20.

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—¿Qué pasa? ¿Pica mucho? No le apliqué picante, casi nada... Tae... — me fijé bien, lloraba. —¡Taehyung! —dije — ¿Qué pasa?

Arrastré más mi voz. De forma tierna o así me salió.
Me levanté del asiento y me acerqué a él.
—¡Heeey! ¿Qué pasa? — lo tomé del mentón para que me mirara.

Y definitivamente teníamos esa confianza como si tuvieramos una relación de años.
Sus ojos estaban húmedos y esquivó mi mirada.
—¿Qué pasa? — volví a insistir con ternura.

Y es que entendí lo que decía Sia, que cuando el hombre se enamora, se comporta como niño, y cuando una mujer se enamora, actúa como madre.

¡Heeeeey! — volví a decir — ¡Está bieeen!
— acaricié su cabeza con suavidad. Él seguía sentado, yo ahora estaba de pie junto a él. No sabía que le pasaba, no era el picante, era otra cosa. Y me partía el corazón verlo en ese estado.

—¡Me gustas! — sorbeteó su nariz. — Me gustas tanto que cuando llegas a un lugar lo único que quiero es tu atención, que me mires, y que no mires a nadie más — me miró a los ojos —Me gustas, y casi muero al saber que ese chico te traería a casa... Me gustas Sol-ah, en serio me gustas. Y esto es nuevo para mí — comenzó a llorar en frente de mí — Dime qué tengo que hacer con todo esto que siento, dime por favor...

Quedé en blanco, si bien lo que estaba diciendo provocaba un volcán en mí, no dije nada.
—¡Dime por favor! Que me siento perdido — tomó mi mano y se la puso en su cara, acunándose así entre mi palma, como un bebé cerrando sus ojos.

—¡Tae! — dije con ternura secando una lágrima con mi pulgar, ésta caía con rapidez por su rostro.

—¿Te gusta Lee Seung Hyub? — me miró hacia arriba. Negué con mi cabeza. —¿Y el chico que te trajo?

—¡Lo acabo de conocer! —le dije riendo.

—Pero ¿Lo encontraste atractivo? ¿Es de tu estilo? Sé como te miró, y no me extrañaría que te pidiera el núm...

—Lo hizo.

—¿Se lo diste? — abrió sus ojos de par en par, pasando su manga de la sudadera por su cara, para secar la lágrima que cayó por el asombro y movimiento brusco del ojo.

Asentí. —¡Diablos! — añadió poniéndose en pie.
—¿Te gusta? — dijo asustado.
Negué —¿Te gusto yo? —Suspiré.

—Ya hablamos ésto y no va a funcio...

Mi celular sonó. Era Jimin.

Reproduje el audio:
Sol-aaah, la tía Jung mandó una caja con su hijo ahora hace poco, una para ti y para mi, con frutas y verduras, voy subiendo, abreme la puerta !!!!

Le abrí a Taehyung mis ojos y él hizo lo mismo.
—¡Tus zapatos! — le ordené. Él los tomó rápido. —Escóndete en el baño ¡Rápido! — indiqué el baño. Y no había otro lugar, pues mi habitación era un completo concepto abierto.

Él obedeció de forma fugaz. Tomé el plato de Taehyung y lo vacié a la olla y el plato lo enjuagué con agua. Miré al rededor y el timbre sonó.
Abrí rápidamente.

—¡Ehh! Hola — dije y ayudé a entrar a Jimin que definitivamente venía con ambas manos ocupadas.

Le indiqué el sofá para que dejara la caja.
—¿Qué hacías? ¿Todo bien? —asentí — El muñequito Jeon quería subir él con la caja. Y le dije que no me era confiable, que eras mi hermanita y que yo lo haría. ¡Está muy guapo si ¿No crees?!

Asentí —¡Heeey! ¿Comías ramen? — Se sentó en la mesa.

—Sip — respondí — Pero ya se enfrió. Así que puedes irte. Y gracias dile a la tía. Si la vez claro.

—¡Aham! — soltó mirando para todos lados
—¡Oye! el otro día dejé mi arete en el baño.. — claro que me acordaba que lo encontré — Pasaré a buscarlo. — se paró.

—¡NOOO! — Grité. Con mi mano haciendo un stop frente a su cara.

—¿Qué te pasa? — rió como si estuviera loca.
—Ni que escondieras a alguien. ¿Quién está? — arrugó su entrecejo — ¿Lee Seung Hyub? — negué riendo —¿Hoseok? — se enojó.

—No seas bobo — le dije — es solo que andaba con mi periodo y dejé mi ropa interior manchada ahí tirada. Por favor, no quiero que la veas. — supliqué. Y esperaba se creyera mi mentira.

Puso cara de asco. — Iré por el por ti.

—Okey — dijo desinteresado.

Me metí al baño y Taehyung estaba tras la puerta. Así que la abrí y cerré tras de mí.
Le hice un gesto de que se callara y él me miró a los ojos.
En un gesto rápido, me tomó de la cintura y me giró hacía él. Quedé tan cerca. Que sentía su respiración sobre mis labios. -¿Qué qué haces? —solté.

Con su mano izquierda tomó mi mentón y me besó. Podía ver sus ojos cerrados disfrutando el momento.
Lo empujé en silencio. Lamiendo lo que quedó de su saliva en mis labios. Él hizo lo mismo.
Me giré con cara de enfado y saqué el arete de plata que Jimin había perdido aquí. Abrí la puerta y salí.

—¡Demoraste! —dijo mi hermano comiendo ramen tibio.

—No recordaba donde estaba — sonrei.

—¡Ten! Ahora vete — le ordené y asintiendo se marchó. No sin antes darme las típicas indicaciones de papá.

Quedé en blanco. Al cerrar la puerta me afirmé de ella. Esperé unos segundos largos y le ordené —¡Sal ahora mismo!

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2/2 nos leemos mañana dominkus.
Espero sus reacciones al cap.
Besos y gracias 🌺🐯🔥

 Besos y gracias 🌺🐯🔥

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