Capitulo 🧣22

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El cuerpo de Nattawin se incendió. Sabía que mile abandonaría todo control en cuanto el se lo indicara, para luego devorarlo hasta hacerle gritar.
Esa había sido su intención al ofrecerse voluntaria para esa tarea. Un comentario de la noche anterior:
«Me importas», había Cambiado el curso de su vida.

Necesitaba averiguar hasta dónde le importaba. ¿Qué había cambiado en Tres años? En los últimos días había aprendido más sobre Mile que en los nueve meses que habían estado juntos.

Deseaba más. Lo deseaba a él. Quería saber cómo era el amor, sentirlo. Amor verdadero, no la pálida sombra de afecto que se habían dedicado en el pasado.

El beso se hizo más intenso mientras mile le separaba las
piernas con una rodilla, friccionando el delicado núcleo, despertando un ardiente y denso deseo.

El móvil de Mile sonó, rompiendo el encanto

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El móvil de Mile sonó, rompiendo el encanto. ¿Cómo se habíadejado llevar en tan poco tiempo? Ambos se encontraban en medio del mayor proyecto de sus respectivas carreras, pero Nattawin solo
pensaba en explorar el cuerpo de ese hombre.

-¿Tienes que contestar? -preguntó Nattawin mientras se apartaba.

-No tenía pensado hacerlo -mile gruñó-. Pero supongo que sí. -Podemos continuar más tarde -nattawin sonrió.

-Eso ya estaba previsto. Yo pensaba retomarlo ahora, y también más tarde. El espacio previamente ocupado por Mile se llenó repentinamente de sensatez.

-A pesar de lo lógico que sería comprobar todos los spectos de las habitaciones -nattawin hizo una mueca, los dos tenemos trabajo que hacer. Además, para hacerlo bien de verdad, tendríamos que probar todas las camas.

-Qué gracia. Estaba pensando lo mismo -mile miró la
pantalla del móvil y soltó la mayor palabrota que incluía su vocabulario.

-¿Qué sucede? -Nattawin se alarmó. Esa palabra solo la
pronunciaba cuando sucedía algo muy malo.

A Mile le resultaba difícil hacerle entender a su cuerpo que la diversión había terminado

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A Mile le resultaba difícil hacerle entender a su cuerpo que la diversión había terminado.

Volvió a consultar el mensaje en su móvil. Pero en lugar de Impulsarle la sangre desde la parte inferior del tronco hasta el cerebro, donde más la necesitaba, el texto solo consiguió enfurecerlo más.

Tres años Después Donde viven las historias. Descúbrelo ahora