Cuando llegaron a Raleigh, la luces en la casa estaban encendida y desde afuera se escuchaban gente que hablaban. Winnie Miró a Hope y se notaba que no estaba para nada contenta.
Antes de entrar Hope bajó los hombros, metió el trasero para adentro y cambia su semblante de altanera en humilde. Winnie se hecho a reír, porque cada vez que llegaban en donde se encontraba la Señora White Hope hacía siempre lo mismo.
Hope la miró y le hizo una pequeña sonrisa que no se reflejaba en sus ojos. Hasta Winnie, que era la última que había llegado a la vida de Hope sabía que a ella no le gustaba la invasión a su privacidad, pero lo peor era que el que más lo sabía era Frederick. Winnie no alcanzaba a entender por qué programaron una cena en la casa de Hope sin pedirle el permiso.
"¡Oh, Dios! Esperemos que no se alme el fin de mundo" Winnie estaba preocupada, odiaba los conflictos, las discusiones le metían ansia.
Winnie inició a crear en su mente las acciones de Hope como si fuera la de una película y en esa parte de la película todo era en cámara lenta e inicia cuando Hope mete la llave en la cerradura, luego abre la puerta, Hope se detiene al escuchar voces.
Winnie no logra dejar de mirar a Hope, estaba raptada de los acontecimientos que su mente piensa que están por suceder y no quiere perderse ni un fotograma de la escena. Iniciaron a caminar para la sala y mientras más se acercaban más fuerte eran las voces. apena meten los pies en la sala a Hope se le olvido la postura y el comportamiento que debía de tener y como el Doctor Jekyll y Míster Hyde, la postura sumisa se transformó en la de una reina.
Era la reina de los reyes, la que comandaba y quien no obedecía pasaría las penas del infierno en la tierra. El cambió no era normal, Winnie desconocía a esa Hope y no le gustaba para nada, tenía el aura oscura, demasiado oscura.
Frederick estaba sentado en el grande sofá charlando alegremente con una rubia en botella de ojos castaño y piel olivastro, se notaba que era una mestiza, no era una chica fea, pero no tenía una belleza particular. Cada uno tenía una copa de vino en la mano. Al notar la presencia de las chicas, Frederick se alzó del diván con una sonrisa en los labios.
- ¡Oh, Hope! Qué bueno que ya llegaste – El rostro de Frederick reflejaba alegría cuándo se levantó del sofá, ya delante de Hope cambia a la de preocupación.
-Qué bueno que ya llegaron- dijo alegremente la Señora White saliendo de la cocina y al notar la postura de Hope la miró regañadientes y Hope cambió inmediatamente por completo.
A Winnie le pareció chistoso porque Hope decía que hacía todo eso porque quería mantener su promesa, pero al parecer era que Hope le tenía afecto a la Señora White y a la vez la veía como una figura materna, aunque ella nunca lo reconozca.
La rubia se levantó del sofá y metió una mano en el brazo de Frederick. - ¿Papi, quienes son esta? - Hablaba con voz melosa y fastidiosa. Antes de que Frederick respondiera la rubia tinta continuo -Soy Acacia Simonetti o mejor dicho Cooper, soy la verdadera hija de Frederick- Se presentó a Hope. La chica parecía ser muy pedante y engreída.
Hope le estaba tendiendo la mano y cuándo estaba a punto de presentarse la chica dijo lo que pensaba, pero que nunca debió decir -Tu debes de ser Hope, la huérfana que mi papi recogió-
Todos muy lentamente miraron a Hope y hasta la Señora White sabía que no podía hacer nada por cambiar lo que podía suceder, todo esperaron y esperaron, pero no sucedió nada, solo volvió su postura de reina entre los reyes.
Winnie estaba casi segura de que Hope estaba solo decidiendo de qué manera eliminar la rubia tinta, si era lenta y dolorosamente o rápido e indolore, tenía siempre esos puñales bien afilados que la aterrorizaban. Winnie pensó que probablemente Hope preferiría dispararle, así no ensuciaba tanto la alfombra, sabía que tenía una pistola en la bolsa.

ESTÁS LEYENDO
DANZA MORTAL
Roman d'amourHope Cooper, llamada por quienes las conocían Dance, había perdido su madre al nacer y su padre cuando era tan solo una niña de 8 años. Esta circunstancia la habían dejado sin ninguna pariente, pero un querido amigo de su padre se hizo cargo de ella...