Perspectiva de Ryu
Ryu enfrentó la multitud de guardianes con determinación. Sin dudarlo, se abalanzó sobre ellos, ejecutando su plan con precisión. Atacó a cuatro de ellos de manera estratégica, sabiendo que provocaría una reacción en cadena. Su objetivo era claro: distraer a esos guardianes y llevarlos lejos del grupo.
Después de lanzar sus ataques, Ryu se alejó rápidamente, corriendo por el laberinto de pasillos y cámaras de la cueva. Los guardianes lo perseguían con ferocidad, pero él los llevó hacia un área menos transitada, donde pudo ocultarse detrás de un muro apenas visible.
Mientras observaba a los guardianes pasar de largo, Ryu aprovechó el momento para planear su próximo movimiento. Sabía que tenía que actuar rápido y con precisión si quería acabar con ellos sin poner en peligro a sus amigos.
Cuando los guardianes estuvieron lo suficientemente lejos, Ryu emergió de su escondite y se preparó para el ataque. "Daburu katto: Kūwokiru doragon-tachi (Doble corte: Dragones cortando el cielo)," exclamó, lanzando un poderoso ataque contra el último guardián de la fila. Los dragones imaginarios surgieron de su espada, cortando el aire con ferocidad y golpeando al guardián con fuerza.
Sin darles tiempo para reaccionar, Ryu continuó con otro ataque, "Daburu katto: Sunpō katto (Corte doble: corte dimensional)," gritó, ejecutando un movimiento rápido y preciso que creó una grieta dimensional, cortando a través de los guardianes restantes. El aire se llenó con el sonido de las espadas chocando y los gritos de los guardianes derrotados.
Con la batalla terminada y el silencio reinando una vez más en la cueva, Ryu se tomó un momento para recuperar el aliento. Escuchó el grito de dolor de Kohana y el estruendo en la dirección donde había dejado a Kenzo. Preocupado por sus amigos, decidió regresar a toda marcha, preparado para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.
Ryu avanzó por los oscuros pasillos de la cueva, cada paso lo acercaba más a sus compañeros. La preocupación por su seguridad crecía en su pecho, pero también sentía una determinación feroz ardiendo en su interior. No permitiría que nada ni nadie se interpusiera en su camino para proteger a sus amigos y completar su misión. Con cada paso, se fortalecía, listo para enfrentar lo que sea que el destino le tuviera preparado.
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Wanpisu
Ciencia FicciónEn un día cualquiera en el campo de batalla, en medio de la lucha interminable entre los clanes Ragnarok y Tártaro, dos jóvenes de 10 años se encontraron, ambos con el rostro cubierto por la determinación y el misterio. Kenta, del clan Ragnarok, y K...