...¿Qué haces aquí?-Preguntó Manuel cruzado de brazos.
Nuestros hijos no llegaban a dormir, me preocupé y vine a ver si acaso estaban aquí-Mayte mintió piadosamente mirándolo fijamente.
Oh, ya te diste cuenta que aquí están y estarán por muchas horas durmiendo-Dijo Manuel mirándola con seriedad.
Sí, tienes razón, me voy-Dijo Mayte dándose la media vuelta y aunque Manuel no lo quería hacer, esta vez sí la detuvo.
May... discúlpame, me estoy muriendo de celos solo de pensar que estás con él y no conmigo-Dijo Manuel apretando la mandíbula mientras la miraba.
Mayte se giró y se lanzó a sus brazos, enredo sus brazos alrededor de su cuello para después besarlo, entraron a la habitación sin dejar de besarse hasta tropezar con la cama...Unos segundos bastaron para la ropa cayera y se fundieran entre besos y caricias, las sabanas frías de pronto se convirtieron en tibias, el calor y el sudor en sus cuerpos se mezclaron, las manos de Mayte arañando su espalda, Manuel besando su cuello, suspiros, gemidos y gruñidos se escuchaban en la habitación, la sensación del vaivén de sus caderas recorriendo como electricidad causando escalofríos y pequeños temblores en sus cuerpos intensificando cada sensación y cada movimiento, se entregaron por completo el uno al otro, dejando atrás todas las preocupaciones y conflictos que los habían tenido, en ese momento solo existían ellos dos llenos de pasión y deseo.
Te amo-Dijo Manuel agitado y rozando sus labios contra los de ella mientras aumentaba un poco la velocidad de su cadera.
Yo...yo también-Respondió Mayte temblando debajo de su cuerpo.
Después de alcanzar la cima en la pasión se quedaron abrazados intercambiando caricias y suspiros, el ritmo de sus respiraciones se fue calmando lentamente y el calor de sus cuerpos comenzó a desaparecer, Manuel acariciaba el cabello de Mayte mientras ella trazaba suavemente círculos en su espalda con la punta de sus dedos.
No quiero que este momento termine-Murmuró Manuel con su voz llena de un anhelo profundo
Tampoco yo-Respondió Mayte con la cabeza apoyada en su pecho-Pero la realidad siempre nos alcanza-Dijo dejando pequeños besos en su hombro.
Entonces, al menos por ahora dejemos que el tiempo se detenga-Dijo Manuel besándola y Mayte sonrió entre el beso.
Se quedaron en silencio, disfrutando de la cercanía y el consuelo que se daban aferrándose a ese instante de intimidad.
Buenos, perfectos días-Dijo Manuel sonriéndole- ¿Solo venías por los chicos?-Preguntó mientras dejaba besos cerca de sus pechos.
Pensé en venir a desayunar contigo y el desayuno fue otro-RespondióMayte sonrojada escondiendo su rostro en su cuello y Manuel sonrió.
Manuel levantó el teléfono y ordenó desayuno a la habitación mientras Manuel hablaba Mayte se colocó su camisa lo que hizo que Manuel sonriera al terminar la llamada, se acercó a ella y la abrazó colocando sus manos en su cadera.
Traerán el desayuno en un momento-Dijo Manuel sonriéndole-Pero podríamos...-Empezó a besarle el cuello y Mayte enredó sus piernas alrededor de su cadera.
De pronto, se encontraron nuevamente atrapados en el vaivén de sus caderas envueltos en la intensidad y la pasión, Mayte besaba y mordía los labios de Manuel y este gruñía de placer pero nada dura para siempre, el timbre de la puerta comenzó a sonar anunciando que el desayuno había llegado interrumpiendo su momento de pasión, Manuel con mucho pesar salió y se apartó de Mayte, y se colocó rápidamente su pantalón, recibió el desayuno y regresó con la bandeja con una amplia sonrisa y Mayte comenzó a reír al notar su bulto nada oculto.
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Después de ti ¿que?
FanfictionMayte Lascurain junto a su familia podrán creer en el destino y las segundas oportunidades "divinas" que te mandan a un mundo tan irreal que no sabes en que creer...