-Capítulo 6-

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Esa noche, Willow no se levantó del sillón, así que Angelo decidió contárselo todo cuando ella despertara a la mañana siguiente. No quiso molestarla, sabiendo que si la despertaba y se lo contaba, no podría ni cerrar ojo de la emoción. Mejor la dejó dormir cómodamente en el sofá y él mismo se dirigió a su cama ya con las luces de la cabaña apagada.

Mientras se acomodaba entre las sábanas, Angelo no podía dejar de pensar en la carta. Cerró los ojos, esperando relajarse y dormir, pero seguía pensando en cada palabra escrita. Sentía una emoción inusitada, una mezcla de ansiedad y anticipación que no podía simplemente ignorar. Era como si su corazón tuviera vida propia, latiendo con fuerza y ritmo acelerado desde que había leído el final de la carta.

No pudo evitar no girarse de un lado a otro en la cama, con el tentativo de encontrar una posición cómoda, pero la inquietud persistía. Había algo en todo esto que lo mantenía despierto, una energía nueva y emocionante que no podía ocultarlo para sí mismo.

"Mierda..." pensó Angelo al darse cuenta de que había roto su propia promesa en dejar de interesarse en Mortis, definitivamente era un pésimo amigo. Pero por más que trató de comportarse normalmente, fue tan fácil caer ante sus encantos. Solo esperaba poder ayudar a su amiga a acercarse más a él, con la esperanza de que nada pasara.

Angelo se había quedado dormido después de darle varias vueltas al asunto, aunque por el insomnio se quedó hasta tarde jugando y viendo vídeos en su celular. Usualmente tenía la costumbre de despertarse temprano, ya que el pantano siempre necesitaba unos cuantos arreglos para el día, pero con un evento tan importante no podía faltar.

Esa mañana todo se mantuvo tranquilo, pero Willow, que había dormido hasta la tarde del día anterior, se despertó con mucha energía, a diferencia de Angelo.

"Despierta, bella durmiente, no puedo esperarte toda la tarde a que te levantes" dijo Willow en tono burlón mientras le echaba agua en la cara de Angelo con un spray para plantas.

El cupido abrió los ojos de mala gana. Odiaba que lo despertaran, y sobre todo con agua. "¡Quita eso! Ugh... ¿Qué es lo que quieres?"

"No te quejes, ya son las 2 de la tarde y ya pasó la hora de comer. Además, ¿qué harás con esto?" preguntó Willow, mostrándole el sobre que encontró en la mesa.

"Oh... sí, me llegó la invitación ayer" respondió Angelo mientras se levantaba de la cama y bostezaba.

"Seguro es una de esas fiestas para niños, aburri-..."

"Me la dio Mortis" sonrió Angelo de lado.

"¿¡Qué!? ¿Y no me despertaste para saludarlo?" Willow lo tomó de los hombros.

"Cálmate, cielo. Te recuerdo que ayer te quedaste dormida viendo películas, y si te lo contaba, hoy no hubieras podido dormir" Angelo se cruzó de brazos. Su amiga sabía que tenía razón y por eso no se alteró mas.

"Bien, pero... ¿por qué no recibimos dos invitaciones? Siempre es una para cada persona" preguntó Willow en tono sospechoso y con el seño fruncido.

Angelo simplemente se encogió de hombros, aún sonriendo. "Probablemente vale para dos. Además, no iría a esa fiesta sin ti."

Willow asintió, contenta con la explicación. Ambos ya habían olvidado el plan que habían pensado anteayer, la fiesta era una oportunidad perfecta para Willow de acercarse más a Mortis.

Ambos decidieron prepararse de inmediato, pero no sin antes comer algo. Aunque Willow estaba tan emocionada que no dejaba de pensar en qué ropa ponerse.

"Según tú, ¿qué debería ponerme? No será una fiesta formal, ¿verdad?"

Willow tenía razón en preocuparse. Aunque en la carta no decía nada de un código de vestimenta, podría ser probable que sí lo fuera.

"No creo, si así fuera, habría alguna nota escrita" respondió Angelo revisando nuevamente la carta. "Igual seguro que tienes algo decente que ponerte, vamos a tu casa primero, luego me preparo yo."

