Lucha por estabilizarse

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El día del vuelo de regreso todo parecía en orden, Manuel quien había prometido a José Manuel y Jorge Luis que volvería pronto estaba ansioso por volverlos a ver, Manuel y Niccolò abordaron el jet privado despidiéndose de Annabella y Vittoria con la promesa de mantenerse en contacto, sin embargo poco después del despegue algo salió mal.

¿Qué está pasando?-Preguntó Manuel al sentir una vibración inusual.

No lo sé, pero mantén la calma-Respondió Niccolò intentando no mostrar su preocupación.

La tripulación informó que había un problema técnico y que debían regresar a la pista de dónde habían salido, la tensión aumentaba a medida que el avión descendía, Manuel solo pensaba en la promesa que le había hecho a sus hijos, finalmente el jet tocó tierra pero de manera brusca provocando un accidente, el impacto fue devastador, Manuel y Niccolò quedaron gravemente heridos y rápidamente fueron trasladados a un hospital cercano donde ingresaron en estado de coma, la noticia llegó rápidamente a Annabella quien recién llegaba a casa con Vittoria cuando recibió la llamada.

¿Annabella Rinaldi?-Dijo una voz en italiano al otro lado de la línea.

Sí, soy yo-Respondió ella sintiendo que algo no estaba bien.

Lamentamos informarle que el jet privado de Niccolò Rinaldi sufrió un accidente al regresar a Italia, Niccolò y Manuel están en coma-Dijo fríamente aquella voz y Annabella sintió que el mundo se derrumbaba a su alrededor, sostuvo a Vittoria más cerca de ella tratando de contener las lágrimas.

Gracias por informarme-Dijo con voz temblorosa antes de colgar.

Annabella sabía que debía ser fuerte por su hija, sin perder tiempo se dirigió al hospital para estar junto a su hermano y Manuel, al llegar se encontró a los médicos en plena lucha por estabilizar a los dos hombres.

Los días siguientes fueron una tormenta de emociones para Annabella que pasaba largas horas en el hospital esperando cualquier señal de mejora, sabía que no podía informar a la familia de Manuel en México sin comprometer su seguridad y la de los niños, así que decidió mantener la noticia en secreto.

Tienes que despertar, Niccolò-Le decía Annabella a su hermano mientras le sostenía la mano-Vittoria y yo te necesitamos-Dijo llorando y se giró a la camilla de Manuel-Y Manuel tus hijos te necesitan también, no te rindas-Dijo sollozando-Por favor, no nos dejen-Dijo rompiendo en llanto.

...

La vida en México seguía su curso sin conocimiento del accidente Mayte, Isabel y Emmanuel estaban ocupados con los asuntos de la empresa, ajenos a la tragedia que se había desatado en Italia, Mayte especialmente estaba concentrada en su trabajo y en cuidar de sus hijos.

Mientras tanto en Italia, Annabella hacía todo lo posible por mantenerse fuerte, la pequeña Vittoria la acompañaba al hospital, su presencia le había proporcionando un consuelo inestimable.

Mamá, zio Niccolò va a despertarse ¿verdad?-Preguntaba Vittoria con los ojos llenos de lágrimas.

Sí, mi amor-Respondió Annabella aunque su voz temblaba-Zio Niccolò y Manolino van a despertarse-Le aseguró.

El tiempo en el hospital se volvió una rutina de esperanzas y rezos, cada día Annabella se sentaba junto a la cama de Niccolò y Manuel hablándoles suavemente recordándoles cuánto los amaban y cuánto los necesitaban, finalmente después de días de incertidumbre hubo una leve señal de mejora, los médicos informaron que había esperanzas de recuperación para ambos pero el camino sería largo y difícil, Annabella sintió una mezcla de alivio y ansiedad sabía que debía prepararse para enfrentar cualquier desafío, sabiendo que la fuerza del amor y la familia sería su guía en este arduo camino hacia la recuperación de Niccolò y Manuel, con cada pequeño progreso Annabella mantenía la esperanza viva, sabía que eventualmente tendría que informar a la familia de Manuel en México, pero por ahora su foco estaba en apoyar a los dos hombres más importantes en su vida y ayudarles a regresar a ella y a Vittoria.

