Capítulo 6: Koko se recupera

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Quince días habían transcurrido desde el brutal ataque a Koko, y el misterio que envolvía el incidente solo parecía profundizarse con el paso del tiempo. A pesar de los esfuerzos de Koemi y su grupo por investigar el caso, seguían sin tener ninguna pista sólida sobre la identidad de los culpables.Los dos cuerpos que Koko había abatido durante el enfrentamiento no les resultaban familiares, lo que complicaba aún más la situación. La joven aún estaba en proceso de recuperación, su cuerpo y espíritu luchando para sanar las heridas tanto físicas como emocionales causadas por el violento encuentro.


En medio de la incertidumbre y la frustración, Koemi y sus compañeros se encontraban en un punto muerto. No tenían pistas que seguir, ninguna línea de investigación que explorar. La falta de avances en el caso pesaba sobre ellos, creando una sensación de impotencia y desesperación.Sin pistas, sin indicios, se enfrentaban a un callejón sin salida. El tiempo seguía avanzando implacablemente, pero el enigma del ataque permanecía sin resolver, como una sombra oscura que se cernía sobre ellos.


Koemi entró en la sala de reuniones con una mezcla de expectación y cautela. La convocatoria de los nueve jefes, ella misma incluida como la décima jefa, junto con los dos líderes principales del clan Tártaro, indicaba que la situación era seria y requería la atención de todos los altos mandos del clan.Al tomar asiento entre los otros líderes, Koemi notó la gravedad en los rostros de sus compañeros. Estaba claro que algo importante estaba a punto de ser discutido, y la tensión en la sala era palpable.Mientras los dos líderes principales del clan comenzaban a abordar el propósito de la reunión, Koemi se preparó para escuchar atentamente y tomar decisiones que pudieran afectar el destino del clan Tártaro.


Los gemelos líderes del clan Tártaro, una mujer mayor y un hombre mayor, dirigieron la conversación con una sincronización perfecta, como si sus palabras estuvieran coreografiadas.La mujer mayor comenzó con una observación sobre la falta de pistas del ataque a la subordinada de Koemi, lo que reflejaba la gravedad de la situación. Su tono era serio pero tranquilo, mostrando una sabiduría que solo los años de experiencia podían brindar.Su hermano complementó la declaración de su hermana, señalando el milagro de la supervivencia de la subordinada de Koemi ante un ataque tan despiadado. Su voz llevaba un tono de asombro y respeto por la valentía de la joven.


Después de estos comentarios, los gemelos líderes se volvieron hacia Koemi con una expresión de aprobación y admiración. Reconocieron su habilidad para entrenar a sus subordinadas, y sus risas llenaron la sala, irradiando calidez y camaradería a pesar de la gravedad del tema.Koemi escuchó las palabras de los líderes del clan Tártaro con serenidad, sin sorprenderse por su tono amable y risueño. Desde que era una niña, había conocido a los líderes y sabía que esa era su forma característica de comunicarse. Para ella, su presencia era reconfortante, un recordatorio de la estabilidad y la sabiduría que representaban para el clan.


Jefe 1: ¿Alguien tiene alguna idea de quiénes podrían ser los responsables de este ataque?


Jefe 2: No tenemos pistas sólidas hasta el momento. Los cuerpos que encontramos no son conocidos por ninguno de nuestros miembros.


Jefa 3: Podrían ser mercenarios contratados por algún rival. Es una estrategia común en tiempos de conflicto.


Jefe 4: También podrían ser disidentes internos. No todos comparten nuestra visión y algunos podrían estar conspirando en las sombras.


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