La mañana después de la noche de películas en la casa de Maisie, las chicas despertaron tarde, todavía exhaustas por la noche anterior.
Decidieron que lo mejor era desayunar algo juntas y cada una regresar a su hogar para descansar y prepararse para la gran noche que les esperaba en la plaza central de la ciudad.
Willow en especial estaba más cansada que nunca y por eso se la pasó casi todo el día durmiendo, haciendo que se despertara tarde por la noche y haciéndo tarde al evento, donde hubiera visto a sus amigas antes de festejar juntas.
Solo envío un mensaje de texto a Emz, diciendo que lo sentía por tener que llegar tarde y se apresuró a arreglarse, si bien tenía más ganas de dormir que salir.
"Y ahora que me pongo" murmuró Willow casi molesta por no saber escoger.
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Mientras unos ya estaban listos y otros aún se preparaban, Angelo disfrutaba de una tranquila mañana en su cabaña, sabiendo que la noche sería especial. No era una velada cualquiera; había algo en el aire, una mezcla de excitación y emoción que lo impulsaba a destacar. Con ese pensamiento en mente, comenzó a hurgar en su armario, buscando el atuendo perfecto.
No ocupó mucho tiempo en elegir, optó por una falda blanca ligera que caía con elegancia sobre sus muslos, adornada con cadenas delicadas y cuerdas que pendían de un cinturón ornamental, añadiendo un toque provocador y sofisticado. Para el torso, eligió una bufanda larga de un blanco semi transparente que rodeaba sus hombros y caía como un poncho sobre su pecho, ocultando de manera sutil algunas marcas en su piel.
Después de perfeccionar su peinado y aplicar los toques finales, Angelo se miró al espejo con una sonrisa segura, sabiendo que estaba listo para deslumbrar. Su atuendo, cuidadosamente elegido, no solo estaba diseñado para captar miradas, sino también para cumplir con el plan de Gray: mantener a Lola distraída. Lola, una ferviente amante de la moda, sería incapaz de ignorar un outfit tan atrevido y bien coordinado. Además, la tradición dictaba que todos debían vestirse con elegancia o formal, y Angelo, como de costumbre, iba un paso más allá.
Al salir de su cabaña, el cupido se elevó en el aire, volando hacia la ciudad cercana. El suave aleteo de sus alas rompía la tranquilidad de la tarde mientras se acercaba al lujoso auto negro mate que lo esperaba. Al aterrizar frente al coche, el cupido apareció con gracia frente a Mortis, quien aguardaba dentro.
Mortis, al verlo, quedó momentáneamente sin palabras, incapaz de evitar que su boca se abriera ligeramente en un gesto de asombro.
"Que no se te caiga la baba~" comentó Angelo con un tono juguetón mientras pasaba junto a Mortis, cerrándole la boca con un dedo de manera traviesa.
"Te ves increíble," murmuró Mortis, todavía embelesado por la visión de Angelo.
"Eso ya lo sé cariño...tú también no estás nada mal" respondió Angelo, devolviéndole el cumplido con una risa suave y coqueta. Mortis, para esta noche, había elegido un abrigo largo de estilo militar en un negro profundo, con botones dorados dispuestos en dos filas simétricas. Debajo del abrigo, una camisa de cuello alto en un tono rojo oscuro contrastaba con un chaleco negro ajustado y pantalones a juego. Un atuendo elegante y sobrio, que contrastaba notablemente con la osadía de Angelo.
(Imagínense que la camisa es roja)
El vampiro sonrió agradecido, abriéndole la puerta del coche a Angelo con un gesto cortés. Antes de entrar, Angelo le acarició suavemente la mejilla, un toque que hizo que Mortis sintiera un cálido estremecimiento en su interior, aunque logró mantener una fachada tranquila y digna.
Mientras los dos se dirigían a la plaza, en otra parte de la ciudad, Gray, el protagonista de la noche, estaba en su casa luchando contra una oleada de nervios. Había estado preparándose meticulosamente para el evento, cada detalle de su atuendo y plan era crucial. Chuck y Byron, sus amigos de confianza, estaban allí para ofrecerle apoyo moral...o bueno intentarlo.
