CAPITULO 17

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Betsy se quedó parada afuera del restaurante preguntándose ¿Que diablo acaba de pasar? ¿Quién era esa mujer? Eso era un grave problema, presentía que esa mujer no era como las demás, sabía cuándo una persona era peligrosa y esa mujer lo era. Debía tener cuidado y ver como mover sus fichas de ese momento en adelante. Nadie se iba a meter en su camino, no lo aceptaría, no lo aceptaría nunca.

Después que el coche desapareció por completo de la vista di Betsy, se dio media vuelta y vio Abigail aun donde la había dejado, parecía una estatua y eso le hizo hervir más la sangre a Betsy. Tomó la chica por un brazo, sin importarle el daño que le estaba haciendo y la jalo, llevándosela casi arrastro cómo si fuera una niña malcriada y una mala madre estaba por darle un terrible castigo.

Betsy tenía una gran gana de golpear Abigail, pero no podía hacerlo en medio de la gente, subió Abigail en el coche y luego se subió ella y partió para su casa, acelerando más de lo que le era permitido del código extrádale.

Cuando estaba en su castillo, inició a romper todo lo que encontraba, vio la idiota en un rincón que temblaba. Le gustaba cuando le tenían miedo, la agarró por el pelo y la llevó en medio del salón.

-Perdóneme patrona no quería hacerlo- La chica estaba que se hacía la orina encima de la ropa del miedo, propio cómo le gustaban a ella.

Betsy no la soltó, le tenía el pelo bien estrecho en un puño, Betsy estaba apretando los dientes de la rabia. Esa idiota tenía también la culpa de lo que había pasado ese día, si Abigail se hubiera comportado un poco más coqueta y sumisa, Cedric no se hubiera ido y ella no pasaría de idiota delante de él.

Betsy cacheteo a Abigail barias veces, ella gritaba, pero Betsy no se apiado de ella.

-Por favor patrona piedad, le suplico, perdóneme no lo vuelvo hacer-Abigail continuaba a pedirle misericordia y eso excitó a Betsy y al ver que tenía la cara hinchada y llena de sangre por sus golpes la excitaba más. Sus bellos labios estaban hinchados y perdía sangre de ellos, le jaló los cabellos, le hizo levantar la cabeza y pasó su lengua en los labios de Abigail limpiándole la sangre con ella.

Betsy pensó en lo rico que estaban sus labios y el gusto metal de su sangre era una delicia. Con su lengua la hizo abrir la boca y prendió poseso de ella, metió una mano en sus entres piernas y jugó con su vagina "La muy perra esta empapada" Pensó Betsy con satisfacción. En ese momento quería castigarla y tomarla.

De todas sus esclavas Abigail era la que más la excitaba y era la que le daba lo que ella necesitaba. Betsy sentía una gran gana de ella, pero ella se merecía un buen castigo y Betsy pensaba que los de ella eran muy blandos para lo que Abigail se merecía.

-Víctor- llamó uno de los hombres que trabajaban para ella.

Víctor era el mejor para las torturas. Víctor, era un hombre de media estatura, un poco robusto, pero, con grandes molleros en sus brazos, manos grandes y muy poco cuidada, parecían tener la capacidad de hacer explotar un cráneo tan solo con ellas, cabellos oscuros, barba negra poco cuidada, sus ojos y todo su rostro decían que era una persona del que se debía estar alejado y era el perro de guardia de Betsy.

-No, patrona, Víctor no, por favor- Las suplicas no servían para nada, ella sabía lo que le esperaba.

Betsy, que aún no la había soltado, bajo una mano para tocar otra vez la vagina de la chica, le pellizco el clítoris. Abigail temblaba y no por placer, sentía puro terror. Betsy quería que ella se corriera antes de que Víctor entrera para llevársela, más tarde Betsy encontraría alguien que le saciara sus ganas.

El miedo de Abigail llevó a Betsy casi a tener un orgasmo. Le jalo su lindo cabello para tomar poseso otra vez de su boca, le pellizcó con fuerza el clítoris y ella se corrió en el mismo momento en que Víctor estaba entrando, cuando Abigail lo vio se orino encima de la ropa y eso lleno de gozo a Betsy.

DANZA MORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora