11.

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—¿Qué está pasando aquí?

Ambos nos giramos y Taehyung me soltó.

¿Cómo no escuché el sonido de la clave de la puerta sonar?
En mi defensa, mi primer amor me estaba abrazando.

—¡Amigo! — dijo Tae soltandome y saludando con la mano en alto a Jimin.
—Ya me iba. Cuida bien a Sol-ah, no se siente bien — salió por al lado de mi hermano tocando su hombro — ¡Te veo en la fiesta!

Salió por la puerta, no sin antes darme una mirada ¿Cómplice? Y cerró tras él.

—¡Heeeey! ¿Cómo estás? — Jimin colocaba unas bolsas sobre la mesa para luego tocar ambos de mis brazos para buscar mi rostro
—¿Te sientes muy mal?

—Más o menos. Lo de siempre, cólicos y ganas de llorar.

—Yo no podría. No se cómo soportas tanto. Yo me habría sacado el útero — dijo trajinando en las bolsas que el mismo trajo.

—Eso no tiene nada que ver, creo.
—me reí.

—Mamá te mandó algunas cosas. Bueno dinero. Compré cosas y repartí lo necesario cada uno. — me miró mordiendo su labio inferior y manos en la cintura.

—¡Eres the best! — miré la bolsa.

Había ramen, queso, carne, toallas femeninas, vitaminas, shampoo, jabón, antigripales.

—Ella envió la lista de qué cosas comprar a cada uno. Luego que los compré, ella mandó el dinero y pagué.

—No confía en ti — me reí.

—¿Por qué te abrazaba Tae? ¿Todo bien? — preguntó serio.

Asentí — Si, solo tenía ganas de llorar y se apiadó de mí.

Y así le mentía a mi hermano y me sentía fatal.

—Okey. Me voy — besó mi frente — Una fiesta me espera. Cualquier cosa me llamas. O a los chicos. — guiñó su ojo derecho y salió.

Quedé sola sentada en mi cama, mirando la pequeña mesa que usaba de comedor, donde estaba el mini pedido de mamá.

<<Sol-ah. Solo déjame comprobar algo.>>

Se repetía una y otra vez en mi cabeza.
Y es que definitivamente me seguía gustando mucho Kim Taehyung, el amigo de mi hermano.
Gracioso. Lastimoso. Triste. Las tres palabras que definían a la Sol de hoy.

—Dijo que se quedaría conmigo. Pero apenas vio a Jimin corrió a la fiesta. — dije en voz alta en la soledad de mi habitación.

Y ¿Qué diablos quería probar abrazándome? Pinche pervertido, y si quería ver ¿qué tanto habían crecido mis bubis? ¡OMG!

No. Él no era así. Mi Taehyung era diferente.
—¡Noooo! ¿Qué estoy diciendo? ¿Qué estoy haciendo aquí? — me miré. Estaba de pijamas en mi cama dando vueltas como la niñata que era.
¡Debía ir a esa fiesta y seguir persiguiendo mis respuestas!

Me duché, y partí a la fiesta.
¿Daría todo por estar en mi cama viendo series?
Pues sí. Pero también moría de ganas de verlo otra vez. De hablar. De tenerlo cerca.

Me puse unos jeans negros, un top que dejaba ver mi ombligo y una aviadora gruesa negra full tendencia.
Maquillaje leve y bonito.
Paraguas.

Ya sabía donde era, pues no era lejos del campus.
Llegué y le hablé a Hoseok. Vi a mis compañeros a lo lejos, pero preferí quedarme en la entrada esperando a mis conocidos (Jimin o quien sea de ellos).

EL AMIGO DE MI HERMANO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora