Capítulo 10

121 16 0
                                    

-¿Me vas a explicar quien carajos te vino a dejar a casa?-Diego  gritó y se dio la vuelta en la puerta de su casa, viendo a Lucía -su mejor amiga y compañera de piso- parada  en la puerta de la cocina con sus brazos cruzados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Me vas a explicar quien carajos te vino a dejar a casa?-Diego  gritó y se dio la vuelta en la puerta de su casa, viendo a Lucía -su mejor amiga y compañera de piso- parada  en la puerta de la cocina con sus brazos cruzados.

-Dios mio Lucía, no vuelvas a hacer eso-Diego le miró mal, llevándose una mano al pecho―. No eres mi  mamá, no debo explicarte nada- le dijo, sacándole la lengua a la castaña,quien gruñó como un gatito antes de que Diego recogiera sus cosas.

-Es el chico que está de pareja con Andrea, ¿no?

-¿Y tú co-?-Diego se detuvo, mordiéndose el labio y sujetándose el puente de la nariz-Fue Emiliano.

–Se vendió por un beso en la mejilla –Lucía rió, antes de darse vuelta y comenzar a caminar hacia el sofá de dos cuerpos que había en la pequeña y acogedora salita de estar. La castaña se tiró en el sofá a cuerpo muerto, para luego palmear a su costado un minúsculo espacio para que Diego se sentara, e invitándole indirectamente a contarle todo sobre Arturo -ahora con el pequeño avance de que se comieron la boca hace 15 minutos atrás-

iba a asesinar a Emiliano, por contarle a la  chismosa de Lucía su extraña  relación con un hombre emparejado.

Dios, eso de verdad sonaba mal.

En los siguientes tres días, Diego no supo nada de Arturo, porque, aparte de tener pena para escribirle un mensaje luego de todo lo ocurrido dos noches atrás, y de que Arturo tampoco le escribía, el rubio no había hecho acto de aparición en la cafetería, ni si quiera para ir a buscar a Andrea, quien seguía con esa actitud hostil que a Diego le daba algo de miedo.

Pero al menos, durante estos dos días, Emiliano había ido a alegrarle las aburridas tardes contándole sobre su vida diaria y haciéndole reír con cualquier insignificante coqueteo amistoso. El ruloso ahora mismo le contaba la vez en donde intentó hacer uno de los tantos bubble tea que Diego hacía y la tapioca había explotado de alguna forma.

A veces pasaban motocicletas fuera de la cafetería, y Diego inconscientemente veía por los ventanales si en alguno de esos casos era Arturo el que estacionaba su motocicleta y se quitaba el casco, como siempre lo vino haciendo desde hace semanas atrás. Pero Diego siempre formaba una mueca de decepción al darse cuenta de que nadie se estaba estacionando, nadie iba a entrar por la puerta y definitivamente Arturo tampoco vendría ni le escribiría hoy.

Despidiendo a Emiliano viendo su chat con Arturo, decidió dejar su vergüenza de lado y enviarle un simple mensaje que decía "hola:)"

Y esperó, pacientemente durante toda una hora, atendiendo a la gente y mirando a su celular al lado de la caja registradora por si brillaba a causa de una nueva notificación de KakaoTalk. Y finalmente a las 7 de la tarde, con las manos picando, abrió el chat, quedando con una sensación completamente amarga al darse cuenta de que Arturo si había visto su mensaje, pero no le había respondido.

Sintió sus ojos lagrimear un poco, con una decepción tan grande que se le cerró la garganta a tal punto de no poder hablar, ¿por qué le sucedía esto? ¿qué tan grande era la presencia de Arturo en su vida para querer llorar como un bebé simplemente por no responderle un mensaje? Diego sintió algo parecido al miedo en su pecho, claramente le quedaban 2 días aún para lo que sea que Arturo necesitara explicarle, ¿y qué si Arturo le decía que el beso fue un error? ¿y si Andrea volvía a refregarle inconscientemente su relación en la cara con el hombre que le tenía enamorado?

¿Estaba enamorado? su labio tembló de solamente pensarlo, de solo pensar que aquello era real, y de que tenía tan pocas y casi ninguna probabilidad de que todo lo que le estaba ocurriendo fuese a salir bien. ¿Qué demonios hacía?

Sin poder evitarlo, se cubrió el rostro con sus manos y dejó salir un sollozo casi imperceptible, su situación recién comenzaba a afectarle casi como una pesa del porte de su cuerpo sobre sus hombros. Intentó reprimir la tristeza que comenzó a sentir no sabe cuando.

-Hey, Diego, ¿estás bien?- se sobresaltó al sentir unas manos sujetarle los hombros, y giró su cabeza, encontrándose con el rostro preocupado de Andrea a un costado suyo -¿Qué pasa Diego?-preguntó de nuevo la chica, y Diego no fue capaz de responderle por el fuerte nudo en la garganta que no le dejaba ni respirar bien.

¿Porque como le explicaba a Andrea que estaba enamorado de su novio, que había besado a su novio?

Diego aún creía que la palabra enamorado era demasiado fuerte, pero él jamás había sentido tantas cosas por una persona, el jamás había tenido la necesidad de estar con alguien y jamás había sentido tanta euforia y emoción al recibir un beso. Porque Diego conocía los sentimientos de gustarle otra persona, pero estos sentimientos que tenía con Arturo no se comparan para nada con los otros, estos activaban todos sus sentidos, presionaban todos sus botones correctos.

-¿Por qué no vas a despejarte un poco afuera? Yo me quedo en la caja, ¿si? Ve a calmarte Diego-susurró Andrea de nuevo, sobando sus hombros tratando de reconfortarle de alguna manera.

Diego sorbió su nariz, controlando todavía sus ojos nublados en lágrimas y enderezándose en el asiento. Le dio a Andrea una mirada apenada de agradecimiento, cosa que por suerte la chica entendió y con una sonrisita le empujaba fuera del asiento. El pelinegro intentó ocultar su rostro sonrojado y sus ojos llenos de lágrimas antes de salir lo más desapercibido posible hacia la sala de empleados para calmarse.

Solamente le quedaban dos días para saber lo que sea que le diría Arturo, y tenía miedo de que aquello afectara a su pobre corazón.

Solamente le quedaban dos días para saber lo que sea que le diría Arturo, y tenía miedo de que aquello afectara a su pobre corazón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
FOR ME?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora