Capitulo 🧣36

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Quería que ese hombre lo amara, pero temía que un
trotamundos como mile jamás sería capaz de algo así.

Quería que ese hombre lo amara, pero temía que un trotamundos como mile jamás sería capaz de algo así

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Aquella noche mile le envió un mensaje y el estuvo a punto de no acudir. Pero lo cierto era que lo echaba de menos. Además, no conseguía borrar ese jacuzzi de su mente.

Prescindiendo de ropa interior, se puso una camisa y una cazadora encima. Sin embargo, al entrar en la suite de mile, lo encontró inclinado sobre el ordenador, con whisky en mano.

 Sin embargo, al entrar en la suite de mile, lo encontró inclinado sobre el ordenador, con whisky en mano

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-Casi he terminado -mile levantó la vista, pero no se movió, -Dame un minuto.

-Tienes pinta de necesitar un masaje en los hombros -
observó Nattawin.

-De lo que tengo pinta es de necesitarte a ti -murmuró él sin apartar la vista del monitor.

Nattawin se colocó a su espalda y empezó a masajearle el cuello y hombros.

-Qué gusto -mile echó la cabeza hacia atrás-. No me había dado cuenta de lo que me dolía el cuello.

-¿Quieres que investigue otros puntos que requieran mis atenciones? -nattawin no pudo contenerse-. Y sí, he querido decir exactamente lo que parece -añadió por si hubiera lugar a dudas.

Él rio y estiró los brazos hacia atrás para tomarle las manos y todo pensamiento lógico desapareció de sus mentes. Minutos después, tumbado en la cama, Nattawin se preguntaba si ya estaría mile listo para una segunda ronda cuando él carraspeó.

-No llegaste a contarme la buena noticia, Natt

-¿En serio? -el se sentó a horcajadas sobre él.

-¿En serio? -el se sentó a horcajadas sobre él

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Tres años Después Donde viven las historias. Descúbrelo ahora