Ricitos de oro

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Después de una semana, Niccolò finalmente cumplió la promesa de volver a ver a alguno de los hijos de Manuel, con algo de astucia y un poco de dinero convenció a la encargada de la guardería para que le prestara al pequeño Jorge Luis por unas horas, esta vez el encuentro fue en el parque más cercano al colegio donde Manuel esperaba ansioso a José Manuel pero que sorpresa se llevó al ver a Jorge Luis, cuando los miró a ambos niños acercándose su corazón se llenó de alegría y emoción, los niños corrieron hacia él y Manuel se agachó para recibirlos en un fuerte abrazo.

¡Cachorro!-Exclamó Manuel con su voz quebrada por la emoción-Soy tu papá, mi amor-Dijo sonriéndole-¡Estás tan grande, ricitos de oro!-Dijo abrazándolo una vez más al pequeño y Jorge Luis al verlo sonrió y acarició el rostro de Manuel con sus pequeñas manos riendo con inocencia.

Pa-Pa-Pa-Papá-Balbuceó Jorge Luis mientras sus ojos brillaban de felicidad.

El es papito, es nuestro papá-Le explicó José Manuel con su voz llena de entusiasmo-Los demás creen que papá está muerto, pero no es así-Dijo haciendo un mohín mientras fruncía el ceño-Nos quiere mucho ¿verdad papá?-Dijo mirándolo fijamente y Manuel sonrió.

Los amo más de lo que pueden imaginar-Respondió Manuel con lágrimas corriendo por sus mejillas.

Los tres compartieron un momento precioso, riendo y jugando juntos, Manuel besaba a Jorge Luis en la frente y lo abrazaba fuerte, intentando grabar cada detalle en su memoria.

Te he extrañado tanto, cachorro-Dijo Manuel, mirando a su hijo menor con ternura-Prometo que siempre estaré aquí para ustedes, aunque no puedan verme-Les susurró y José Manuel sonrió satisfecho de ver a su padre tan feliz y sabiendo que aunque fuera un secreto su papá seguía siendo parte de sus vidas.

Mientras tanto en la empresa todo marchaba de maravilla, los ingresos aumentaban de manera increíble y los negocios prosperaban bajo la nueva administración de Mayte y Emmanuel, la estabilidad financiera y el éxito en la empresa permitían que Mayte pudiera centrarse en lo que realmente importaba sus hijos y su familia.

...
Después de varias horas de juegos, pláticas y mucho cariño se había terminado el tiempo del encuentro, Niccolò se acercó y llamó a los niños.

Es hora de regresar-Dijo suavemente consciente de la tristeza en los ojos de Manuel.

Manuel abrazó a sus hijos una última vez, susurrándoles palabras de amor y promesas de volver a verlos.

Recuerden que los amo y que siempre estaré con ustedes-Dijo besándolos en la frente.

Los niños se alejaron de la mano de Niccolò, mientras Manuel los miraba con el corazón lleno de amor y esperanza, sabiendo que algún día podrían estar juntos de nuevo sin secretos ni mentiras, Niccolò se los entregó a la maestra sombra de José Manuel quien era la encargada de llevarlos y regresarlos al colegio, después del emotivo encuentro en el parque regresaron a la casa alejada de la ciudad, Manuel aunque estaba lleno de alegría por haber visto a sus hijos, también sentía una profunda tristeza al tener que separarse nuevamente de ellos.

...

Al día siguiente, Niccolò y Manuel se sentaron en el estudio para revisar los demás documentos importantes que habían recuperado, mientras trabajaban Manuel no podía dejar de pensar en sus hijos y en la promesa que les había hecho.

Niccolò, no puedo seguir así-Dijo Manuel rompiendo el silencio-Necesito encontrar una manera de estar más cerca de ellos, sin ponerlos en peligro-Dijo mirándolo fijamente y Niccolò lo miró con comprensión y seriedad.

Lo sé Manolino, pero primero tenemos que asegurarnos de que todo esté en orden aquí y de que Oscar no tenga ninguna forma de encontrarte-Dijo Niccolò mirándolo serio-Debemos ser pacientes y cuidadosos-Le recordó y Manuel asintió sabiendo que Niccolò tenía razón pero la ansiedad de estar separado de su familia le pesaba cada vez más.

Por otra parte, Mayte estaba en su oficina revisando algunos informes cuando su teléfono sonó, era Isabel.

¡Mayte! Tenemos grandes noticias-Exclamó Isabel con entusiasmo-¡Hemos cerrado el trato con el nuevo cliente!-Dijo emocionada y Mayte sonrió al escuchar las buenas noticias.

¡Eso es maravilloso, Isa!-Dijo Mayte emocionada al igual que Isabel-Sabía que lo lograrías-Dijo reconociendo su dedicación-Gracias por todo tu esfuerzo-Dijo con sinceridad.

¡No hay de qué!-Respondió Isabel-Emmanuel y Agustín también están muy contentos ¿Por qué no celebramos esta noche?-Sugirió.

¡Claro!-Dijo Mayte con una sonrisa-Nos vemos en el restaurante de siempre-Dijo suspirando pues un momento de relajación no le vendría mal.

Esa noche, Mayte, Isabel, Emmanuel y Agustín se reunieron para celebrar el éxito en la empresa, la cena estuvo llena de risas y por un momento Mayte pudo olvidar sus preocupaciones y disfrutar del momento.

Otra vez de vuelta en la casa alejada de la ciudad, Manuel y Niccolò continuaron trabajando en su plan, decidieron que la mejor manera de asegurar la estabilidad de la empresa y la seguridad de Manuel sería organizar una reunión con Mayte y los otros accionistas clave, pero hacerlo de una manera que no levantara sospechas.

Necesitamos un plan sólido-Dijo Niccolò-Voy a hacer algunas llamadas y ver cómo podemos manejar esto sin alertar a Oscar-Dijo mirando a Manuel quien asentía.

Gracias, Niccolò-Respondió Manuel agradecido por el apoyo incondicional de su amigo-No sé qué haría sin ti-Dijo con sinceridad.

Somos amigos, Manolino-Respondió Niccolò colocando una mano en su hombro-Estamos en esto juntos-Dijo con una sonrisa.

Mientras tanto, Mayte seguía adelante con sus responsabilidades en la empresa, siempre con la esperanza de que algún día las cosas pudieran volver a la normalidad, no sé podía sacar de la cabeza aquella noche con Manuel, eso era algo que no podía olvidar, pero la vida seguía, gracias a Dios y a Manuel, ella y sus hermanos consolidaron aún más la estabilidad de la empresa, la confianza y el trabajo en equipo se convirtieron en la base de su éxito, y poco a poco comenzaron a visionar un futuro más brillante y seguro para todos, Manuel por su parte aunque estaba lejos, la fuerza del amor de su familia y su determinación para estar juntos algún día seguían siendo su mayor motivación, la visita inesperada de José Manuel y Jorge Luis al parque había llenado su corazón de alegría, aunque no podía evitar sentirse culpable por mantener el secreto con sus cachorros sabía que con la ayuda de Niccolò algún día podrían vivir juntos de nuevo sin temor, unidos como la familia que siempre habían sido.












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