Entre las sombras del Cementerio y el brillo del Pantano, Mortis, el vampiro de corazón frío, y Angelo, el carismático cupido del pantano, son unidos por un misterio y una cercanía inesperada. A pesar de la desconfianza inicial, su historia de amor...
Continuando con la cita. Angelo y Mortis siguieron su camino entre breves charlas y comentarios sobre lo que había alrededor de ellos, era un ambiente bastante cómodo. Hecho que hará al cupido sentirse más atrevido de lo normal.
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"Ya casi llegamos" comentó el vampiro, separándose de Angelo con cuidado, sin ser descortés, para proponerle algo. "¿Podrías cerrar los ojos?"
"Bien" respondió Angelo en tono curioso, cerrando sus ojos con una sonrisa intrigada.
"Por aquí" dijo Mortis, tomando delicadamente sus manos para guiarlo al lugar con pasos seguros.
Angelo sentía la calidez de las manos de Mortis y la firmeza con la que lo conducía, anticipando la emoción por la sorpresa que su cita le tenía preparado. Ambos caminaban lentamente, el sonido de sus pasos resonando en la quietud de la noche, junto el crujir de las hierba y hojas que se hacían menos audibles cada vez que ambos avanzaban.
"Ya puedes abrirlos." comunicó el de piel pálida, soltando su agarre y observandolo con una pizca de ansiedad y expectación, mientras su amado abría los ojos lentamente. Frente a él, se desplegaba un pequeño claro en el bosque, iluminado suavemente por farolillos colgantes y velas que emitían un resplandor cálido. En el centro, una mesa rústica de madera estaba cubierta con un mantel blanco y delicadas flores silvestres.
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(Algo así)
En realidad Angelo no es alguien tan fácil de sorprender y es comprensible. Antes de ser el cupido del pantano, este vivía entre nubes y pasajes maravillosos que ningún ser humano había visto. Sin embargo le pareció bastante tierno que mortis hiciera todo esto por él, de su punto de vista era un poco simple pero también romántico de su parte. Y este último era lo que consideraba más.
"...." Angelo jadeó suavemente de asombro, con sus ojos brillando sutilmente de la emoción. "Es hermoso."
"Quería que esta noche fuera especial." explicó Mortis, su voz delicada pero llena de sinceridad. "Para mostrarte cuánto puedes significar para mí."
Angelo se sintió abrumado por la atención al detalle y el esfuerzo que Mortis había puesto en cada aspecto de la noche. Era más que una simple cena; Cada elemento, desde la elección de las flores hasta la disposición de los farolillos, hablaba de cuidado y consideración.
"Gracias" dijo Angelo conmovido, sus ojos encontrándose con los del vampiro.
Mortis respondió con una sonrisa, acercándose a una de las sillas para que el cupido se siente. Esta noche iba a usar todos sus trucos de caballerosidad para sorprenderlo si es posible.
Angelo no dijo nada pero tenía aún esa sonrisita estampada en su rostro, este se acercó y se sentó dejando que mortis lo acomodara esperando que también tome asiento enfrente de él.
