Wanpisu

Capítulo 17: Sombras del Pasado

Kiomi se encontraba en su habitación, lista para partir en su próximo viaje con sus amigas. Habían pasado días desde que recuperó la conciencia, y ahora estaba decidida a seguir adelante, con determinación renovada y una perspectiva más clara de lo que quería para su futuro.

Mientras tanto, en una esquina de la ciudad, Kohana y Kenzo se reunían para discutir los recientes acontecimientos. Estaban preocupados por los ataques repentinos que habían estado recibiendo, sin saber quién o qué podría estar detrás de ellos.

Kohana frunció el ceño, su expresión reflejando su preocupación. "No puedo evitar sentir que alguien está siguiendo nuestros movimientos", dijo, mirando a Kenzo con seriedad. "Cada vez que intentamos descubrir quién está detrás de estos ataques, nos encontramos con un callejón sin salida."

Kenzo asintió, compartiendo la preocupación de su amigo. "Es como si estuviéramos siendo observados en todo momento", agregó. "Pero ¿quién podría estar tan interesado en nosotros y por qué?"

Ambos se sumieron en un silencio reflexivo, tratando de desentrañar el misterio que rodeaba los recientes ataques. Se sentían frustrados por la falta de respuestas y temerosos por lo que el futuro les deparaba.

"Debemos mantenernos vigilantes y alerta", dijo Kenzo finalmente, rompiendo el silencio. "No podemos permitirnos bajar la guardia, especialmente ahora que nuestras vidas están en peligro."

Kohana asintió en acuerdo, su determinación ardiente en sus ojos. "Estoy de acuerdo. Debemos estar preparados para cualquier cosa que se nos presente y asegurarnos de protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos."

Con esa determinación renovada, Kohana y Kenzo se prepararon para enfrentar los desafíos que les esperaban. Sabían que el camino por delante estaría lleno de peligros y adversidades, pero estaban decididos a enfrentarlos juntos, con valentía y determinación.

Mientras tanto, Kiomi y sus amigas se reunieron en su habitación, listas para partir en su próximo viaje. Habían superado muchas pruebas juntas, y ahora estaban listas para enfrentar lo que el destino les tenía reservado.

Después de discutir lo que les angustiaba, Kohana y Kenzo regresaron al lado de Kenta, quien estaba hablando plácidamente con Ryu. Aunque parecían estar disfrutando del momento, la sombra de la preocupación aún se cernía sobre ellos.

Mis disculpas por la confusión. Aquí tienes una versión corregida:

Kenta: Ryu, compañero, ¿cómo te ha ido hoy?

Ryu: ¡Kenta, mi amigo! Ha sido un día bastante tranquilo, ¿sabes? Nada demasiado emocionante, pero siempre hay algo interesante que hacer por aquí.

Kenta: ¡Entiendo! Bueno, ya sabes que siempre tienes un lugar con nosotros para compartir historias y risas.

Ryu: ¡Claro que sí! Me encanta pasar tiempo contigo y los chicos. Siempre hay algo nuevo que aprender o alguna aventura que contar.

En ese momento, Kohana y Kenzo se acercaron al grupo, uniéndose a la conversación con una sonrisa en sus rostros.

Kohana: ¿De qué están hablando aquí? Parece que se están divirtiendo mucho sin nosotros.

Kenzo: Sí, parece que se están contando las historias más increíbles. No podemos quedarnos fuera de eso.

Kenta: ¡Ah, bienvenidos, amigos! Estábamos hablando de nuestras aventuras de hoy, pero siempre es más divertido cuando están todos aquí.

Ryu: Exactamente, siempre hay más historias por contar y más risas por compartir. ¿Por qué no se unen y nos cuentan qué han estado haciendo últimamente?

Los cuatro amigos se acomodaron juntos, compartiendo risas y anécdotas mientras el sol se ponía en el horizonte, creando un momento de camaradería que atesorarían en los días venideros.

El ambiente tranquilo de la noche envolvía el campamento mientras los amigos se retiraban a descansar, pero en una esquina apartada, una presencia oscura tejía sus planes en las sombras.

Voz macabra: "Así que derrotaron a Wāmu, perfecto jajajaja... La vida es tan maravillosa, ¿no lo creen, mis queridos?"

La voz, cargada de malicia y burla, resonaba en la oscuridad, creando un escalofrío en el aire. Mientras el resto del mundo dormía ajeno, aquel ser siniestro maquinaba su próximo movimiento, alimentándose del caos y la discordia que dejaba a su paso.

"Disfruten mientras puedan...", susurró la voz con un tono ominoso, como si anticipara el sufrimiento y la tragedia que estaba por desatarse.