Habían pasado días, más bien meses, desde que todo se solucionó y sus vidas comenzaron a ser más tranquilas.
O bueno, fue tranquilo hasta que se enteraron que Keiji estaba en cinta.
Definitivamente había sido en el celo de Bokuto la concepción de su bebé, después de todo, en sus anteriores veces relacionándose se habían protegido.
No fue realmente planeado, pero saber que el vientre de Akaashi ahora cargaba con un pizca de ellos dos los hizo emocionar a más no poder.
Aún que el único que no estuvo de acuerdo con la noticia fue el menor de su pequeña familia, quien con el tiempo apoyó la idea, pero eso es historia para más adelante.
Su vida "tranquila" también se vio interrumpida por el cambio del hogar.
La casa que normalmente habitaba Keiji y su hijo, estaba a nombre de su ex alfa, por lo que cortar todo lazo con él implicaba dejar ese lugar.
Realmente no fue problema, ya que a unos cuantos pasos estaba el hogar que los recibió con los brazos abiertos a vivir juntos.
Akaashi pensó en moverse a un departamento más pequeño, algo que sólo abarcará sus cosas y las de su hijo, pero se sentía absurdo ya que deseaba estar con él alfa.
Podían sentir que era algo pronto, pero realmente no podían estar mucho tiempo separados del otro por lo que seguir compartiendo espacio era la mejor opción.
Solo movieron un par de cajas que con el tiempo se fueron desocupando para distribuir mejor el hogar.
La habitación que solía ser para invitados, en unos días se convirtió en el cuarto de Kaito, quien estuvo muy feliz de pintarlo en una tonalidad azul clara, obviamente ayudado por su papá.
Bokuto disfrutó remodelar la habitación bajo la atenta mirada de su hijo, quien pasaba un pincel pequeño por los espacios que no cubría la brocha. Todos sus años su mamá le había dicho que no podía pintar en las paredes y ahora que Bokuto se lo permitía se sentía en un sueño.
Akaashi en ese proceso se encargó de vigilar que ningún tarro de pintura fuera derramado o que cayera en los ojos de alguno de los dos artistas. Ayudaba a Kaito de vez en cuando a levantarlo para que llegara a los espacios que quería pintar, pero era complicado con seis meses de embarazo en él, así que Bokuto terminaba cargando al más pequeño sobre sus hombros para que siguiera con su labor.
Cuando la pintura estuvo finalmente seca y con varias pasadas para llegar al color que querían, Kaito no estuvo satisfecho y quiso agregar una idea a su habitación.
Comenzó a dibujar pequeñas estrellas para decorar el entorno.
-Mamá dice que papá es una estrella -hablo el pequeño infante- así que si no está, esto animará a mamá -fueron sus palabras inocentes mientras pintaba estrellas en las paredes.
Akaashi lloro cuando escuchó aquellas palabras, tan lindas y puras. Juraba que eran las hormonas pero le daba igual sentirse de esa manera ya que sabía que su familia siempre estaría para consolarlo.
Como las veces que Bokuto terminaba decepcionado de si mismo en algún partido que sintió que no rindió bien, siempre estaba Akaashi y su pequeño hijo recibiéndolo en un gran abrazo.
Sobre la fama del alfa fue un tema complicado, pero como había dicho Akaashi no le importaba si la gente comenzaba a hablar sobre él, solo no quería que el rostro de Kaito comenzase a ser objetivo del ojo público.
Bokuto se encargó muy bien de eso cuando en una rueda de prensa desmintió todos los rumores de que había dejado embarazado a un omega y luego desaparecer por fama. Todos esos rumores surgieron porque comenzaron a divulgarse imágenes de él con el cachorro en brazos y su omega embarazado a su lado, la gente estaba extrañada por la repentina aparición de un hijo del jugador.

ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞
FanfictionBokuto se presenta a un nuevo ambiente para el comienzo de una vida cercana a sus nuevos vecinos, que tanto adoro desde el primer día. Una familia tranquila se presentaba en la casa a su izquierda, "tranquila" a excepción de un travieso cachorro que...