18.

93 10 8
                                    

Estaba helado.
Me había duchado y el cabello no lo había secado. Solo un par de pasadas con la toalla.
Cruzada de brazos me mecía esperando a Jimin. Dijo que vendría en Taxi para ir a la clínica y eran mas 5 pm. Nunca fue puntual ¡Pinche enano!

—¡HEEEY! ¡AQUIIIII! — gritaba alguien desde dentro de un VOLVO negro. De copiloto.

—¿Jimin? — susurré.
Era él. Y ese auto...

—¡TAEHYUNG SE OFRECIÓ A LLEVARNOS! ¡SUBEEE! — gritaba mi hermano. Y se me revolvió el estómago.

Después de un suspiro de resignación, subí al auto. No podía hacer nada que Jimin me hiciera sospechar, y eso también incluía ignorar a Tae. No podía.

—¡Oh gracias! ¿A qué se debe este gesto? — dije cerrando la puerta en la parte de atrás.

—¡Taehyung siempre ha sido así de lindo! — decía Jimin de forma femenina acariciando la barbilla de Taehyung, recibiendo en respuesta un empujón que lo hizo estallar en risa.

—¡Mmmh! — asentí mirando hacia afuera.

Llegamos a la clínica y Jimin fue al frente a comprar un ramo de flores y frutas de regalo.
Yo me quedé dentro del auto con Taehyung.
A penas bajó mi hermano, el dueño del auto habló.

—¡No secaste tu pelo! Te vas a enfermar. — dijo mirando por el espejo del retrovisor.

—¡Si es es lo que me declaras! Así será... — dije en un suspiro de cansancio.

—Solo si yo soy tu enfermero... — dijo mirando hacia afuera.

No dije nada. Solo me quedé mirando a Jimin a lo lejos que elegía las flores, asesorado por una señora.

—¿No me hablarás? — insistió. Lo ignoré.
—Te ves muy bonita hoy — insistió.
—Me preocupa tu pelo, cuando aprenderás a que debes secarlo. Sobretodo en invier...

—¡BASTA TAEHYUNG! YA HABLAMOS DE ESTE TEMA. DEJA DE ACTUAR COMO MI NOVIO O MI HERMANO, PORQUE NO ERES NINGUNA. — dije sin pensar. Y no sé si fue un pensamiento o lo dije. ¡No! Definitivamente lo dije. Y salió más cruel de lo que creí.

—Pero a Hoseok lo dejas hacer de todo contigo.
-susurró molesto o dolido.

—Él es mi amigo.

—¡Pues me pudre eso! — alcanzó a susurrar.

—¡YA ESTAMOS! — llegaba Jimin. Y Tae encendió el motor del auto para andar.

Taehyung se estacionó en el subterráneo de la clínica.

Bajamos los tres del auto para entrar al hospital. Pedimos indicaciones y subimos al piso 6 con la ayuda de una señorita amable, quien era parte de los Orientadores de la clínica.

Ella estaba solita en una sala. Tenía un humidificador, flores, y la tv prendida viendo Running Man, un capítulo antiguo. La recordaba, la recordaba bien y con cariño.
Recordé como nos tejía chalecos y bufandas a Jimin y a mí en navidad.

—¡Buenas tardes! — nos inclinamos los 3 para saludar. Entrando con respeto a la habitación. Ella nos miró con curiosidad.

—¿Jimin y Sol-ah? — dijo mirándonos con emoción. Ésto se confirmaba en la forma en la que tapó su boca con ambas manos.

—Hola tía Jung ¡Que gusto en verla! ¡Soy Park Jimin!

—¡Estás tan grande y apuesto mi niño! Eres todo un hombrecito. — Jimin sonrió con respeto y se acercó a abrazarla, ya que ella se lo pedía con las manos.

EL AMIGO DE MI HERMANO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora