Corazones en la Niebla {Mortis x Angelo}

-Capítulo 3-

La noche finalmente había llegado y con ella, también Emz a la casa. Poco conocía varios atajos en el pantano, ya que se había estudiado el lugar, no quería tener problemas con el tío de su chica y por eso prefirió estar prevenido por cualquier inconveniente.

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"Hasta que llegas" dijo Emz con una voz un poco exhausta, ya en pijama y sentada en el sofá mirando televisión. Al dirigir la mirada hacia su tío, casi se le cayó la lima de uñas, impresionada por su mal estado. "¿Fuiste a pescar en el río?" Sonrió Emz, burlándose.

"Deberían llamarte Miss Comedia... ¿Dónde está Frank?" preguntó Mortis, buscando con la mirada al Frankenstein mientras se quitaba los zapatos en la entrada.

"Seguro está organizando otra de sus fiestas, ya pasó un tiempo desde que no hace una." respondió Emz, aún limándose las uñas.

"¿Otra fiesta?....por favor, no te vayas a dormir tan tarde" comentó Mortis tomando sus zapatos sucios, llevandoselos al baño de su habitación, mientras flotaba en el aire para evitar que ensuciara el piso. Emz solo asintió, enfocándose en su novela, aunque se giró al percatarse de que su tío no se opuso a los planes de Frank, lo cual no era normal.

Su sobrina estaba en lo cierto, era inusual, siempre tenía que ayudar para convencerlo en realizar fiestas, pero el vampiro tenía otros planes en mente. Sería una gran oportunidad para él, a pesar que debería soportar a todos por toda la noche, se prometió que valdría la pena. Al llegar al baño de su habitación, se deshizo de su ropa sucia dejándola adentro de una bolsa negra junto sus zapatos llenos de tierra, probablemente los vaya a tirar, igualmente ya estaban algo gastados. Una vez hecho eso, se ocupó en limpiarse y colocarse ropa menos formal ya que la hora de "cena" se estaba acercando.

Como ya muchos sabrán, todos los vampiros se alimentan de sangre; esta misma los mantiene en vida y refuerza sus poderes. Mortis, en particular, posee habilidades extraordinarias que lo distinguen de otros vampiros.

La sangre no solo le proporciona energía, sino que también potencia sus habilidades sobrenaturales, como la manipulación mental, la levitación, la telequinesis y la clásica transformación en murciélago. Estas habilidades hacen de Mortis un vampiro invencible, o así sería si no fuera porque durante el día todas estas características se debilitaban considerablemente. Aunque aún podía usarlas, su efectividad era mínima y su duración, corta. Sin embargo, tenía la ventaja de no quemarse con la luz del sol, lo que lo hacía parecer un simple mortal durante el día.

El reloj ya marcaba la medianoche, desatando la verdadera naturaleza del vampiro: ojos rojos, uñas largas y colmillos afilados que le daban un aspecto macabro. Con un solo salto desde la ventana, Mortis se encontraba ya en el bosque, dirigiéndose a la ciudad más cercana, donde jóvenes o policías se encontraban vagando por las calles a altas horas de la noche. No era difícil para él; solo tenía que atraer a sus víctimas a la oscuridad y el resto era simple.

Con su mente enfocada y sus poderes al máximo, el vampiro se movía con una elegancia letal atravesando las sombras como si fuera parte de ellas, su figura apenas visible entre los callejones oscuros, sentian el pulso de las personas a su alrededor, sobre todo cuándo en un callejón estrecho, una joven ebria y distraída con su teléfono no notó su presencia, haciendo su tarea aún más fácil. En un movimiento rápido, la atrajo hacia él, tomándola de la muñeca firmemente llevandosela a la oscuridad total, en ese fragmento de tiempo, sus ojos rojos se encontraron con los de ella, y antes de que pudiera gritar del miedo, Mortis le puso un pañuelo en la boca para que no haga mucho ruido y así morder su cuello, clavando sus largos colmillos en su carne; esta misma se puso a chillar del dolor pero ya no tenía escapatoria, su cuerpo empezaba a debilitarse, quedando en un sueño profundo, dejándo al vampiro succionar completamente su sangre, aunque este último se limitaba en dejar a sus presas con lo mínimo para mantenerlas en vida.