Luke de Clashäe tomó un libro sobre reproducción de omegas y lo dejó sobre el montón que ya tenía seleccionado. Entre ellos, un estudio sobre cómo los agentes ambientales influyen al metabolismo humano, mitos y verdades sobre las feromonas y... Había seleccionado un estudio, no muy reciente, sobre las parejas predestinadas. No le gustaba especialmente este documento. Sin embargo, era uno de los pocos que existía. Ese tipo de parejas se daba muy poco como para tener un grupo de estudio significativo.Y los más antiguos, poseían una influencia religiosa que su mente analítica y científica no podía soportar.
Con ambas manos sobre su cintura, observó el material seleccionado. En realidad solo dudaba de uno, el de parejas predestinadas. En teoría, él no sabía nada. No sabía que Ryo y el príncipe lo eran. Aunque su marido se lo hubiera contado todo. Así era, en su matrimonio no había secretos.
Tomó dicho libro con una mano y lo observó unos segundos. No podía llevarlo al palacio. Era demasiado evidente. Podría sacar el tema conversando con Ryo o esperar a que el mismo jinete sacara el tema. Bufó pensativo ya acabó por apartar el libro. No había otra manera.
Tomó los libros que iba a llevar y los ató mediante unos cintos para transportarlos.
En su bolsa de cuerpo cargada al hombro llevaba algunas hierbas que había seleccionado para poder probar una nueva medicación en el jinete.
Dos habitaciones hacia la izquierda de la biblioteca, se encontraban su marido y su hijo. Jugando y desayunando. Simon, sentado con las piernas cruzadas sobre la alfombra, vestido con una blusa verde y unos pantalones marrones, descalzo y con sus largas trenzas cayéndole por la espalda. En sus manos un bol de puré de frutas con avena y una cuchara. Mientras el pequeño Alban deambulaba por la habitación enseñándole juguetes a su padre y con los mofletes manchados de su desayuno.
— Buenos días, mis amores. — Les saludó Luke desde la puerta y dejó los libros y su maleta en el suelo antes de entrar en la habitación de juegos del pequeño.
Dos pares de ojos oscuros brillantes se giraron hacia el omega. Luke se había despertado pronto para preparar su visita al palacio, dejando que su marido e hijo durmieran un poco más.
— ¡Papi! — Le llamó Alban que extendió los brazos para correr con sus torpes piernecitas hacia él.
— ¡Eh,eh! un momento. — Lo retuvo su padre alfa para limpiarle los restos del desayuno de las mejillas. Alban hizo una mueca infantil de desagrado ante aquel gesto de su padre. — Papi va vestido y no queremos mancharle.
Luke se aproximó a ellos y se sentó en la alfombra junto a su alfa.
Alban se abrazó a su padre omega en cuanto Simon dejó de limpiarle la cara. Luke rodeó a su pequeño entre sus brazos y besó su cabeza mientras acariciaba su cabello rizado.
— Mi bebé precioso. — Le dijo. — ¿Hoy te quedas con papá?
El omega levantó sus ojos chocolates hacia los de su marido.
— ¿Vas a disfrutar de tu día libre?
Simon soltó un bufido exasperado. Ese había sido el plan tras volver del norte. Tener algunos días libres para poder pasarlos en familia, pero, tras la conversación de la noche anterior entre Tristan, Solomon, y él, habían acordado una reunión en palacio aquella misma tarde.
— Tengo una reunión esta tarde, intentaré dejar al pequeño con tus padres o con mi hermana. — Simon tomó una cucharada del bol y se la acercó a Alban quien obedientemente se separó de su padre omega y se llevó la comida a la boca.
Luke alzó una ceja e hizo una media sonrisa. Sentado de lado con un brazo sobre la alfombra sosteniendo su equilibrio.
— Buena suerte, ha pasado con ellos mucho tiempo mientras tú no estabas. Tu hijo no va a querer separarse de ti.
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La Marca del Dragón {omegaverse}
FantasyRyo es hijo de Lord Isas y Lord Kane, pero no es un noble corriente, en su pecho porta la marca del dragón. Aquella que también poseía el primer rey. "Si quieres casarme en contra de mi voluntad, Más te vale que sea con el mismísimo rey." Cuidado co...