"Amigo, estás pálido" bromeó Chuck, intentando aliviar la tensión, aludiendo al maquillaje blanco de mimo que Gray siempre llevaba.
Byron, el más sensato de los tres, se acercó y le dio un codazo suave en el hombro. "Ignóralo, hoy se levantó con ganas de molestar" dijo con una sonrisa mientras observaba a Gray, quien no paraba de revisar su atuendo en el espejo.
"Respira, Gray. Estamos aquí para apoyarte" añadió Byron con voz serena, mirando a su amigo con comprensión. "Si algo sale mal, intervenimos. Confía en ti mismo, todo saldrá de maravilla."
Aunque Gray aún estaba nervioso, esbozó una sonrisa agradecida. Chuck, manteniendo su estilo desenfadado, agregó: "Si hay boda, me llevan, y que la torta sea de chocolate, ¿eh? Es mi favorita."
Byron solo murmuró: "Irreformable," mientras consultaba su reloj de pulsera. "Es hora de irnos. Yo manejaré, Gray. Tú descansa un momento."
Gray asintió, agradecido por el apoyo de sus amigos, y juntos se dirigieron a la plaza en un auto que los condujo a través de las calles iluminadas por las cálidas luces del atardecer. Al llegar, la escena que los recibió era nada menos que mágica. La plaza estaba decorada con una red de luces doradas que colgaban de los árboles y postes, creando un resplandor acogedor y romántico. Los puestos de comida se alineaban a lo largo de la plaza, ofreciendo desde delicias asiáticas hasta pasteles caseros, llenando el aire con una mezcla irresistible de aromas. Familias enteras paseaban por la plaza, disfrutando del ambiente festivo mientras los niños jugaban entre ellos, corriendo bajo las linternas de papel que balanceaban suavemente en la brisa nocturna.
En medio de la multitud, el grupo de amigas de Lola ya se encontraba reunido. Charlie y Piper, ambas vestidas con elegancia, platicaban animadamente, intercambiando cumplidos sobre sus atuendos. Lola, por su parte, lucía espectacular en un vestido rojo ceñido que realzaba su figura, complementado por unos tacones negros de Louboutin que añadían el toque de lujo. Al ver a Lola, Gray sintió que toda la calma que había logrado reunir se desvanecía por completo, pero antes de que pudiera reaccionar, Chuck y Byron lo guiaron con cuidado, manteniéndolo lejos de su vista por el momento.
Otros amigos, que ya conocían el plan de Gray, estaban dispersos por la plaza, expectantes y ansiosos por el gran momento que estaba por llegar. Entre ellos, Emz, Mandy, Janet, y Bibi llegaron en un auto oscuro, conducido por Frank.
"Oye, Mandy, ¿y Chester?" preguntó Emz, estirándose después del apretado viaje.
"Lo dejé con Berry. El se encargará de que no haga ninguna travesura" respondió Mandy con una sonrisa, saliendo detrás de Emz. Janet y Bibi las siguieron de cerca, sus rostros iluminados por la anticipación.
"Menos mal" suspiró Emz aliviada. "No queremos arruinar el momento de Gray. Recuerden, ni una palabra a nadie." Las chicas asintieron y se dirigieron hacia la plaza, uniendo su entusiasmo al ambiente festivo.
Frank, después de estacionar el auto, se despidió para encontrarse con Bea, su mejor amiga, quien lo esperaba para mostrarle su nueva colección de plantas. Bea y Frank compartían una relación cercana, casi fraternal, y a Frank le encantaba pasar tiempo con ella, sabiendo que siempre descubriría algo nuevo e interesante en su compañía.
La plaza, ahora llena de vida y anticipación, bullía con conversaciones, risas y la suave música de fondo que resonaba en el aire. Los amigos se reunían en pequeños grupos, compartiendo la emoción de la noche y esperando ansiosos el gran momento que estaba por llegar, un momento perfecto para eventos inesperados.....
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Corazones en la Niebla {Mortis x Angelo}
Fiksi PenggemarEntre las sombras del Cementerio y el brillo del Pantano, Mortis, el vampiro de corazón frío, y Angelo, el carismático cupido del pantano, son unidos por un misterio y una cercanía inesperada. A pesar de la desconfianza inicial, su historia de amor...