07.

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Salimos de la cafetería. El tiempo corría muy lento. Demasiado para estar en este universo. O por lo menos en el mismo lugar que Taehyung.
Mi teléfono vibro. Jimin posó su mirada en mí arrugando el ceño, pero sin dejar de hablar con sus brazos cruzados sobre su pecho con Jin. Quien sonreía de lo que Jimin les contaba.

—¡Es mamá! — le hice un gesto hablado y mostrando mi teléfono a Jimin.

Me aparté para hablar con ella. Me preguntó por la prueba que había tenido estos días, por Jimin y por dinero depositado a mi cuenta de parte de papá. Fue breve. Un par de minutos y colgué.

—¿Cambiaste teléfono?

—Ehh ¿Eh? — dije sorprendida a quien estaba detrás de mí con sus brazos cruzados como Jimin estaba denante.

—Que si cambiaste número — sonreía con esa sonrisa de Marlon Brandon en sus veinte que tenía, que me hacía chillar por dentro.

Busqué a los demás con la mirada, pero no estaban.
—Fueron por brochetas de pescado a la esquina dijeron — añadió leyendo mi mente.

—Ah okey... — tartamudee — Sí. Cambié número. — le quité la mirada y guardé mi teléfono en mi bolsa.

—¡Dámelo! — sacó el suyo y me miró esperando que hablara. Se lo dicté. Y llamó. —Ahí está el mío, parece que no lo tenías. Es el mismo de siempre. Parece que no lo tienes.

—¿Por qué? — le dije tratando de sonar segura. La verdad, lo borré cuando él se marchó.

—Por que nunca llamaste. Ni mandaste un mensaje.

—Lo perdí — dije. Y no mentí. Se perdió en mi papelera. —Además, estudiabas, habría sido ignorada como los chicos — sonreí mirando ahora mis zapatillas.

—A ti jamás te ignoraria nada. — se puso serio, y sacó algo del pavimento con su pie y manteniendo aun sus brazos cruzados sobre su pecho.

Mi corazón voló. Lejos de ahí. Se fue. Me abandonó. Al igual que mi alma. Pero aun quedaba sangre en mí. Bombeada de no sé donde, para colorear mis mejillas.
Maldije en mi mente.

Y esa chaqueta café, que le quedaba diez de diez.

Solo sonreí y lo miré a los ojos. Él me observaba. Más que mirar. Observar.

—¿Desde cuándo tú y Hoseok son tan... ?
—añadió mirando al suelo ahora.

—Me tengo que ir Taehyung. Fue un gusto verte.  —sonreí forzada. — Dile a mi hermano que fui a hacer un mandado de mamá. Gracias.

Me giré y salí de ahí. Ahora la muy idiota tenía ganas de llorar. Y no me juzgue nadie. Me llegará el periodo.

Me fui a retirar el dinero que mamá me envió al cajero automático que estaba dentro de la facultad. Y me fui a mi recámara.

Puse Netflix en mi computador y comí ramen con queso.
Traté de avanzar con mis pendientes, pero cada 5 minutos se venía él, y su frase. La frase del año. ¿Por qué me confundía así? ¿Por qué esa manía? A veces pensaba que él sabía de mis sentimientos y era un hombre a quién le gustaba ilucionarme, porque su corazón ególatra era malvado.
Solo lo imaginaba.

(...)

Al rato ya estaba dormida sobre la cama. Y mi periodo llegó.
No podía con los dolores y no había comprado medicina.

No tenía amigas, no tenía a nadie.
Y teclee a quién más confianza le tenía del grupito. A mi familia. Hoseok.
Ni de broma le digo a Jimin. Me lo cobra todo el año.

                                 Hobi comprame pastillas para
                                 la menstruación, se discreto
                                 porfis, Jimin no lo es. Te lo
                                 recompenzaré, lo juro. Estoy
                                 en mi habitación. Gracias SOS.

A la media hora. No había muerto, y los botones de la chapa electrica sonaban, alguien estaba entrando. Era Hobi.

—¡Pasa! Estoy muriendo... — me quejé.

—No vengo solo. — murmuró.

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Nuevo cap, mañana otro.
Las leo 💚
Necesito saber sus teorías.

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EL AMIGO DE MI HERMANO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora