Capítulo XXVI

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Laura Martell

-Hola, bonita -se asomó Andrew por la puerta de mi oficina- ¿Irás conmigo al evento de lanzamiento?

-Seguro -sonreí- Iré por mi vestido a la salida, ¿me acompañas o voy sola?

-Como tú lo prefieras, corazón.

-Voy sola, entonces -me levanté del asiento- Me vas a buscar a mi casa.

-Claro -asintió- Y te llevaré una sorpresa.

-No me gustan los regalos, ¿recuerdas? -rio- Hablo en serio, Andrew.

-Como digas.

Me dio un beso en la frente y se fue de mi oficina. Yo terminé de archivar algunos papeles y pasando mi hora de salida, recogí mis cosas. Bajé al estacionamiento y una vez en el auto, emprendí el corto viaje a la boutique de Christine, quien iría como invitada al evento, y también estaría la presencia de Miss Caroline Harrow, la mejor diseñadora de este país. Y que fue maestra de Christine.

Cuando llegué a la boutique de Christine, la vi armando un nuevo vestido, que parecía ser de novia, pues tenía encajes sobrepuestos en el maniquí, además de pedrería organizada en su mesa.

-Este diseño debe ser perfecto -me dijo ella sin mirarme- No debe haber falla alguna.

-Ay por favor -me senté en su silla- Todos tus diseños son hermosos y perfectos, no en vano has ganado tantos premios -señalé su pared- Y tienes el certificado Harrow.

-Nunca es suficiente -suspiró- Pero dime, ¿qué pasó con él?

-No tengo idea -agarré la pulsera que Andrew me regaló- Pero hay un chico que me invita a salir y me regala muchas cosas.

-¿Y cuál es el problema? -se cruzó de brazos- A ver -suspiró- Supe de tu propia voz, que estuviste casada con Stefan Wallace, quien trabaja en el Banco Green, pero nunca me dijiste porque te divorciaste de él.

-Porque me puso el cuerno dos veces, además de que me ocultó muchas cosas -de recordar lo último, fue el colmo para divorciarme de él- Como el hecho de que había embarazado a una chica de 24 años, y estaba esperando un niño de él.

-Stefan es un pendejo calenturiento, ¿y Michael?

-Ese es otro -suspiré- Que me ocultó cosas, siempre con sus malditos secretos.

-¿Pero te trató mal? -negué- ¿Al menos coge bien?

-Si -asentí- Me regaló un campo de girasoles y una casa.

-Yo quisiera esa oportunidad -suspiró- Luego de todas esas cosas, ¿qué te impide salir con ese chico?

-El no corresponderle.

-Escucha -se acercó a mí- No está mal que salgas con alguien y lo conozcas, lo que está mal, es que crea que juegas con él, así que intenta ser clara con él y decirle lo que en verdad sientes, no creo que él no sepa entenderte.

-Supongo -me sonrió- Que se hayan arruinado tus amoríos anteriores, no significa que no serás feliz.

Si comparo a Michael con Andrew, el rubio es mucho más alegre y transparente conmigo a como lo fue Michael. Además de que siempre está al pendiente de lo que hago, sin llegar a ser encimoso.

-Intentaré hablar de eso con él hoy mismo -me sonrió- Irá a buscarme a mi casa para llevarme a la gala.

-Así que lo conoceré hoy -me abrazó- Ve a arreglarte de una vez, no quieres que se te haga tarde, ¿o si?

-Okay -me levanté de su silla- Te veo allá.

-Claro que si -asintió- Iré presentable, tenlo por seguro.

Ruleta de SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora