03.

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—¿El fue tu tutor? — preguntó Beomgyu al separarnos de los mayores.

—Sip.

—Es extraño ¿No?

—¿Qué cosa? — dije extrañada.

—A ti....

—¿A mi qué?

—Nada. Ignorame.

—Eso hago, todos los días y aun así sigues aquí — Me reí. Y él también lo hizo, pero rodando los ojos.

—Sabes que no podrías vivir sin mi abejita — me abrazó por los hombros.

—¡Sol-ah! — ambos miramos de donde venía la voz — hoy lloverá. Lleva mi paraguas — Era Tae.  Enrojecí y lo recibí con una reverencia.

—Gracias — soné apenada.

—De nada — sonrió amplio. Natural. Se giró y se fue.

—¿Siempre ha sido tan amable contigo? — dijo mi amigo mirando el cielo, a ver si veía alguna nube.

—Sip.

—¿Segura que él no es tu hermano y el otro tu enemigo? — me reí. Lo decía por la diferencia en el trato entre Tae y Jimin.

—A Jimin lo recogieron del puente. —sonreímos.

—Cambiando de tema. —soltó — Estas más bonita ¿Que te hiciste?

—Nada, solo crecí 5 centímetros, me creció el busto y ya lo ves, hago deporte, tengo mejores piernas.

—Lo noté.

—¿Me veo atractiva? — le dije coqueta adrede.

—No digas eso fea.

Me sacudió el cabello con cara de asco.
Ambos reímos.

Vi a mi hermano pasar por al frente junto a 2 chicas y Jin. Éste último me guiñó el ojo disimuladamente.
—Se nota que te tienen cariño — soltó mi amigo. Yo solo sonreí.

(...)

Pasaron los días y las semanas y casi no habia visto a los chicos por el instituto. Era época de exámenes y bueno. Los veía en la biblioteca de lejos.

—Anda el rumor de que tienes un hermano en último año — susurró Beomgyu.

—Lo sé.

—Creerán que es el flaco este, tu tutor ...

—Tae — afirmé sonriendo.

—Dime algo.

—¿Qué cosa? — dije destacando una frase en mi libro de biología.

—¿Te gusta verdad?

—¿Qué ee dic?

—No hace falta negarlo — sonrió — Tu cara me dio la respuesta. Bueno, me la da cada vez que se acerca. — dijo mirando su cuaderno.

—Yo....

—Es normal tener un crush mayor. Tranquila. Tu secreto está a salvo conmigo. Soy tu amigo. Lo que me parece raro es otra cosa.

—¿Qué? — dije buscando sus ojos.

—No, nada. No debo hablar sin tener algo que me respalde — sonrió sin ganas. Por cortesía, ese gesto que solía hacer para poner punto final a un tema.

—Okey. Pero no se te vaya a salir con mi hermano por favor Gyu yo ...

—Ya lo olvidé. — susurró más fuerte.

—Gracias.

—¿Crees que ellos sepan?

—No lo sé. Tu hermano no. Es tan ególatra que solo se fija en él. Los otros dos... Mmm no lo creo ... Él... Él es un misterio — dijo mirándolo a la distancia.

—Moriré antes de licenciarme. — bufé restándome en mis brazos sobre la mesa. Hundiendo mi cabeza en ellos.

—Ya se irán y te olvidarás de ellos. Tranquila.

—Eso espero.

Seguimos en lo nuestro.

Mi hermano y su grupito pasaron por nuestra mesa. Todos me ignoraron. Menos Taehyung quien sin mirarme dejó un bombón de chocolate en frente de mí, sobre mi libro.
Fue tan rápido que no pude decir ni gracias.

—¡Mmmh alimento para tus mariposas! — exclamó en silencio mi amigo.
Yo solo le di en el estómago con el codo. Y seguimos estudiando.

(...)

A la semana siguiente post evaluaciones, llegué tarde de estudiar. Eran las 8 de la noche y ya estaba oscureciendo. Al bajarme del transporte estaba ni nada más ni nada menos que Taehyung esperandome en la parada del autobús.

—¿Qué haces aquí?

—Tu hermano iba a venir, pero estaba que se hacía del dos y....

—Ya ya ya — reí — Te tocó sacrificarte —miré al suelo.

—No es un sacrificio para mí.

Enrojecí.
Por el simple hecho de que cabía la mínima, muy mínima posibilidad de ¿que yo le gustara a Kim Taehyung?
—Eres como la hermana que nunca tuve — añadió más serio mirando al frente y mi esperanza murió aplastada como un niño mata a una hormiga con su pulgar.

El nudo que se me formó en la garganta fue de otro mundo. Caminamos en silencio a casa. Solo agradecí con una reverencia, saludé a los chicos con la mano y subí a mi habitación para no bajar más.

Era definitivo. Hoy daba por terminado mi amor unilateral por Kim Taehyung.

(...)

El tiempo transcurrió y tomé sus gestos amables como eso. ,<<Solo son gestos amables.>>

Costaba, pero se podía.
No es como si los otros no fueran amables. También lo eran. Solo que se parecían más a mi hermano en actitudes. Tae era de otro planeta.

Me iría con ellos hoy a casa. En auto. Jin ya tenía 20 años, la mayoría de edad. Por lo tanto lo primero que hizo fue sacar su licencia.

—¡Sube rápido! — ordenaba Jimin.

—¡No quiero que te vean conmigo! — dijimos al mismo tiempo. Es lo que siempre decía, así rodé los ojos y subí. El solo asintió.

Ya en el auto quedé al lado de la ventana, Hobi a mi lado, Taehyung al otro lado de la ventana y Jimin adelante con Jin.

—Tapa tus piernas con mi sudadera ¡Ten! — Hobi se sacaba su prenda para ponerla sobre mis rodillas, que venían rojas de frío. —Hoy hará mucho frío ¿No sabías? — dijo en tono padre que Jin y Jimin rieron, me hablaba con aegyo casi, y eso era gracioso. ¿Tan menor me veían?

Despeinó mi cabello y le agradecí en una leve reverencia de cabeza.
Miré sin querer a Tae, quien iba serio mirando al frente, los demás reían.

(...)

Unas semanas más tardes. La semana que nevó, fue cuando todo cambió.

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Ya cariños, nuevo cap. Sorry la tardanza. Llegaba muerta del trabajo y no podía escribir. Aunque las ideas estaban en mi cabeza. 1/2
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