban a reunir hoy" Pensó Hope.

-Mayer, te presento a mi hija Hope. Hope él es mi amigo el Doctor Jason Mayer- El Doctor Mayer tendió una mano para estrecharla.

-Mucho gusto Hope- Él le estrechó la mano con ligereza y ella se la estrechó con fuerza y firmeza. Él la observó con curiosidad -Tu papá me ha hablado mucho de ti- Ella no le respondió, no tenía nada que decir. El Doctor Mayer miró a Frederick - ¿Cooper, me dejas a solas con Hope? -

- ¡Si! Estaré cerca, por si me necesitan -

- ¿Te quieres sentar? - Le preguntó el Doctor, después que Frederick salió del estudio. La voz del Doctor era serena, al parecer no quería asustar a Hope, le mostró el sofá en donde se debía de sentar.

Ella se sentó en un asiento diferente del que él le había indicado, abrió las piernas y apoyó los antes brazos en los muslos y lo miró.

Al Doctor Mayer sus ojos no le decían nada, no podía ver nada, en ellos solo existía el vacío, un inmenso vacío - ¿Quieres algo de tomar? - Quería escuchar su voz. Ella negó con la cabeza. Él suspiró y se sentó lo más lejos que pudo de ella.

DANZA MORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora