El eco de la batalla aún resonaba en la cueva mientras Koemi, Koko, Kiyomi y Yûko recuperaban el aliento. La luz tenue de las antorchas revelaba los detalles tallados en las paredes de la cámara secreta, mostrando escenas de una civilización antigua y poderosa.
"¿Están todas bien?" preguntó Koemi, mirando a sus amigas con preocupación.
"Sí, estamos bien," respondió Kiyomi, limpiándose el sudor de la frente. "Pero esto ha sido más intenso de lo que esperaba."
"Al menos sabemos que estamos en el camino correcto," dijo Koko, observando los restos de la estatua del guerrero. "Algo muy importante debe estar oculto aquí."
Yûko, aún con el cuaderno en mano, se acercó a las paredes y comenzó a estudiar las inscripciones con más detalle. "Estas marcas parecen ser una especie de lenguaje antiguo. Si podemos descifrarlas, tal vez encontremos más pistas sobre lo que estamos buscando."
Koemi se acercó a una de las inscripciones y pasó los dedos por los surcos tallados en la piedra. "Parece que hablan de un gran poder sellado aquí. Algo que sólo puede ser liberado por aquellos dignos."
"¿Creen que esto tenga algo que ver con nosotras?" preguntó Kiyomi, su voz llena de curiosidad.
"Es posible," respondió Koemi. "Hemos encontrado este lugar por una razón. Y después de lo que acabamos de enfrentar, no creo que sea una coincidencia."
Koko, explorando más profundamente en la cueva, encontró un pasaje oculto detrás de una roca suelta. "Chicas, creo que hay algo más aquí. Miren esto."
Las amigas se acercaron al pasaje y, con cautela, comenzaron a avanzar por el estrecho túnel. La oscuridad se cerraba a su alrededor, pero siguieron adelante, guiadas por la luz de las antorchas y la curiosidad insaciable.
Después de unos minutos, llegaron a una sala más pequeña pero igualmente impresionante. En el centro, sobre un pedestal, descansaba un antiguo artefacto cubierto de runas brillantes.
"Esto es increíble," dijo Yûko, acercándose al pedestal con ojos brillantes. "Debe ser lo que estaban protegiendo los guardianes."
Koemi se acercó con cautela y extendió la mano hacia el artefacto. "Debemos ser cuidadosas. No sabemos qué puede desencadenar esto."
Al tocar el artefacto, una luz suave comenzó a emanar de él, envolviendo a las chicas en un resplandor cálido. De repente, imágenes comenzaron a aparecer en sus mentes, mostrando fragmentos del pasado de la civilización y de los antiguos guerreros que la protegían.
"Es como si estuviéramos viendo sus recuerdos," murmuró Kiyomi, fascinada por las visiones.
"Esto podría ser la clave para entender todo," dijo Koemi, con una mirada de determinación. "Debemos llevar este artefacto con nosotras y descubrir su verdadero propósito."
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Wanpisu
Science-FictionEn un día cualquiera en el campo de batalla, en medio de la lucha interminable entre los clanes Ragnarok y Tártaro, dos jóvenes de 10 años se encontraron, ambos con el rostro cubierto por la determinación y el misterio. Kenta, del clan Ragnarok, y K...