Capitulo 🧣38

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El momento del triunfo había llegado.

El desfile de vestidos de novia comenzaría en diecisiete minutos. Diseños Nattawin Wattanagitiphat Chandler se mostraría ante la élite de los profesionales de los trajes de novia.

Las modelos irradiaban algo que recordaba al romance y la belleza. Las lágrimas se le acumularon en los ojos a Nattawin. Era la señal de que los vestidos eran perfectos.
O que se había enamorado del tipo equivocado. ¿Qué había esperado de todo aquello? ¿Luz de luna, rosas y
una declaración a orillas del mar?

No. En realidad había esperado exactamente lo que había sucedido. Y había hecho lo correcto apartándolo de su lado.

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Mile siempre estaba a punto de marcharse al siguiente destino

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Mile siempre estaba a punto de marcharse al siguiente destino. La conversación sobre matrimonio había sido el glaseado de la tarta de su marcha. Como la última vez. Como siempre.

-¿Se te ha metido arena en los ojos? -murmuró Shayrie

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-¿Se te ha metido arena en los ojos? -murmuró Shayrie.

-Estoy bien.

Al regresar a la habitación la noche anterior, su hermana no le había preguntado nada, y en agradecimiento, se lo había contado todo.

-Genial. Pero si no puedes hacerlo, nadie se dará cuenta -

Meredith fijó la mirada en el vestido de novia que llevaba su hermana-. Tenemos cinco modelos más. Bastarán.

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