-Capítulo 31-

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No pasó mucho tiempo antes de que los parloteos y murmullos de la multitud se acallaran de repente, cuando un fuerte ruido de motor rompió la serenidad de la plaza, captando la atención de todos.

"¿Y ese quién es?" preguntó alguien entre la multitud, la curiosidad palpable en su tono.

La respuesta no tardó en llegar cuando Mortis descendió con elegancia del lujoso auto negro. Cerró la puerta del conductor con calma y se dirigió al otro lado del vehículo. Con la misma cortesía, abrió la puerta del copiloto, revelando a Angelo, quien emergió con una gracia que instantáneamente capturó todas las miradas.

"Gracias" murmuró Angelo, tomando la mano que Mortis le ofrecía para ayudarlo a bajar. Su gesto, lleno de modales refinados, despertó una ola de susurros entre los espectadores.

"¿Acaso nunca han visto a alguien bien vestido?" pensó Angelo mientras posaba deliberadamente, permitiendo que todos lo admiraran desde cada ángulo.

"¿Me permites?" dijo Mortis, ofreciendo su brazo con una sonrisa discreta.

Angelo respondió con una sonrisa traviesa y tomó el antebrazo de Mortis mientras caminaban juntos hacia el centro de la plaza. Su andar era majestuoso, con la cabeza alta y el paso firme, lo que solo aumentaba el magnetismo que ejercía sobre todos los presentes.

Sin embargo, no habían avanzado mucho cuando Lola, habiéndolo avistado, se adelantó con su grupo de amigas siguiéndola de cerca.

"¡Oh, darling, te ves fabuloso! ¿Dónde conseguiste ese conjunto?" exclamó Lola, sus ojos brillando con admiración genuina.

"Lo hice a mano" respondió Angelo, soltando el brazo de Mortis para darle toda su atención a Lola.

"¡Tienes que enseñarme cómo lo hiciste! Necesito uno para mí también. ¿No has pensado en trabajar como modelo?" continuó Lola, su entusiasmo desbordante.

"Si quieres, te muestro más de mi colección. Me encanta coser" ofreció Angelo mientras sacaba su teléfono y mostraba una serie de fotos de sus creaciones.

"¡Wow! ¡Están increíbles! ¿Podrías hacerme uno? Necesito algo sexy y elegante para mi próxima película," comentó Lola, claramente impresionada.

"Claro, dime qué tienes en mente," dijo Angelo, abriendo sus notas en el teléfono para anotar cada detalle que Lola mencionara.

Mientras Lola describía sus ideas con pasión, Mortis, con una mirada tranquila, intervino. "Iré un momento con Emz, ten cuidado."

"Ujum, nos vemos más tarde," respondió Angelo distraídamente, ya inmerso en la conversación con Lola.

"¿Te parece si, mientras tanto, vamos a tomar unos tragos? Yo invito" propuso Lola, con una chispa de emoción en sus ojos.

"¿Cómo podría rechazar algo así? Te sigo," respondió Angelo, con una sonrisa de complicidad.

Caminaron juntos hasta un pequeño bar en la plaza, adornado con mesas y sillas de madera rústica. Se sentaron en una de las mesas al aire libre, y la conversación rápidamente giró en torno a la moda. Aunque Charlie y Piper estaban con ellos, la mayor parte del diálogo fluía entre Lola y Angelo, quienes intercambiaban ideas y opiniones sobre las últimas tendencias.

"Oh, espera, también quiero hablarte sobre joyas," dijo Lola de repente. "¿Qué crees que sea mejor, oro o plata?"

"El oro blanco te quedaría mucho mejor," respondió Angelo, añadiendo ese detalle a sus notas. "Y cuéntame, ¿de qué trata tu próxima película?" preguntó el cupido, intentando alargar la conversación.

"En realidad, no debería decirle a nadie, pero..." Lola hizo una pausa dramática, disfrutando del momento antes de comenzar a contar todos los detalles, olvidándose por completo de que estaba esperando a Gray.

Corazones en la Niebla {Mortis x Angelo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora