Viktorov, general del ejército, el hombre más temido, el villano de la historia de muchos y el hombre que necesita una novia falsa.
De inmediato.
Farah, trabajadora de un burdel con muchos secretos. Su sed de venganza es tan grande que no le import...
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"Oh, my sweet Psycho."
—No deberías estar aquí.
Me quito la capa negra con la que me había cubierto al pasar cerca de los puestos militares, evitando cualquier contacto con más de alguno de ellos, especialmente del general a cargo, que imagino que es Viktorov.
Al ver a Madam al frente del balcón del segundo piso, solo levanta su barbilla y se gira, regresando a su oficina con calma.
—Nadie debería estar aquí, pero aquí estamos —respondo a Daphne, la chica más joven del burdel, quien tomó mi capa y la colgó en el perchero de la entrada—. ¿Dónde está Saphix?
—Es lo que nos hemos estado preguntando desde esta tarde.
En el momento en el que me llegó la nota a casa de Viktorov preguntándome si Saphix estaba conmigo, una inquietud se instaló en mi pecho. Saphix no es la clase de chica que sale a pasear sola, odia la multitud en las calles, así como no tolera el ruido alto de los coches y mucho menos el humo. Es como una flor delicada a la que tienes que cuidar con mucha paciencia y amor.
Si Saphix hubiera ido a visitarme, le hubiera pedido a alguna de las chicas que la acompañaran o Madam le hubiera asignado a algún guardaespaldas ya que sigue siendo una de sus chicas más cotizada, deber cuidarla siempre o perdería clientes importantes.
Ya suficiente está perdiendo con mi ausencia.
—Ella estará bien ¿verdad? —Daphne mira por la ventana cuando escuchamos varios soldados correr por la parte delantera, gritando órdenes mientras cargan sus armas.
Quisiera no preocuparme tanto, pues no sirve de mucho en momentos como estos, pero no puedo ser de piedra cuando se trata de la seguridad de la única persona que amo.
Subo las escaleras con Daphne detrás de mi, pasamos juntas por el pasillo principal donde varias chicas están reunidas atentas a la planta baja en caso de que alguien intente entrar. Han pasado varios años desde la última vez que el distrito catorce se vio envuelto en una zona de peligro, pues Viktorov estuvo haciendo muy bien su trabajo.
Sin embargo, no puede detener la guerra él sólo.
—Comienza a oler a muerte...
Malicy sonríe tras sus palabras, mirándome fijamente cuando entro a la habitación sin tocar.
—¿Sabes algo de Saphix?
—¿Por qué lo haría?
—Porque tu fuiste asignada como su compañera luego de que me fuera.
Dirige su mirada a Daphne durante un momento antes de volver a verme y sonríe con demasiada calma, algo que me hace querer abofetearla.
—Si tanto te preocupa, debiste habertela llevado contigo.
