08.

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A la media hora. No había muerto, y los botones de la chapa electrica sonaban, alguien estaba entrando. Era Hobi.

—¡Pasa! Estoy muriendo... — me quejé.

—No vengo solo. — murmuró.

—¿Qué? — dije más bajo de lo que quería.

—¡Hola! — sonrió. Maldito sentimiento que me hacía perder la cordura al verlo.

Pero esto era más que eso, él estaba en mi habitación.
—¿Qué haces aquí? —solté así sin más.

—Estabamos juntos cuando me hablaste y ya sabes, Taehyung es rápido, leyó tu mensaje, se preocupó y está aquí.

—Te traje chocolates, y leí que estos té son de lo mejor para los cólicos y ...

—Gracias Taehyung. — tomé la bolsa que me extendía y la puse sobre mi encimera dándole la espalda.

—¿Te sientes muy mal? — me acariciaba la cabeza Hoseok. Asentí. Ahora si quería llorar.

Miré de reojo a Taehyung. Y no sé por qué me enfadaba verlo. Que me hablara.
Quizás solo debía ignorar este sentimiento de amor imposible y dejarlo que me trate como mi "hermano mayor" que es.

—¿Quieren algo de beber? — les dije a ambos. Le daría la oportunidad a Taehyung.

—Un té, gracias. — dijo Taehyung sentandose en la mesa de la pequeña cocina.

—Yo café. Me lo prepararé como siempre. Y te haré tu té ¿Bueno? El de manzanilla debería andar bien hoy — sonreía Hobi preparando todo como casi dueño de casa. — ¡Ve a acostarte! Te llevaré todo. —sonreía — Tae ayudame por favor, no te quedes ahí.

Y es que Hobi se la pasaba aquí. Era su lugar secreto. Decía.

Me giré y acosté, mi cama estaba ahí mismo, solo lo separaba una pared. ¡Que dolor Dios mío!
Me puse en posición fetal. Y solté algunas lágrimas.

—Aquí está. — llegaba Tae. Pasándome el té.

Me senté agradeciendo con la cabeza.
Intentó acariciar mi cabeza, pero rápidamente me hice a un lado.

—¿Qué te pasa conmigo? — susurró mientras Hobi se escuchaba cantar en la cocina una música bajita que él había puesto.

—Tae — lo miré.

—¿Te gusta Hobi?

—¿Qué?

—¿Tienen algo?

—Tae, no puedes aparecer y pretender que yo sea igual contigo que hace 5 años. O que te trate como a los chicos si no te veo hace años.

—Pero, una vez familia, siempre familia — susurró.

Y me hirió lo que dijo. No sé si fue porque me veía como su familia, su hermana pequeña, o porque quería pretender que fueramos familia cuando nunca se puso en contacto con nosotros y fue frío.

—Enana, los macarrones que te gustan — llegó Hobi con un plato con 4 macarrones dulces color verde y rosa.

Sonreí.
—Comete el rosado. Quizás sean como Cosmo Y Wanda ¡Mira! — apuntó los macarrones que tenían el color de los Padrinos Mágicos.
Reí y abrí la boca para recibir lo dulce que me ofrecía ese postre.

—Gracias Hobi. — le miré. Y Taehyung se paró de la cama donde estaba sentado y Hobi tomó el lugar.

—Debo irme. — dijo Taehyung y salió de ahí.

—¿Y a éste que le pasó? — dijo Hobi con su cara que no entiende nada.

Me encogí de hombros.
Hobi y yo vimos una película. "Juego de Gemelas" se durmió por los pies de mi cama.

Yo también dormí para evitar el dolor de cabeza.

(...)

Cuando desperté. Estaba sola.

Me duché y partí a mi clase del día siguiente. No sin antes pasar por un café al comedor de la Universidad.

Eran las 10 am. Y ya había tenido mi primera clase.
Era extraño. No estar sola. Siempre lo estaba. Era extraño ver a Taehyung con los chicos. Estaba respirando el mismo aire que yo.
Estaba a 50 metros de mí.

Hobi me vio a lo lejos y le hice un gesto de silencio. Que no les dijera a los demás que yo estaba ahí cerca de ellos.

(...)

Me adentré otra vez en la cafetería por una gaseosa. Ya era el medio día, y aunque con periodo no debía tomar gaseosas, porque me inchaban más aún, lo hice. Porque soy porfiada, vivo sola, soy mayor.

La abrí y no se si el universo la agitó por mí, pero saltó toda en mi cara.
—¡Diablos! — solté.

—Estás mojada — sonrió con su pañuelo en la mano para luego dar toquecitos suaves sobre mi rostro.

Taehyung.

EL AMIGO DE MI HERMANO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora