El sol se filtraba tenuemente a través de las cortinas de la habitación de Koemi, anunciando el comienzo de un nuevo día en el clan Tártaro. Con cuidado, Koemi se despertó y se estiró, sintiendo la calidez reconfortante de la luz matutina. Se levantó de la cama y se vistió con su traje tradicional de guerrera, preparándose para enfrentar los desafíos que el día pudiera traer. Mientras tanto, en una habitación contigua, Koko se encontraba en su proceso de recuperación. Aunque aún débil, había mostrado una notable mejoría desde el día anterior. Se sentó en la cama, estirando con cuidado sus músculos, sintiendo el alivio de que su cuerpo respondiera cada vez mejor al tratamiento.
Koemi entró en la habitación de Koko con una sonrisa cálida en el rostro. "¡Buenos días, Koko! ¿Cómo te encuentras hoy?"
Koko devolvió la sonrisa, aunque con un toque de cansancio en sus ojos. "Mejor, gracias a ti y a los demás por cuidar de mí", respondió con gratitud.
Las dos chicas compartieron un momento de complicidad, compartiendo historias y risas mientras se preparaban para enfrentar el día. Hablaron de temas femeninos, de sueños y aspiraciones, encontrando consuelo y apoyo mutuo en su amistad. Después de un desayuno ligero, se dirigieron juntas al salón de reuniones, donde esperaban encontrarse con los líderes del clan para discutir los acontecimientos recientes. Con paso firme y determinado, Koemi y Koko se adentraron en la sala, listas para enfrentar lo que el día les deparara.
Al entrar en el salón de reuniones, Koemi y Koko fueron recibidas con respeto por los líderes del clan Tártaro. Los nueve jefes, junto con los dos líderes gemelos, los observaron con seriedad desde sus asientos alrededor de la mesa principal.
Koemi se adelantó con confianza, escoltando a Koko hacia el centro de la sala. "Saludos, líderes del clan", dijo Koemi con voz firme pero respetuosa. "Hemos venido a informarles sobre los acontecimientos recientes y la situación actual de Koko."
Los líderes asintieron, indicando que estaban listos para escuchar. Koemi procedió a relatar los detalles del ataque a Koko y su posterior recuperación, describiendo el valiente enfrentamiento de Koko con sus agresores y su lucha por sobrevivir.
A medida que Koemi hablaba, los líderes escuchaban con atención, intercambiando miradas entre ellos mientras absorbían la información presentada. Una vez que Koemi terminó su relato, reinó un breve silencio en la sala, mientras los líderes procesaban la información. Finalmente, la mujer mayor, una de las líderes gemelas, habló con voz serena pero firme.
"Gracias por informarnos, Koemi. Estamos aliviados de que Koko esté recuperándose. Ahora debemos considerar cómo proceder en respuesta a este ataque."
El hombre mayor, su hermano gemelo, asintió en acuerdo. "Es evidente que este ataque no fue un acto aleatorio. Debemos investigar más a fondo para descubrir quiénes son los responsables y asegurarnos de que no vuelva a ocurrir algo así en nuestro clan."
Koemi, firme y decidida, aprovecha su autoridad como décima jefa del clan Tártaro y solicita permiso a los nueve jefes del clan y a los dos líderes para emprender una investigación fuera de las fronteras del clan junto con sus tres amigas en las próximas dos semanas. Explica que es crucial obtener más información sobre estos enemigos desconocidos y que están dispuestas a asumir esa responsabilidad para proteger al clan y a sus seres queridos.
Los líderes del clan consideran cuidadosamente la solicitud de Koemi, evaluando los riesgos y beneficios de permitir que ella y sus amigas se aventuren fuera del territorio del clan. Después de una breve deliberación, acceden a la petición de Koemi, reconociendo la importancia de obtener información adicional sobre esta amenaza desconocida. Sin embargo, también imponen condiciones estrictas para garantizar la seguridad de Koemi y sus compañeras durante su viaje. Se les exige que informen regularmente sobre su paradero y progreso, y se les recuerda la importancia de regresar al clan Tártaro tan pronto como sea posible.
Con el permiso concedido, Koemi agradece a los líderes del clan por su confianza y promete hacer todo lo posible para proteger al clan y cumplir con su misión. Con una sensación de determinación renovada, se prepara para partir en su búsqueda, lista para enfrentar los desafíos que se presenten en el camino. Con Koko completamente recuperada y las otras chicas listas para partir, Koemi lidera el proceso de preparación para su viaje fuera de las fronteras del clan Tártaro. Revisan meticulosamente sus provisiones, asegurándose de tener suficiente comida, agua y suministros médicos para el viaje. También empacan sus armas y equipo de supervivencia, preparándose para cualquier desafío que puedan encontrar en su búsqueda.
Mientras se preparan, Koemi, Koko, Kiyomi y Yûko discuten estrategias y planes para su investigación. Intercambian ideas sobre cómo pueden obtener información sobre los responsables del ataque a Koko y por qué quieren dañar al clan Tártaro. Koemi destaca la importancia de trabajar juntas y mantenerse alerta en todo momento para protegerse mutuamente.
Mientras Koemi y sus amigas se aventuran más allá de las fronteras conocidas de su clan, el futuro se despliega ante ellas como un lienzo en blanco. A medida que avanzan hacia lo desconocido, se enfrentan a la incertidumbre y la emoción de lo que les espera más allá. El mundo exterior es vasto y misterioso, lleno de peligros y posibilidades. Koemi lidera con valentía, pero incluso ella se siente abrumada por la magnitud de lo que está por venir. A su alrededor, sus amigas están igualmente inquietas, pero juntas se apoyan mutuamente mientras se adentran en lo desconocido. Cada paso que dan es un paso hacia lo desconocido, hacia un futuro incierto pero lleno de promesas y aventuras. No saben qué encontrarán en su viaje, pero están listas para enfrentar cualquier desafío que se les presente y descubrir lo que el destino les tiene reservado.
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Wanpisu
Ciencia FicciónEn un día cualquiera en el campo de batalla, en medio de la lucha interminable entre los clanes Ragnarok y Tártaro, dos jóvenes de 10 años se encontraron, ambos con el rostro cubierto por la determinación y el misterio. Kenta, del clan Ragnarok, y K...