..

Después de un mes de quedar en coma y no mostrar más avances, Annabella tomó la decisión de trasladar a Manuel y Niccolò a la villa Rinaldi, donde se les proporcionó atención médica especializada, los médicos adaptaron una habitación para que ambos hombres pudieran recibir el cuidado necesario sin estar en un hospital público asegurando así su privacidad y seguridad, la pequeña Vittoria pasaba la mayoría del día junto a Manuel hablando con él y contándole sus aventuras diarias, se sentaba a su lado, sosteniendo su mano y sonriéndole aunque él no pudiera responderle.

Hoy encontré una libélula en el jardín Manuel, era azul y brillante-Le contaba Vittoria con sus ojos brillando de emoción-También hice un dibujo para ti, espero que te guste cuando lo veas-Dijo sonriendo.

Annabella, seguido observaba a Vittoria desde la puerta luchando por contener las lágrimas, la dedicación de su hija hacia Manuel la conmovía profundamente sabía que esa situación las estaba afectando a ambas, pero también veía la resiliencia en Vittoria, su capacidad de encontrar alegría incluso en medio del dolor y una tarde mientras Vittoria hablaba animadamente con Manuel, Annabella se acercó y se sentó junto a ellos.

Eres muy valiente, mi amor-Le dijo a Vittoria acariciándole el cabello-Sé que Manuel está escuchando todo lo que le cuentas-Dijo sonriéndole-Estoy segura de que en este momento eres su mayor consuelo-Le aseguró.

¿Tú crees que me escucha, mamà?-Preguntó Vittoria con esperanza en sus ojos.

Sí, estoy segura de que te escucha-Respondió Annabella tratando de mantener la voz firme-Y estoy segura de que siente todo el amor que le das-Dijo mirándola a los ojos.

Annabella y Vittoria pasaban horas junto a Manuel y Niccolò esperando cualquier señal de recuperación y los médicos les daban informes regulares aunque el progreso era lento y lleno de incertidumbres.

...

Una noche después de acostar a Vittoria, Annabella regresó a la habitación donde estaban Manuel y Niccolò, se sentó entre las dos camas observando a su hermano y al hombre que se había convertido en una figura paterna para su hija.

Tienen que despertar-Susurró Annabella dejando que las lágrimas corrieran libremente por su rostro-Nos hacen tanta falta, Vittoria necesita a Manuel y yo te necesito a ti, Niccolò-Dijo sollozando.

Los días se convirtieron en semanas y Annabella seguía manteniendo la esperanza viva, sabía que tenía que ser fuerte por Vittoria y por los hombres que amaba, la villa que alguna vez había sido un lugar de alegría y risas ahora estaba llena de una melancólica espera, cada día Vittoria seguía visitando a Manuel contándole sus aventuras y sus sueños, Annabella la observaba con una mezcla de orgullo y tristeza, rezando por el día en que Manuel y Niccolò pudieran abrir los ojos y responder a todo el amor y el cuidado que les rodeaban, después de semanas de angustia Annabella comenzó a notar pequeños signos de recuperación, un movimiento de los dedos aquí, una leve respuesta a los estímulos allá, los médicos confirmaron que había esperanza y que ambos hombres estaban mostrando señales de despertar haciendo que Annabella sintiera un rayo de esperanza, sabía que el camino hacia la recuperación sería muy largo y bastante difícil pero con el apoyo de Vittoria estaba preparada para enfrentar cualquier desafío que viniera, la vida en la villa Rinaldi seguía su curso, llena de espera y esperanza mientras Annabella y Vittoria se mantenían firmes esperando que algún día Manuel y Niccolò regresarían a ellas.
















Omg!, me aloque vvs y se me salió un poco de control la situación espero arreglarlo pronto😘

Después de ti ¿que?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora