DANZA MORTAL

EPILOGO

ALGUNOS AÑOS MÁS TARDE

Sentado en el tamborete del bar, movía la copa observando sin interés el líquido ambarino. El bar estaba tan lleno que los cuerpos se tocaban cuando caminaban, al inicio lo extrañó porque era el bar de hotel y no estaba tan lleno ya que no era tiempo de vacaciones y las personas estaban hospedada eran personas de negocios como él, pero el mozo le acababa de decir que detrás del bar había una pista de baile abierta para todos.

Después de tanto tiempo de casado, comiéndose siempre la misma sopa, aprovechaba de esos viajes para relajarse y quizás, hacer una aventura de una noche para recordar los viejos tiempos, no confiaba mucho en la discreción de las persona por lo tanto se había disfrazado para no ser reconocido. Su disfraz consistía en una peluca negra, barba negra y lente de contacto oscuros.

Había decidido llevar una doble vida, la del esposo y padre amoroso que vivía en el Note Corolina y cuando hacía un viaje de negocios se convertía en el Don Juan que fue en el pasado. A pesar de sentirse a gusto con su vida al Norte Corolina después que comenzó con esa, se dio cuenta de cómo era perfecta su vida. No le importa vivir en la mentira, siempre y cuando nadie se hiciera daño.

No llevaba mucho tiempo en la barra del bar cuando localizo la que sería su presa por esa noche, ya mañana volvería al Norte Carolina para continuar con su vida, pero hoy ella sería suya. "Es pelirroja" Le ronzo en la mente. Estaba sentada en una mesa y lo más importante era que al parecer andaba sola,

Desde donde estaba podía ver que tenía puesto un corsé negro, zapatos negro con unos tacos bien altos y espontáneamente a él le llegó a la mente la pregunta "¿Como diablos podía caminar con esos zapatos?" Eso era lo único que podía ver de sus vestimentas.

Se acercó a ella como un cazador detrás de su caza y pudo notar que bebía agua, una cosa que le gustaba en sus conquistas, aunque ella aun no lo sabía y tampoco sabía que por esa noche sería la amante del grande Cedric Thompson.

Al verlo, pudo ver que él también le gustaba, sus ojos verde le dijeron todo, pero también vio en ellos algo así como rabia y eso no le gustó, pero fue fugaz. Ella le sonrío, una sonrisa discreta y a la vez coqueta.

Sin apartar la mirada de él, ella llevo el vaso a los labios y primero de posar los labios, posó sexualmente la lengua para luego lentamente posar los labios en el vaso.

Cedric se sentó de frente a ella y sin rodeos inició a decirle lo que quería de ella. -Por esta noche quiero una chica en mi cama y quiero que seas tú- No la saludo, ella no era nada para él, solo una puta barata, como dice su esposa -Te voy a recompensar muy bien por tú servicio- Ella no decía nada, cosa que le daba mucho fastidio a Cedric -Puedes responderme- Le comando -Pido excusa por mi mala educación al no presentarme correctamente, mi nombre es Christopher Baker- Como el caballero que era, le beso una mano ligeramente.

-Yo me llamo Dalila Silver, placer de conocerla Señor Baker-

-Entonces Señorita Baker...- Ella levantó un dedo y lo interrumpió.

-Es Silver, mi apellido es Silver, usted es el Señor Baker- Cedric Trato de entretener la carcajada que quería salir de su pecho.

-Le pido excusa, su belleza me hizo confundir un poco- Ella también quería reírse, Cedric lo sabía. -Entonces Señorita Silver, acepta ser mi amante por una noche-

-Señor Baker yo no soy una prostituta, su modo de acercarse al sexo opuesto no es de hombre galán- Ella no estaba enojada ni mucho menos parecía ofendida.

-Le pido excusa si le parecí poco galán, pero no me gusta perder tiempos en palabras inútiles solo para llegar a terminar en el mismo modo, me guasta ser franco.