"Bien, ¡sígueme!" Willow ni siquiera había terminado su comida, solo se levantó y se dirigió directamente a su hogar. Angelo, por su parte, suspiró fastidiado; odiaba interrumpir sus pausas de comida, aunque entendía la emoción de su amiga. En el fondo, él también lo estaba.

El cupido tomó su taza de té y se dirigió a la cabaña de Willow, que quedaba solo a unos pocos metros de la suya. Al entrar, casi se asustó del desorden que había. Solo la había dejado dos minutos sola y su clóset ya era un desastre.

"Ni me imagino cómo será cuando tengas tu primera cita. Seguro que la casa explota" se burló Angelo mientras flotaba encima de la montaña de ropa que se había formado.

"Deja de burlarte y ayúdame" se quejó Willow al no encontrar nada que le convenciera.

La mayor parte de la tarde la pasaron eligiendo qué ropa podría ponerse Willow. Su único objetivo era impresionar a Mortis, por lo que pasó un buen tiempo decidiendo. Finalmente, optó por un vestido negro ajustado. Era un vestido elegante, con un escote discreto pero que resaltaba su clavícula y sus hombros. Decidió acompañarlo con unos tacones altos y un maquillaje discreto. Por último, dejó su cabello suelto, con algunos mechones cayendo suavemente alrededor de su rostro, dándole un toque de naturalidad y elegancia.

"¿Qué opinas?" preguntó Willow, mirándose al espejo.

"Mmmh...Creo que te falta algo" dijo Angelo mientras dejaba su taza de té a un lado y sacaba de un cajón, un collar de perlas. Definitivamente le quedaba perfecto para completar su atuendo.

"Ahora sí. Te ves ¡Di-vi-na!" asintió Angelo, asegurándole que sí tenía razón y con una mano en la cadera.

"Gracias" susurró su amiga emocionada. "Faltas tú."

"Sí, no te preocupes. Ya vuelvo" dijo Angelo sin preocupaciones. Por su parte, prefirió algo más sencillo. No era de los que disfrutaban de vestirse de manera ostentosa. Eligió una camisa blanca clásica y unos pantalones negros un poco sueltos, cómodos pero con un toque de estilo. Aunque no le gustaba mucho la idea de abandonar su ropa habitual, sabía que la ocasión requería algo más formal, sobre todo en un lugar nuevo para él. Solo por hoy decidió dejar su largo cabello suelto, en lugar de amarrarlo, así como su amiga. Angelo tenía un cabello bastante suave y con eso algunas ondas se creaban al tenerlo todo los días atado, no es por nada, pero aumentaba su aspecto atractivo.

Willow, al verlo regresar de su cabaña no pudo evitar sonreír con sinceridad. "Te ves increíble con el pelo suelto, Angelo. Deberías llevarlo así más a menudo."

Este último sonrió ligeramente, agradecido por el cumplido. "Seguro que si" respondió, acariciandose el cabello mientras se miraba en el espejo. Sin duda había veces que parecía un poco narcisista.

Entre tanto, Willow tuvo una idea. Se acercó con un espejo pequeño y algunos productos de maquillaje. "Déjame ayudarte un poco más" dijo con una sonrisa cómplice.

Con habilidad, Willow retocó ligeramente el rostro de Angelo, añadiendo un poco de brillo a sus pómulos y un toque de sombra a sus párpados junto con un lápiz de ojo negro. "Listo" dijo con satisfacción. "Ahora sí estamos listos para la fiesta."

Angelo al mirarse nuevamente al espejo notó que se veía un poco mejor. Nunca había usado maquillaje, pero la verdad es que le quedaba bien.

"¿Sabes que la fiesta es entre 4 horas? ¿Como piensas matar el tiempo?" Preguntó Angelo, al cuál obtuvo respuesta de inmediato.

"tu solo sígueme y trae el invito. Conozco un lugar donde podríamos divertirnos un poco"

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Capítulo aburrido, lo sé. Pero les digo que ya se viene lo bueno.
🤸
Ps: si llegamos a los 100 votos, en el siguiente capítulo (que será bien largo y posiblemente tendré que dividirlo en dos) subiré dibujos de referencia de la fiesta, espero sorprenderlos. Me esforzaré lo más que pueda en hacerlos.
¡No duden que si hay mucha gente que lo aprecia, con gusto subiré más!

Corazones en la Niebla {Mortis x Angelo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora