Capítulo 05

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Al siguiente día, Diego recibióun mensaje de un número desconocido mientras se aseguraba de que no faltara ningún cliente por atender

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Al siguiente día, Diego recibió
un mensaje de un número desconocido mientras se aseguraba de que no faltara ningún cliente por atender.

Desconocido:
"Hey, soy Arturo"

Abrió los ojos como plato y dejó caer la palma de su mano demasiado fuerte en la barra, asustándose a él mismo y llamando la atención de una ancianita que parecía jamás haber tomado un bubble tea y no sabía donde rayos meter la pajilla.

Miró hacia todas partes algo avergonzado, antes de llevar su puño a la boca y mordisquear uno de los nudillos, viendo el mensaje desde su barra de notificaciones. Se había olvidado por completo que Arturo tenía su número, y el mensaje lo había tomado completamente desprevenido.

Arturo:
"¿Andrea está por allí?"

Una mueca de insatisfacción se
cruzó por el rostro de Diego, al igual que una sensación tan amarga como tomar una lata de cerveza de un trago invadió su garganta y se instaló allí, ¿Arturo solo le había hablado para preguntarle por Andrea? Un sentimiento de tristeza se instaló en su cabeza, ¿por qué Arturo tenía que preguntarle cosas como esas a él y no directamente a su novia? ya se sentía como un simple canal entre Arturo y Andrea.

Por unos instantes pensó en no responder el mensaje, pero no quería ser tan maleducado con Arturo, así menos se fijaría en él.

<<No estés pensando en robarle el novio a Andrea, Diego Lugo.»>

Se golpeó mentalmente, ¿por qué querría llamar su atención? Él no debía interponerse en una relación, por mucho que le gustara Arturo no se arriesgaría en intentar enamorarlo, eso no le iba y sin duda, no funcionaría.

Yo:
"No, hoy no tiene turno."

Se abstuvo de preguntar el por qué, tampoco quería sonar como un
metiche. Revisando el mensaje y esperando alguna respuesta, se dió cuenta de que ni si quiera había saludado al mayor, se susurró una pequeña maldición hacia si mismo.

Yo:
"Y hola, Arturo, se me ha olvidado saludarte, lo siento:("

¿Tal vez la carita triste fue demasiado? Diego estaba teniendo un debate mental sobre el mensaje que iba a enviar.

<<¡DIOS YA LO MANDÉ SOY DE LO PEOR!»

Cerró los ojos con frustración y se pasó una mano por la frente, había enviado el mensaje por error, y ya no lo podía borrar.

Arturo:
"Eres tierno."

–Dios mio y madre santa y todos los jodidos dioses del cielo– bloqueó su celular y escondió su rostro entre sus brazos apoyados en la barra. Arturo literalmente quería darle un infarto, ¿como ese hombre tenía tanto poder sobre él como para que un simple mensaje tajante lo avergonzara?

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